HOLA CAJEROS, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
Aquí presento mi versión traducida de la Canción “The Ceiling Speaks” de
TWELFTH NIGHT, una de las últimas gemas musicales que el grupo grabó durante
su época con Geoff Mann. Hay versiones en vivo y una en demo que aparece en
una de las diversas ediciones del compilatorio “Collector’s Item”. Se trata
de una canción vibrante y con gancho, moderadamente complejo en sus cambios
de ritmo y giros melódicos, y su temática gira en torno a la celebración de
la fe cristiana. A lo largo del año 1982, Mann había estado profundizando en
sus inquietudes religiosas, las cuales le llevaron eventualmente a
convertirse en sacerdote de la Iglesia Anglicana. Como podrán ver, la letra
de esta canción usa un dinamismo jovial a la hora de reflejar la relación
entre el hombre y Jesucristo, a veces viéndolo como un guía superior, otras
como un amigo de instancia privilegiada.
EL TECHO HABLA (THE CEILING SPEAKS)
Yo soy el techo.
Tú eres el suelo encima mío
que se eleva hacia lo real.
Yo soy engañador.
Tú eres la honestidad
que rezo por poder sentir.
Yo soy confusión.
Tú eres el pensamiento que cura,
claridad de visión.
Yo soy fantasía.
Tú eres el blanco acertado,
un disparo de pura precisión
- y cómo te amo.
(Estribillo)
Algunos podrán decir que todo esto es irreal
pero yo no lo siento así,
mi corazón danza y juega,
no hay nada más que decir.
Cuán bien me conoces,
cuánto me enseñas mientras
me diriges hacia mi meta.
Maquinista, llévame
a través de aguas profundas
hasta el lado calmo de mi alma,
donde podremos navegar.
(Estribillo)
Rastreo el sentimiento hacia la fuente,
adopto un curso diferente de trayectoria,
el cambio de idea, otro punto de inicio.
Tu danza incluye pasos secretos,
la oferta de una segunda oportunidad,
el sitio renovado, otro punto de vista.
Ya no necesito un plan alternativo,
ya no seré el segundón,
yo arrojé mi vida y la volví a recoger.
!Libertad a lo largo del camino!
Canto para celebrar, canto por el nuevo día.
!Libertad!, ahora sé
que mientras estemos juntos no hay donde yo no pueda ir.
Yo llamé tu nombre,
ninguna palabra permaneció - !entra!
Soy traído al mundo,
soy un bebé recién nacido
a tu paz sagrada.
Yo era un prisionero,
tú fuiste la llave que abrió
los candados para mi liberación
(Estribillo)
No hay nada más que decir, no hay nada más que decir.
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