A diferencia de muchos de los grupos britanicos de principios de los 80, que instalaron el llamado neo progresivo (y cuyos representantes mas destacados fueron Marillion, IQ y Pendragon), Twelfht Night no intento tomar todos los elementos que Genesis habia dejado de lado. Su musica fue mucho mas original, si bien su sonido se enmarca claramente dentro del neo prog.

Geoff Mann, cantante fallecido en 1993 y alma de la banda, tenia una voz muy particular que, a veces, recuerda al Peter Hammill mas atormentado y de hecho- Twelfht Night trae mas reminiscencias de Van Der Graaf Generator que de Genesis. Fact And Fiction, precisamente, suena como un cruce modernizado entre estas dos fabulosas bandas.

Magnificas melodias apoyadas en el gran trabajo de teclados, guitarra y base ritmica y, sobre todo, en la voz de Mann, que imprime al album un sello inconfundible.

Entre los ocho temas se destacan We Are Sane y Creepshow, pero todos valen la pena. Un disco excelente.

marceplus@hotmail.com

Temas

1. We are Sane [ a) Te Dium b) We are Sane c) Dictator’s Excuse Me ]
2. Human Being
3. This City
4. World without End
5. Fact and Fiction
6. The Poet Sniffs a Flower
7. Creepshow
8. Love Song

Integrantes

• Geoff Mann: voz, efectos de sonido
• Andy Revell: guitarras electricas y acusticas
• Clive Mitten: teclados, bajo, guitarra clasica
• Brian Devon: bateria, percusion

Este fue el segundo trabajo auto-agenciado de Twelfth Night con Geoff Mann como vocalista, frontman y artista grafico en sus filas. Despues de su “Smiling at Grief”, TN incremento la intensidad del culto de sus fans y la atencion generada por la prensa musical londinense sensible a la propuesta neo-progresiva, logrando asi afianzar su posicion como banda pionera del neo britanico. Este trabajo no es solo fundamental e imprescindible para entender la esencia mas acabada del nuevo sinfonismo, sino que tambien contiene algunas de las piezas mas fabulosas de la historia del genero. El bajista Clive Mitten se hizo cargo de los teclados de una forma muy solvente, tras la partida de quien fue tecladista de la banda durante los dos años anteriores.

El disco comienza con ‘We are Sane’, un opus de casi 10 ½ minutos de duracion, cuya lirica se centra en el lado mas oscuro y arbitrario de las politicas liberales de planificacion familiar: no sera la unica vez que Mann hace uso de sus dotes poeticas para verter una mirada critica hacia el mundo contemporaneo, tanto en asuntos de corte moral como social. Los recovecos creados por los sucesivos motivos de la partitura y la solida interaccion entre los musicos recrea exitosamente el lado epico de Genesis, pero a su vez, se siente algo muy contemporaneo en varios detalles faciles de notar: las texturas y efectos digitales de teclado estan emparentados con la onda del Japan de los primeros 80s y el Ultravox de la era Midge Ure, mientras que varias intervenciones de la seccion ritmica suenan mas a post-punk y new romantic que al ELP o al Yes de la primera mitad de los 70s. Con todo, la amalgama integral se siente genuinamente progresiva (y no me refiero solo a este tema), exhibiendo sus pretensiones artisticas con conviccion y sin complejo alguno. El mayormente heterodoxo estilo vocal de Mann nos puede recordar a la furia aspera de Hammill a veces, y otras, a la desfachatez satirica que Gabriel vierte en clasicos como ‘Supper’s Ready’ y ‘The Battle of Epping Forest’. La otra gran suite del disco es ‘Creepshow’, otra pieza de corte social (esta vez centrada en el asunto de la alienacion de la cultura consumista moderna y la apatia de los individuos mas pasivos de la sociedad), y podemos decir que en ella no solo se mantienen, sino que incluso se intensifican las aureolas de tension y dramatismo que tan buenos resultados habian dado en el emblematico tema de apertura. Eso si, la presencia destacada de la guitarra acustica en varios de los pasajes que van apareciendo ayuda a realzar el caracter evocativo de ciertos motivos melodicos – pero no hay que esperar que el canto de Mann deje de ser tan chocante (y tal vez irritante) como usualmente lo es.

Entre estos dos monstruos se ubican – ‘Human Being’, una pieza menos compleja que las dos mencionadas anteriormente, pero tambien ubicada en un contexto de art-rock teatralizado y sofisticado con un sonido moderno; ‘This City’ y la cancion homonima, dos canciones mas cortas, paralelas en cierto modo a Gary Numan y OMD, aunque siempre con sus ribetes y adornos de inspiracion progresiva, algo asi como un PF reciclado en un aura musical cercana al tecno-pop; ‘World without End’, un hermoso y etereo instrumental que sirve de preludio a ‘Fact and Fiction’, y ‘The Poet Sniffs a Flower’, otro instrumental aun mas hermoso y etereo que antecede a la turbulencia de ‘Creepshow’. El cierre del disco lo constituye ‘Love Song’, una bellisima balada con base de guitarra clasica: y como son las cosas... Mann decide entonar su canto de manera mas convencional, asumiendo una actitud candida, como la de alguien que quiere compartir su plegaria con quien este al lado en una ceremonia religiosa. La letra humanista de Geoff Mann - quien nos quiere motivar a recuperar el espiritu de solidaridad y amor al projimo en oposicion al odio, la tirania y la injusticia social - halla su correlato en la fina instrumentacion, apoyada en las elegantes orquestaciones de teclado, hasta llegar al climax con un hipnotico solo de guitarra. Mientras Geoff nos proporciona una ultima reflexion (“Cuando sientas que tu corazon esperanzado / te ha llevado al dolor, / recuerda el consejo del Carpintero / perdona y vuelve a amar otra vez / y otra vez...”), las cortinas finales de teclado nos urgen a mantener la esperanza de redencion en un mundo tan paradojico y autodestructivo como este.

La emocion que yo siento cada vez que termina esta cancion es una extension de la satisfaccion estetica que se produce en mi cada vez que escucho el disco en bloque. “Fact and Fiction” es un disco super-alucinante, y solo puedo recomendarlo a todos aquellos que busquen acercarse al sinfonismo moderno sin prejuicios; por supuesto, la recomendacion es doble para los fans del neo.

Cesar Mendoza

[Dedico esta reseña a la memoria de Geoff Mann]