Temas:
- Spider Boogie (0:52)
- Market Street (5:33)
- Anerley Road (7:14)
- Through the Tunnel (5:52)
- The Branch Office (2:06)
- Rescue (3:56)
- Killarney 1 & 2 (3:53)
- Storks Bill Geranium Waltz (1:03)
- Me and My Boy (3:13)
- Freethought (2:14)
- Zoo Lake (4:08)
- Gazania (3:11)
Personal:
- Trevor Rabin: todas las guitarras, bajos y teclados; composiciones, arreglos
y producción.
- Tal Wilkenfeld: bajo eléctrico (3).
- Vinnie Colaiuta: baterÃa (2, 4).
- Lou Molino III: baterÃa (3, 10).
- Ryan Rabin: baterÃa (5, 9).
- Liz Constantine: voces (6).
Empecemos diciendo que éste es un gran disco. Digamos también que ésta obra
estÃ! muy lejos de aquellos sonidos que otrora han destacado a éste talentoso
músico, ya sea en su época en Yes o de sus trabajos solistas de los ochenta.
AtrÃ!s quedó la imagen del guitar-hero-adolescente que le hemos conocido a
Trevor Rabin: aquà hay madurez y calidad compositiva e intrepretativa que en
Yes apenas comenzó a aflorar. En este "Jacaranda" se combinan la exquisitez,
el brillo, el virtuosismo y la inteligencia incluso a la hora de los
arreglos y de la producción en tan solo 12 temas que no llegan a los 44
minutos en su totalidad. Suficiente, aunque por ahà queden ganas de seguir
escuchando mÃ!s.
Un trabajo totalmente instrumental. Apenas se lo oye a Rabin exhalar algún
gesto de placer en uno u otro tema, pero nada mÃ!s. Considero que eso es un
punto muy positivo, y no porque el sudafricano tenga mala voz, sino todo lo
contrario: es un buen cantante, pero siempre se destacó mÃ!s por sus
cualidades como multi instrumentista, y aquà lo demuestra con creces.
Sobre el disco en sÃ, convendrÃa dividirlo por la mitad: los cinco primeros
tracks bien podrÃan estar conectados a manera de obra casi conceptual con
muchÃsima potencia y grandes bases rÃtmicas, con "Spider Boogie" como
simpÃ!tico prólogo en donde Trevor expresa en menos de un minuto que sus
virtudes en las guitarras acústicas y eléctricas siguen intactas. "Market
Street", tema que le hubiera sentado muy bien a Yes, demuestra que Rabin no
ha olvidado sus raÃces dentro del rock, con un gran trabajo de Vinnie
Colaiuta (Chick Corea, Frank Zappa, Joni Mitchell, Jeff Beck, Sting y la
lista sigue). "Anerley Road", con una intro a lo Wes Montgomery, da la
bienvenida a una gran y joven bajista, Tal Wilkenfeld -Jeff Beck (Escuchar
el gran disco "Emotion & Commotion", también con V. Colaiuta), Eric Clapton,
Allman Brothers Band; gran revelación en el jazz y la música fusión-, en el
único tema "largo" del disco, lleno de pasajes introspectivos. "Through the
Tunnel", con un comienzo muy suave, es en mi opinión una oda a Mahavishnu
Orchestra y un gran homenaje a su admirado John McLauglin, uno de los puntos
mÃ!s interesantes del registro, con un tremendo Colaiuta que se sale por
tocar 'a lo Cobham'. Hay algunos fraseos muy propios de música de pelÃculas
de acción -género que Trevor no desconoce, como todo fan de éste músico
sabe-, pero nunca abusa de ellos, a lo que tenemos que estar una vez mÃ!s
agradecidos. "The Branch Office", tema que aparenta ser solo cuerdas y
piano, gratamente introduce a Ryan Rabin -su hijo- en la baterÃa en forma
breve, demasiado breve para mi gusto.
"Rescue", tema que Trevor compuso para la pelÃcula "The Guardian", es en mi
opinión lo menos relevante del disco. Correctamente interpretado por una Liz
Constantine, cuya voz fue bien acolchonada por teclados y con una intro y
final hechas por una potente y a la vez discreta guitarra eléctrica, no pasa
de lo anecdótico, aunque fuerza decir que, en materia de soundtracks para
pelÃculas, Rabin demuestra que sabe del oficio como uno de los mejores.
Sacando "Me and my boy", un tema casi pop-rock mezclado con fusión (También,
con su hijo Ryan), el resto de las composiciones van mÃ!s hacia la
exploración intimista con aproximaciones hacia la música clÃ!sica ("Killarney
1 & 2", "Gazania") y el jazz ("Freethought", "Zoo Lake"), todos
brillantemente ejecutados y arreglados. Prestar especial atención al piano
de "Killarney", en un estilo muy 'a lo Wakeman', una pequeña pieza que
realza la capacidad de este músico en los teclados y en la amplia paleta
sonora que cruza por su cabeza. Una delicadeza.
Los años que sucedieron desde el notable y no muy valorado "Talk" hasta la
fecha no han sido en vano. Rabin ha cultivado una gran capacidad de trabajo
en base a sus aportes a la producción de música de pelÃculas y eso se
evidencia en la gran calidad del presente trabajo. Gran regreso y muy
recomendable tanto para fans de éste músico como a los de Yes o simplemente
para aquellos que quieran disfrutar de una obra en donde mayormente
predominan guitarras acústicas y eléctricas por igual y con un increÃble
buen gusto. Muy bueno.
Eduardo Norris
Rafaela, Santa Fe, Argentina
Agosto 2012
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