Temas
- De Astrologia (19:30)
- Coerenza Della Percentuali (17:32)
- Les Plantes Magiques (7:35)
- Ato Piradime (15:51)
- Mors, Ultima Linea Rerum (6:06)
- Vento Madre (13.24)
Integrantes
- Yanik Lorenzo Andreatta: bajo
- Antonio Fedeli: saxofón
- Ana Torres Fraile: voz
- Uto Giorgio Golin: batería, percusión
- Fabrizio Mattuzzi: teclados, piano eléctrico
- Daniele Valle: guitarra
Colaboradores - Francesco Festi (voz), Adriano Vianilli (voz en 6), Antonello
Cunego y Mario Libera (tenores en 3), Dante Cavazzoni y Emiliano Modena
(barítonos en 3)
Ocho años después del disco debut "Il Rituale Alieno", el exquisito aquelarre
zeuhl italiano Universal Totem Orchestra aportó su segundo álbum "The Magus"
para la alucinada fiesta progresiva vanguardista que se prolonga alrededor del
mundo en el nuevo milenio=85 más exactamente, el año 2008, justo un año antes
que el último disco de Runaway Totem hasta la fecha ("Manu Menes"), grupo del
cual se ha derivado este que pasamos a reseñar a continuación.
El álbum comienza de manera grandilocuente y rimbombante con 'De Astrologia',
pieza que ostenta sus ambiciones sonoras a través de su espacio de casi 20
minutos. Empieza bien a lo Magma con Eskaton, con una estupenda coordinación
entre las atmósferas y cadencias de la instrumentación y los peculiares
arreglos corales, solo interrumpidas por una sección de corte space-rock sobre
el cual se explaya un excelente solo de guitarra. A poco de pasada la barrera
de los 4 minuto y medio, la acción llega a un final solemne que se completa con
un ceremonioso pasaje de piano. A eso de los 6 minutos, el grupo retoma su
esquema global y se aventura sobre otro motivo con la solidez y confianza que
se espera de este ensamble tan bien integrado. Después de la barrera de los 11
minutos, una base armónica de sintetizador nos abre las puertas a un pasaje
neurótico que parece sacado de una fusión nuclear entre la angustia
oscurantista de Present y el dinamismo esquizoide del estándar crimsoniano. La
sección dura lo suficientemente como para asentar un clímax intenso con claros
ribetes demenciales, pero no se excede en su progresión, sino que más bien cede
paso a un motivo más ágil, afín a la faceta más amable de Eskaton, aunque para
nada exento del espíritu desafiante propio de este ensamble: en todo caso, el
swing de base jazz-fusionesca domina ahora la ambientación=85 al menos hasta
que llega la coda que retoma la oscuridad present-crimsoniana para el medio
minuto final. Un gran final para un tema majestuoso y elegantemente
inquietante. 'Coerenza Delle Percentuali' también es bastante extenso: dura 17
BD minutos. La pieza comienza de forma muy intrépida, reiterando el factor
Present así como los matices crimsonianos en la mayoría de los fraseos de la
guitarra solista, pero cada vez que ingresan las partes cantadas, los
paradigmas zeuhl de Magma y Eskaton reemergen de forma natural. En algún
momento, el asunto vira hacia un interludio reposado donde el bajo asume un
protagonismo solitario fungiendo como guitarra clásica al modo de un sencillo
motivo barroco retorcido por temerarios matices góticos, muy pero que muy
sutiles, pero lo suficientemente oscurantistas como para permitir que el canto
de Fraile ingrese para evocar imágenes raras de una dimensión oscura. Poco
antes de la barrera de los 12'30", las cosas vuelven a intensificarse aunque
ahora con un aire más etéreo, pues la banda incluye una notable dosis de
sonoridades de corte space-rock a través de los sintetizadores: la vibración
general es soberbiamente sobrellevada por la precisa labor de la dupla rítmica
mientras el motivo en curso reelabora sus propias reiteraciones hasta marcar el
momento final. 'Les Plantes Magiques' se atornilla más consistentemente en un
esquema de trabajo propio del ambiente de cámara: se puede describir como un
intermedio entre la solemnidad formalista de Opus Avantra y el delirio
arquitectónico de Runaway Totem en esos momentos donde recurre a trucos
académicos.
'Ate Piradime' es otra pieza de actitud fastuosa y extensión ambiciosa: dura
casi 16 minutos. La base compositiva de esta pieza refleja mayores dosis de
amabilidad y colorido que 'Coerenza Delle Percentuali' o 'De Astrologia'. El
prólogo de 'Ato Piradime' consiste en un canto etéreo (en idioma español)
arropado de envolventes capas de teclado, algo a medio camino entre el new-age
y el sinfonismo más relajado. El cuerpo central utiliza una estrategia muy
interesante para generar novedad dentro de la línea de este álbum: utiliza
atmósferas misteriosas e ideas melódicas razonablemente inquietantes para
reciclarlas a través de un arreglo instrumental sólido que se orienta más al
jazz-fusión que al zeuhl ortodoxo. De todas maneras, siempre está la guitarra
de Daniele Valle para asegurarse de que la neurosis y la ansiedad no
desaparezcan totalmente del mapa sónico de la banda. Una mención especial va
para el interludio que retoma el motivo inicial sobre la base del piano
eléctrico: !es de una belleza imponente y desarmadora! 'Mors, Ultima Linea
Rerum', a despecho de las alusiones tanáticas de su título, el cual anuncia a
la muerte como la última línea de las cosas, resulta la composición menos densa
del álbum: se trata básicamente de una atractiva incursión en áreas del
jazz-rock con la misma prolija estilización que utiliza el ensamble para sus
viajes musicales más recurrentes en la pieza precedente, incluso conservando
intacta buena parte de su punche, pero esta vez con un uso más expresivo de
colores musicales dentro de los desarrollos muy controlados de las armonías de
base, solos y cadencias rítmicas. El breve motivo común a su preludio y epílogo
porta un sello psicodélico efectivo dentro del esquema global de la pieza.
'Vento Madre' ocupa los últimos 13 minutos y pico del álbum: no hay nada nuevo
aquí pero aún funciona una creatividad única, capaz de generar ideas excitantes
y llameantes. El factor Eskaton (también algo de Weidorje, también) es el
referente predominante para el motivo principal, el cual traza el ambiente
general así como el pasaje final; en medio, una sección que empieza con el
ceremonioso protagonismo del piano eléctrico y gradualmente deriva en una
grisáceamente juguetona expectante sección emparentada con los rituales zeuhl
más recientes de Neom y Setna, marca un extenso momentum expectante antes de la
coda. Un bello final para un disco magnífico: con "The Magus", Universal Totem
Orchestra ha dado amplias muestras de que ha sido capaz de superarse a sí mismo
varios años después de su también excelente disco debut.
César Mendoza
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