Temas
- Natura
- Tserouf
- F.F.F (Fleurs for Faton)
- Kabal
- Sadie
- Free Folk
- Salut Robert! [bonus track]
Integrantes
- François Cahen: pianos acustico y electrico, sintetizador
- Didier Lockwood: violin acustico y electrico, violin bajo
- Gerard Prevost: bajos electricos, contrabajo
- Yochk'o Seffer: saxos soprano y sopranino, canto, piano en 3
- Jean-My Truong: bateria
Musicos en el bonus track: Cahen, Seffer, Bill Gagnon (bajo), Christian
Saint Roch (bateria), Michel Seguin (percusion)
Zao es una de las bandas francesas mas interesantes e intensas de la
vertiente mas experimental del movimiento progresivo. Dado que un par de sus
miembros fundadores formaron parte de las filas de Magma, ese emblematico
combo liderado por el alucinado visionario Christian Vander, muchos e-zines
tienden a categorizar a Zao como un grupo Zheul, pero hasta donde llegan mis
conocimientos y comprension del progresivo, creo que la onda musical de Zao
se encauza mas propiamente por los senderos del jazz avant-garde, combinando
las influencias de la magia del Canterbury (principalmente, Soft Machine y
la faceta fusionesca de Gong) y la densa vibracion del Weather Report
pre-Pastorius, junto a los delineamientos academicistas del RIO que
proporcionan un asidero melodico sofisticado a las composiciones. A pesar de
las dosis y potencialidades de improvisacion que Zao atisba en su propio
horizonte musical, la banda demuestra en todo momento tener un buen gusto lo
suficientemente consistente como para prevenirles de cualquier tentacion de
exceso de pirotecnia o “enrollamiento”: la preservacion de la sensibilidad
musical en la elaboracion de sus ideas compositivas basicas es un factor que
ellos convierten en infranqueable.
El primer tema de este disco, ‘Natura’, evoca muy bien esta multivoca
descripcion que acabo de exponer. La exquisitez con la que interactuan los
elementos individuales es inapelable y contagiante en su frenesi, portando
un calor especial que en no poca medida debe a los coloridos alucinantes que
Seffer y Lockwood crean a traves de sus saxos y violines, respectivamente.
La seccion ritmica esta sostenida de manera tan impetuosa y precisa por la
ingeniosa dupla Truong-Prevost; en varias ocasiones, este ultimo usa su bajo
para realzar algunas secciones melodicas. Mientras tanto, Cahen articula sus
teclados al modo de un puente entre lo melodico y lo ritmico – me parecen
claros los referentes de Zawinul y, en menor grado, Corea en su estilo
personal. ‘Tserouf’ navega por aguas mas tiradas hacia el oleaje de sabor
funky, siempre conservando el aura de vanguardia que funciona como nucleo
esencial del sonido Zao: el solo de sintetizador resulta tan o mas
impacatante que los sucesivos solos de saxo soprano y violin – como sea, la
intensidad que proyecta el ensamble como un todo integro es, simplemente,
alucinante... con todas sus letras bien puestas en grafia mayuscula. Despues
del breve reposo semi-deconstruccionista que otorga ‘F.F.F.’, un dueto de
piano y violin donde Seffer se encarga del primer instrumento, el ensamble
regresa a su intensidad habitual con ‘Kabal’, tal vez con un gancho un poco
mas “directo” que en las dos primeras piezas. ‘Sadie’, por el contrario, nos
muestra la faceta mas serena de la banda, proveyendo en su composicion una
base armonica candida y agradable, ejecutada por la banda con cristalina
sensibilidad. El tema de cierre oficial, ‘Free Folk’, apela tambien a la
faceta mas candorosa de Zao, aunque con su notable dosis de densidad a lo
Weather Report, lo cual sirve para añadir un poco de tension al asunto –
mencion especial para el particularmente incendiario solo de violin que
aparece cerca de la mitad. El tema abre con un arreglo coral extraño y
etereo; los ultimos dos minutos son utilizados para crear un tempo en
crescendo hasta una medida explosion final que da pie a un reprise del
arreglo coral inicial: incluso en pasajes como este, la banda logra mantener
su compacta cohesion. El CD termina con un bonus track, ‘Salut Robert!’, una
pieza grabada en vivo con una alineacion ligeramente modificada. Se trata de
una pieza frenetica de jazz fusion, donde lo exotico ocupa un lugar
relevante merced a la presencia de percusiones latinas en el realce de la
seccion ritmica.
Solo me queda concluir que “Kawana” es toda una joya imprescindible para
todos los amantes del lado jazzero/vanguardista del progresivo: Zao se erige
como una de las manifestaciones mas privilegiadas de esta vertiente.
Cesar Mendoza
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