Temas
- Sévére Réprimande (0:50)
- Catacresi (6:35)
- Omelette Norvegese (1:07)
- Corale Metallurgico (7:33)
- Danse Cuirassée (Periode Grecque) (1:03)
- Brachiologia (3:11)
- La Mosca Stregata (0:56)
- Quando la Morte Mi Colse nel Sonno (9:23)
- Skellotron 003 (1:23)
- Le Rovine Circolari (6:53)
- Anastomosi (1:28)
- Danze Corazzate (3:49)
- Labirinto d'Acqua (1:21)
- Incubi Concentrici (4:42)
Integrantes
- Paolo Botta: piano eléctrico, mellotron, órgano, Moog
- Stephan Brunner: bajo
- Maurizio Fasoli: piano
- Dave Kerman: batería en 4
- Tommaso Leddi: mandolina, flauta
- Massimo Mazza: vibráfono, marimba, glockenspiel
- Elia Mariani: violín
- Guiseppe A. Olivini: percusión, shakuhachi, Theremin
- Peter Schmid: clarinete, tubax, saxo subcontrabajo, flauta bajo, taragot
- Mattia Signo: batería
- Marco Sorge: clarinetes
- Markus Stauss: saxo
- Francesco Zago: guitarras, teclados
- Diego Donadio: arreglos percusivos
Nadie vio venir esto de Yugen como una propuesta radical de chamber-rock en el
progresivo, y con esto me refiero a las raíces neo que su fundador, el
guitarrista Francesco Zago, tenía como miembro fundamental de The Night Watch
(luego The Watch). Lo que tenemos aquí en “Labirinto d’Acqua” es un festín
musical de gran calibre y elevado espíritu aventurero que ensalza los senderos
de delirio, caos, cerebralismo surrealista, terror, turbulencia y mentalidad
enigmática que son tan propios de las vertientes experimentales progresivas con
fuerte raigambre en la academia contemporánea y la musique concrete. Este grupo
es un ensamble en el sentido más estricto de la palabra – la copiosa cantidad
de músicos involucrados cuenta con un espacio de expresión claramente delineado
dentro de la compleja organicidad a ser ejecutada en cada pieza. Zago es el
compositor, pero eso no significa que su guitarra ocupe un rol central dentro
de la instrumentación: más bien, él concentra el empleo de la guitarra a modo
de texturas y retazos complementarios a las líneas dibujadas por otros
instrumentos, y ciertamente su participación en los teclados adicionales
(teniendo en cuenta que el ensamble tiene ya a dos teclistas permanentes) sirve
para realzar la densidad propia de las orquestaciones dibujadas por la masa de
metales, maderas y violín que emerge en cada momento.
Los temas impares son preludios que anticipan las atmósferas principales del
tema inmediatamente posterior o interludios que engarzan ambientes entre dos
temas de expansivo desarrollo. ‘Sévére Réprimande’ es un ágil y misterioso
étude de piano que anticipa el tenor ceremonioso desarrollado en ‘Catacresi’,
pieza en la cual el ensamble pone toda la carne en el asador en cuento al
desenvolvimiento de contrapuntos y el saltante contraste entre los diversos
motivos. ‘Omelette Norvegese’ es un ejercicio de disonancia académica a través
del influyente filtro de Opus Avantra, el mismo que anuncia e lretorcido
frenesí de ‘Corale Metallurgico’, una de las piezas más decididamente
llamativas del disco. Con sus inclinaciones paralelas hacia el Univers Zero
77-81, el Henry Cow del “Western Cuture” y Dr. Nerve, esta pieza le sirve a
Yugen para rendir homenaje a la tradición del RIO y, a la vez, impulsar ésta
hacia nuevos horizontes en la escena contemporánea. ‘Danse Cuirassée (Periode
Grecque)’ tiene un aire de danza palaciega distorsionada a fin de encajar
dentro de un circo tétrico; ‘Brachiologia’ sigue adelante con la pomposa vena
heterodoxa de las piezas extensas precedentes, aunque sin duda los sonidos de
mellotron ayudan a darle un cariz etéreo adicional al asunto. ‘La Mosca
Stregata’ es un preludio intrigante a la pieza más extensa del disco, ‘Quando
la Morte Mi Colse nel Sonno’. El tema comienza con un acento bastante lírico,
otoñal y melancólico a despecho del robusto tempo creado por la batería. El
ambiente fastuoso no tarda en asentarse de manera clara (asemejándose un poco
al mejor Isildur’s Bane), pero en ningún momento se introduce Yugen en terreno
sinfónico: de hecho, los momentos más formalmente relajados son los que en el
fondo transmiten un aire de quietud amenazante e inescrutable, un misterio
grisáceo que seguramente oculta algo siniestro tras su espumosa bruma. Los
pasajes de mellotron surgen como una imagen del limbo que traspasa las barreras
de la realidad y la trastoca sin violentarla… pero sí hay violencia en el
abrupto ingreso de un minúsculo motif potente en el sexto minuto y cuarto. De
este modo, el terreno está preparado para el pasaje final, basado en un compás
de 15/8 que expone un dinamismo especial para el estándar del chamber-rock.
Todo el esplendor al cual nos condujo la pieza 8 se contrapone con el ejercicio
de minimalismo mellotrónico que supone ‘Skellotron 003’, el mismo que a su vez
haya su contrapeso en ‘Le Rovine Circolari’, toda una espiral neurótica que nos
brinda un matrimonio intenso entre el King Crimson 73-75 y Univers Zero,
ampliamente sazonado con intromisiones caóticas semejantes a las que hallamos
en los temas 2 y 4. Algo de esta onda muscular dentro del RIO también puede
hallarse en los discos de 5uu’s y Thinking Plague. Las amplias cadencias
lánguidas exploradas en esta pieza se extienden en cierto grado en el
interludio ‘Anastomosi’. La ruda y opulenta extravagancia de ‘Danze Corazzate’
nos brinda un nuevo vendaval, el cual da la apariencia de disolverse en el
fade-out demasiado pronto. El último interludio, precisamente el tema homónimo,
es un étude de piano que me recuerda mucho al que había dado inicio al disco;
la última pieza, ‘Incubi Concentrici’, se explaya con ágil reiteración en
motivos y ambientes de predominancia lírica, tal vez afines a lo que solía
hacer Miriodor en los 80s y 90s. Así concluye este estupendo disco de Yugen,
banda italiana dispuesta a generar talento y fuerza suficientes para
revitalizar en proporciones geométricas la desafiante herencia del RIO en la
presente escena progresiva.
César Mendoza
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