Temas
- Seven Ways Till Sunday (4:47)
- Consider Yourself Judged (4:45)
- Endeavor (6:25)
- HAAS Kicker (7:09)
- Hollywood Swinging (3:37)
- Inverted Ballad (3:12)
Integrantes
- Adrián Terrazas: saxofones, flauta, clarinete bajo, percusión
- Javier Reyes: guitarra
- Tosin Abasi: guitarra de 8 cuerdas
- Eric Moore: batería
T.R.A.M. es el nombre de esta congregación musical formada por Adrian Terrazas
(vientista de The Mars Volta), Eric Moore (baterista de Suicidal Tendencies) y
los dos guitarristas de Animals As Leaders Javier Reyes y Tosin Abasi. Desde la
afortunada confluencia de estos heterogéneos pedigrís de rock ecléctico,
hardcore punk y metal progresivo, emerge una fuerza musical que ofrece un
tremendamente vitalista híbrido de avant-jazz, math-rock, neurosis de
inspiración Crimsoniana y noise dentro de un encuadre progresivo que resulta lo
suficientemente sugerente como para matizar de forma convincente la tormenta
sónica que late en la comunión de estos cuatro músicos. El nombre de T.R.A.M.
obedece a las iniciales de cada uno de los geniales elementos individuales que
conforman este todo: "Lingua Franca", su obra debut editada en febrero de este
año, impone una fuerza expresiva exigente y única en un espacio de media hora.
Media hora de música, demasiado poca para permitir al oyente degustar toda la
miel de este panal sónico, más que suficiente para dejar constancia de la
soberbia vitalidad que este ensamble aporta a la vanguardia rockera del
momento.
Repasemos ahora el disco en cuestión. "Seven Ways Till Sunday" lo abre con una
ágil combinación de cadencies jazz-rockeras y dinámica math-rockera, pero sin
llegar a un auténtico desborde: la energía en curso está pertinentemente
articulada bajo un esquema bien equilibrado. Eso permite que el tránsito del
primer motivo al segundo, basado en un swing de corte Latin-jazz, sea
perfectamente fluido. La dupla de "Consider Yourself Judged" y "Endeavor" que
sigue a continuación sirve para reforzar el posicionamiento estético de la
banda y explotar sus aristas más robustas, siempre cuidándose de extrapolarse
hacia senderos de descontrol. El grupo edifica su hogar en un área de
contención. En "Consider Yourself Judged" cabe destacar el modo en que la
soltura cálidamente fiera del saxo y los adornos complejos de la batería
cuadriculan los arreglos nucleares del cuerpo central. Por su parte, "Endeavor"
se enfila hacia recursos de psicodelia grisácea no ajena a herencias
Crimsonianas (etapa 73-74) ni al boato jazz-rockero que hallamos en la obra de
Tony MacAlpine, Allan Holdsworth y Tribal Tech; la idea de comenzar las cosas
con un calmado preludio de guitarra y flauta es efectiva como preparación para
lo que sigue después, especialmente cuando se tiene en cuenta que a poco de
llegar a la barrera de los 4 minutos, el grupo explora un motivo grácil con
sorprendentes matices sombríos. "HAAS Kicker", pasando levemente la frontera de
los 7 minutos, se erige en la pieza más extensa del álbum. Comenzando con un
expansivo prólogo atmosférico rayano con los vértices más introspectivos del
space-rock, el grupo finalmente arma un cuerpo central enérgico y sofisticado
donde la banda vuelve a hacer gala de sus recursos de contención a la hora de
manejar motivos musicales que no ocultan del todo su tensión implícita. Eso sí,
cabe destacar el modo en que el saxo incluye arrebatos líricos en el que tal
vez sea su mejor solo en todo el disco (de 3"50" a 5"38"). Los dos últimos
temas del disco, "Hollywood Swinging" e "Inverted Ballad", completan el cuadro
sonoro dibujado por el grupo con sendos ejercicios de nervio y prestancia: en
el caso de "Hollywood Swinging", la balanza de la dinámica grupal se inclina
hacia la desestructuración del free-jazz, mientras que "Inverted Ballad"
elabora un ambiente melancólico, donde los acordes de las guitarras duales
tapizan el lienzo cuales escobillas finas y el saxo traza líneas con colores
moderadamente vivaces.
T.R.A.M. es, a fin de cuentas, una presencia representativa del vigor y la
sofisticación que viene continuamente generándose en las vertientes más
desafiantes de la experimentación rockera contemporánea estadounidense: este
proyecto tiene personalidad propia, y ojalá, empuje para realizar nuevos
lanzamientos fonográficos en el futuro próximo. Por ahora, nos vale "Lingua
Franca" como algo para a disfrutar intensamente con el cerebro y con el
corazón.
César Mendoza
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