Temas
- Numbquon (2:19)
- 45 Seconds (0:48)
- Descension (12:32)
- Swabin' the Deck (3:20)
- Random Denouncement (5:19)
- Modulation 4 (6:01)
- Evening No Star (4:16)
- Attention, Applause, Silence (1:07)
- Dark Rainbow (11:11)
- Metal Tweek (Desert Hesh/The Days Of Meth) (2:12)
- 2-Pin Connection (7:13)
- Tortuga (5:11)
- Nails Wine Dio (8:43)
Integrantes
- Paul Lai: guitarras, sintetizador Moog, metales
- Cameron Presley: guitarras, sintetizador Moog, metales
- Jesse Klecker: batería, percusión
Colaboradores - Devin Samo (bajo), Bobb Bruno (bajo), The Mike Flowers Pops
(corneta con sordina)
Segundo disco de Upsilon Acrux, banda que por lo visto tenía un amplio
repertorio para empezar (o estaba en una increíble vena creativa... o ambos),
pues "The Last Pirates of Upsilon" a solo meses de disco debut "In the Acrux of
the Upsilon King", y eso que estamos hablando de dos discos que superan la
barrera de los 70 minutos. A medida que el grupo va afianzando sus eclécticas
maneras de modernizar lo progresivo dentro de su propuesta musical, también se
va encontrando con algunas inconsancias en su formación: me refiero
específicamente al rol del bajista, que no cuenta con un sitial fijo en este
momento de la carrera de Upsilon Acrux. Un factor fácilmente palpable a
escuchar este disco es que UA está más decidido a llevar su espíritu
experimental hacia límites más ambiciosos, especialmente en lo que se refiere a
explorar sonoridades caóticas: esto conlleva la exigencia de desarrollar
esuqmeas sonoros aún más agresivos que los que efectivamente se expusieron en
el disco debut.
"Numbquon" abre con cuatro golpes traviesos antes de explayarse en una sección
radiantemente esquizofrénica donde el dadaísmo y la neurosis se destilan a
raudales: mucho poder progresivo en menos de 2 BD minutos de duración. Después
de los 45 segundos de frenético "zappanismo" que conforman "45 Seconds" (un
título genial, vamos), llega algo más alucinado aún, "Descension". Su
tremendamente caótico prólogo se hace digerible debido a que está engarzado con
la pieza precedente; luego, mientras podemos empezar a notar cierta estructura
en los arreglos de metales, el baterista se compromete en un entusiasta solo
que reitera los aires zappianos que e grupo se está tomando muy a pecho.
Después sigue un pastiche desafiante donde se suceden un solo cósmico de bajo y
otro pasaje aleatorio marcado por el solo de batería. Luego, la ilación
transita por una suerte de satirización del free-jazz, una deconstrucción
catártica y otro más influido por los jams lisérgicos del krautrock - todos
estos pasajes mencionados dan espacio preferente a los aportes del saxo y a
trompeta. De todas maneras, se ve venir que el caos furioso ha de imponerse en
la coda, y en efecto, eso es lo que sucede. No esperemos algo más estructurado
en la apertura de "Swabin' the Deck", pero poco a poco la dupla rítmica va
instalando un enclave que crea un adecuado contrapelo a los inescrutables
efectos de guitarra y sintetizador. La ambientación tan grisáceamente retorcida
que se ha venido gestando en lo que va del disco se resuelve con las
extrovertidas travesuras progresivas de "Random Denouncement", plasmadas con
pletóricas dosis de energía y habilidad. "Modulation 4" apunta a la muy
distinta esfera del ruidismo de base industrial, en base a un motivo cacofónico
y minimalista elaborado con efectos de ingeniería que cortan y articulan riffs
de guitarra y efectos de sintetizador. "Evening No Star" comienza apostando por
un giro radical hacia atmósferas lánguidas a lo post-rock, antes de que entre
por asalto una nueva exhibición de caos tormentoso, el mismo que completa de
manera inesperada el espíritu nocturno de la pieza en cuestión hasta la breve
coda.
"Attention, Applause, Silence" es un ágil ejercicio de math-rock que aporta un
aura de gracilidad por un pequeño rato, antes de que "Dark Rainbow" llegue para
explayarse en atmósferas cósmicas abiertamente misteriosas, expuestas sobre un
sólido crescendo minimalista al estilo post-rock (pensando en GYBE! mezclado
con Tortoise) - 11 minutos de gloriosa densidad. Después de esta pieza tan
abiertamente etérea, "Metal Tweek (Desert Hesh/The Days Of Meth)" retoma el
colorido travieso que había marcado temas breves precedente, completando
convenientemente el cuadro expresivo plasmado en la secuencia de estos tres
temas. "2-Pin Connection" restablece la faceta industrial de la banda,
registrando una robusta utilización de sucesivas atmósferas mecanizadas que
mucho tienen que ver con la esencia del krautrock, y por qué no, también con la
filuda psicodelia propia del estándar más bizarro del noise-rock. "Tortuga" es
un jam frontal y directo, muy en la onda de Sonic Youth en su faceta más
"pretenciosa", mientras que "Nails Wine Dio" se retrotrae hacia estrategias
caóticas de forma libre, anticipando que el oyente podría olvidar cuán
relevante había sido este esquema de trabajo en previas secciones del disco.
Hay momentos de este tema en los cuales el grupo se solaza en manifestar su
potencial de agresividad sónica en sus retorcidas cacofonías. De este modo
concluye nuestra experiencia con "The Last Pirates of Upsilon", disco que
revela magníficamente las intenciones de Upsilon Acrux de expandir su osada
propuesta progresiva para nuestros tiempos.
César Mendoza
|