Temas
- Archipielagog (14:15)
- The Wrench (10:47)
- Rat Nebular (3:10)
- Xeric Ascension (13:23)
- A Dystopian Gyre (3:08)
- Cicada (18:56)
Integrantes
- Steven Anderson: guitarras, teclados, voz
- Boz Mugabe: bajo, sintetizador, voz
- Andrew Bushe: batería
Formado en Dublín en el año 2006, Yurt es un power-trío irlandés dedicado a
cultivar un híbrido de prog psicodélico y space-rock, siguiendo a ultranza las
pistas de los primeros encauzadores de ambas líneas de trabajo a fines de los
60s e inicios de los 70s (Hawkwind, Guru Guru, Neu!, el legado del stoner). Su
modus operandi quedó claro desde su disco debut de fines del año 2009 "Ege
Artemis Yurtum", y más recientemente, a fines de 2011, el segundo álbum
"Archipelagog" ha afianzado esta dirección musical de manera inapelable.
Los primeros 14 minutos y pico del álbum están ocupados por la pieza homónima.
Tras un preludio cósmico que huele a krautrock por todos sus flotantes
costados, el trío se asienta con premura y se explaya en su propia potencia
nuclear, elaborando una dinámica ruda, y a la vez, bien cuidada. Mientras se va
desarrollando la sección cantada, el grupo se dispone a alternar secciones
contundentes con otras de cariz más contenido. La aureola general de la pieza
se puede describir como un Amon Duul II blueseado remozado con flameantes
colores del primer Guru Guru y pasado por el filtro psico-contemporáneo de unos
My Brother The Wind. "The Wrench" sigue a continuación para coger vuelo a
partir de la contundente plataforma sonora edificada por el primer tema=85 !y
vaya que vuela alto este tema en cuestión! La robusta dinámica de los riffs y
la pulsátil visceralidad de la batería arman un cuadro sónico oportunamente
completado por el ingenioso oficio del bajista: aquí entramos ya a territorio
de Hawkwind, poderosamente alimentado con la gasolina del stoner y
focalizadamente sostenido por la maquinaria de fábrica "motorik". Con este
ejercicio de vitalidad optimista y agresiva, la gente de Yurt se asegura de
crear un impacto en la mente y el sistema nervioso del oyente empático. "Rat
Nebular" sigue por esta senda de intensidad pulsátil, pero esta vez con un
manejo un poco más constreñido de la garra rockera, lo cual permite al trío
realzar la faceta más directamente cósmica de su esquema: suena a un raro
híbrido entre el Jean-Michel Jarre primigenio y el primer Neu!, y
principalmente, funge como apéndice de "The Wrench". "Xeric Ascension" es la
ocasión para que el trío retome la contundente fiereza de los dos primeros
temas, especialmente enarbolando una vinculación con la muscular sofisticación
del primero. En todo caso, cabe añadir que el grupo incrementa su gancho en
esta pieza, dándole grooves especialmente llamativos al punche que
continuamente se va desarrollando a lo largo de las diversas secciones de la
pieza: hay ciertos pasajes donde se filtra cierto tufillo Black Sabbathiano en
medio de toda esta aventura psicodélico-progresiva. Se puede afirmar que "Xeric
Ascension" es un clímax especial del disco. Con "A Dystopian Gyre" se nos
devela un puente de flotantes sonoridades electrónicas, un breve trayecto
aleatorio que sirve como preludio a la magia proyectada para "Cicada",
monumental pieza que ocupa los últimos 19 minutos del álbum. El primer cuerpo
se basa en un motivo ceremonioso sobre un compás semi-lento, oportunamente
adornado con escalas de órgano, muy a lo Pink Floyd de la etapa 68-71. Poco
después de pasar la frontera de los 3 minutos, el grupo vira hacia un nuevo
recurso de visceralidad rockera, al estilo de Hawkwind y Blue Oyster Cult. Más
adelante, el grupo se traslada a una dimensión de improvisaciones cósmicas y
pulsaciones musculares que tienen mucho de Floydismo, kraut y avanzada
cibernética. Esta sección se cierra de manera fastuosa, con un aire de
expectativa marcado por la interacción entre las capas cósmicas de sintetizador
y los efectistas golpes de tambor. Pero lo que parece una solución final es en
realidad un pasadizo hacia el reprise de la sección pulsátil que tuvo lugar
anteriormente, articulado con una realzada voracidad en su fulgor rockero, al
modo de una nave que se enfila hacia la Luna para estrellarse sobre un cráter y
generar un auténtico Armagedón satelital. Al terminar la experiencia de
"Cicada", queda claro que su rol es el de instaurar un segundo y definitivo
clímax para el álbum.
Yurt es un grupo que sabe mantenerse fijo sobre su propio terreno familiar sin
dejar por ello de sonar fresco con cada nuevo viraje que tiene lugar dentro de
la expansión de una pieza particular: tiene la confianza y prestancia
necesarias para mantener un posicionamiento musical vibrante en medio de las
estrictas coordenadas bajo las cuales escoge el modus operandi de su
creatividad rockera. Prog psicodélico que obsesivamente añora aquellos tiempos
de emergencia y reacomodo de las vertientes psicodélica y space-rockera del
género progresivo, esto es lo que encontramos en "Archipelagog".
César Mendoza
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