Temas
- Mannen Pa Bänken (5:17)
- Barnet (8:48)
- Tavlan (6:17)
- The Dance (4:31)
- Glorious War (7:31)
- Till En Sputnik (4:57)
- Paus (1:34)
- Efter After (10:17)
Integrantes
- Stefan Fredin: bajo, voz, guitarra acústica
- Dag Lundquist: batería, percusión, coros
- Robert Zima: voz
- Christer Akerberg: guitarras eléctricas y acústicas
- Mats Lindberg: teclados
- Olle Thörnvall: letras
Trettioariga Kriget no necesita mayores presentaciones ante los ojos de la
comunidad internacional de amantes del rock progresivo (o para su mayor parte,
en el peor de los casos). Sus dos primeros discos 70eros instauraron un modelo
de avanzada rockera donde el hard rock, el prog y la psicodelia heavy confluían
de manera sólida y bien amalgamada. Tras un lento periodo de declive que se
prolongó hasta mediados de los 80s, el grupo resucitó para desarrollar una
renacida carrera fonográfica a lo largo del nuevo milenio: "Efter Efter" es la
más reciente entrega dentro de esta la fase actual del grupo.
Los dos primeros temas, 'Mannen Pa Bänken' y 'Barnet' asientan cabalmente
muchos de los indicios más recurrentes de garra rockera y sensibilidad melódica
en torno a los que se sostendrá el repertorio global del álbum. El primero es
un ejercicio de rock melódico, refinado y ágil, donde los motivos de las
mudanzas y estribillos se engarzan con naturalidad. El segundo elabora un
sendero musical un poco más fastuoso, con claras afinidades sinfónicas que se
manifiestan especialmente en el bloque instrumental intermedio, el cual incluye
atmósferas claroscuras parcialmente asimiladas al esquema crimsoniano temprano,
así como un interesante e inesperado par de pasajes disonantes que guardan
fuertes aires de familia con el estereotipo gentle-giantiano. 'Tavlan' es una
balada patentemente estilizada, con tufillos blueseros en algunos guitarreos
que le proporcionan ramalazos de una garra que sale a relucir prudentemente en
algunos pasajes mientras que en otros se concentra en la simple melancolía,
aunque la mayor manifestación de emotividad está reservada , para el solo de
sintetizador final, cuya vibración contemplativa parece emerger de los dedos de
un "Rick Wright resucitado". Hay una agradable aura añeja en esta pieza, algo
emparentado con lo que hacían Cressida y Procol Harum en tiempos en que el
género progresivo estaba al borde de la madurez; ante todo, se trata de una
composición bonita, efectiva a la hora de reflejar un ánimo evocativo. 'The
Dance' también porta un aire retro inocultable, aunque en el caso de esta
banda, se trata más realistamente de una exploración en algunas de sus raíces
estilísticas originarias: un blues-rock suavemente empapado de cadencias folk
recicladas a través de un filtro suavemente sinfónico. Se puede describir como
una composición abandonada del Fleetwood Mac de Peter Green retomada por un
combo de músicos del Camel pre-"Mirage" y del Procol Harum de la etapa "Home".
?Estábamos justo hablando de cosas retro? Pues 'Glorious War' llega para
asentar más fuertemente esta cuestión, pues se trata de una vieja composición
que la banda trae a colación para ahondar en la actitud más serena y
contemplativa que hizo acto de presencia en 'Tavlan', solo que aquí la actitud
no es de reflexión sino casi como un relato. La primera sección cantada
transmite un aire de expectativa, mientras que la segunda sección empieza
refleja un aire más envolvente, al modo de un relato de una leyenda medieval;
su compás en 3/4 es aprovechado por el ensamble en bloque para completar un
estupendo esquema progresivo blueseado que suena a un híbrido entre el TK de
los 70s y el Pink Floyd post-"Dark Side". 'Till En Sputnik' es básicamente un
ejercicio de rock'n'roll reactivado con tonos hard, una pieza que no hubiera
estado fuera de lugar en uno de los discos de Deep Purple pre-Gillan o de Uriah
Heep pre-"Demons And Wizards": esta canción parece diseñada para poner la cuota
de diversión rockera, aunque para nada está exenta de arreglos estilizados. El
tema homónimo es el encargado de ocupar los últimos 10 minutos y pico del
álbum, pero le precede la corta balada acústica 'Paus', muy a lo Bread. Acto
seguido, 'Efter Efter' establece un nuevo ejemplo de la maestría de TK a la
hora de crear rock melódico de fuerte raigambre hard y amplias sensibilidades
sinfónicas y psicodélicas: el espacio del que goza le permite reforzar los
motivos insertos en su desarrollo, lo cual asegura un cierre debidamente
fastuoso para el disco.
Como balance general, cabe concluir, en primer lugar, que este disco no iguala
la brillantez ni la especial sofisticación vertidas en discos anteriores como
el muy notable "Elden Av Ar" y el muy estilizado "I Borjan Och Slutet", pero en
segundo lugar, es justo afirmar que "Efter Efter" confirma que esta banda
veterana y reemergida mantiene un crédito creativo bastante valioso, fiel a la
posición musical que siempre defendió en los mejores momentos de su carrera:
rock sólido con un fuerte interés en desarrollos melódicos inteligentemente
armados con inspiración prog sinfónica. Destaco personalmente a 'Barnet',
'Tavlan' y 'Glorious War' como las composiciones más logradas del álbum.
César Mendoza
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