Temas
- Rãh
- Jamais Tranquille
- Al Abad
- Piège
- Force
Integrantes
- Patrick Boileau: batería, sintetizador
- Jad Ayache: guitarras, sintetizador
- Nicolas Neimer: bajo sin trastes
Colaboradores – Alex Ferrand (saxo), Nicolas Genèt (trompeta)
Grabado en 1993 pero producido y editado por Musea dos años después, “Second
Ere” muestra a un Xaal decidido a explorar los eclécticos delineamientos
sonoros que ya se habían plasmado en su disco debut “En Chemin”. Aquí se plasma
un trabajo más detallado en los contrastes entre las facetas más agresiva y más
etérea del grupo; de este modo, Xaal se enfila hacia un tratamiento más
focalizado de sus composiciones y arreglos en torno a su propuesta ecléctica
donde se combinan el prog vanguardista, el filo neurótico del crimsonismo, el
jazz-fusión, la psicodelia de base heavy y el space-rock.
Con capas cósmicas de sintetizador debidamente adornadas con redobles de
tambores y retazos de guitarra se abre la primera pieza ‘Rah’, derivando al
poco rato en una sección donde confluyen el pulsacionismo de inspiración zheul
y el aura oscuramente misteriosa del chamber-rock a lo Present. La presencia de
ciertos tonos étnicos arábigos ayuda a realzar el espíritu de misterio. Lo
exótico se acrecienta con la segunda pieza ‘Jamais Tranquille’, cuya cadencia
rítmica y armonías sobregrabadas de guitarras nos remiten a paisajes
norteafricanos: los fraseos de bajo añaden una dosis extra de excelencia a un
despliegue instrumental que, a mitad de camino, sube un poco de intensidad con
la incorporación de tonalidades duras convincentemente proporcionadas por la
guitarra. Esta sección fuerte parece como si fuera una composición perdida de
Fripp de los tiempos del “Red” interpretada por Shylock tratando de emular a
Primus – en verdad que no se me ocurre una mejor alegoría que ésta. Co!
n sus 10 ½ minutos de duración, ‘Al Abad’ conforma el tema más extenso del
disco. Volviendo sobre las alusiones exóticas arábigas, ‘Al Abad’ comienza con
un clima grisáceamente contemplativo, al estilo del Weather Report de la
primera mitad de los 70s: los vuelos del saxo de Ferrand ayudan a cimentar esta
impresión. Más bien, el solo de guitarra no se ciñe tanto a los parámetros del
jazz sino al de la psicodelia cósmica, como un punto intermedio entre Steve
Hillage y Chris Karrer. ‘Piège’ mantiene una cadencia lánguida un poco similar
a la de la pieza precedente, pero con una tensión mucho mayor, pertinentemente
plasmada por la cadencia tribal de la dupla rítmica y los tonos
acrecentadamente psicodélicos de la guitarra. Es solo cuestión de tiempo para
que la banda torne hacia una dinámica rítmica más ágil, lo cual sucede poco
antes de llegar al cuarto minuto y medio: es entonces que el esquema de trabajo
se hace más plenamente jazzero con un sutil adorno space-rock provisto!
por las texturas del sintetizador. Realmente siento que este tema no llega a
capitalizar el clímax que parece anunciarse, pues el final llega un tanto
abruptamente. Esto se mejora con la pieza de cierre ‘Force’, tema donde el
grupo revitaliza y fusiona las influencias de Shylock y Potemkine, tal vez con
un enfoque un poco más agilizado. El solo de guitarra es simplemente
electrizante, estableciendo virtuosos vuelos a lo McLaughlin. La presencia de
los dos invitados en metales ayuda a reforzar la dinámica de la pieza a través
de su constante esquema rítmico, donde el baterista también encuentra campo
para el lucimiento personal sin atentar contra el equilibrio global. Es una
pena que el disco no llegue siquiera a la marca de los 40 minutos, pues se nota
por el repertorio existente que en el seno del grupo se cocinaba una muy
solvente variedad de ideas musicales.
Para cuando “Second Ere” salió al mercado, Xaal ya estaba disuelto como
colectivo musical, pero vaya si este joven y efímero grupo no se despidió en el
culmen de su energía y vitalidad: en lo personal, este trabajo no me impacta
tanto como “En Chemin”, pero es un dignísimo sucesor del mismo. Al echar un
vistazo al pasado reciente del rock progresivo y fijarnos en Xaal, podemos
advertir que este ensamble encarnó un engarce entre la herencia de Shylock y
las propuestas sonoras años más tarde desarrolladas por bandas también
francesas como Taal y NeBeLNeST.
César Mendoza
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