Temas
- Tórax
- Terapia de Grupo
- Altos Amigos
- Tribus
- Curvas del Suquía
- Plaza del Mercado
- Una de Coldplay
- Ukeleles
- El Pájaro
- Martillo Neumático
- Amor Ausente
Integrantes
- Titi Rivarola: guitarras y programaciones
- Brenda Martin: bajo
- Andrés Arias: teclados
- Gabriel Pedernera: batería
Colaboradores – Diego Estévez (sitar en 3), Román Dagna (tabla en 3), Pablo
Fenoglio (trombón en 6), Viviana Pozzevón (cajón peruano y otras percusiones en
6), Lula Bertold (voz y guitarra en 11)
Tórax es el nombre de un proyecto musical argentino originado a partir de la
iniciativa de Titi Rivarola, un guitarrista veterano y muy bien reputado en el
circuito musical de Córdoba. Con el tiempo, el proyecto pasó a ser un grupo con
una meta musical determinada y con deseos de acentuar una formación estable. Es
así como Rivarola y otos tres músicos más jóvenes empiezan a grabar este disco
homónimo en 2007, logrando por fin convertirse en un ítem discográfico concreto
en la mitad del año 2008. La propuesta musical de Tórax tiene una indiscutible
raíz jazzera, la misma que se desarrolla incorporando elementos del funky, el
rock pesado, el progresivo y el electro-jazz.
El primer tema, que se llama igual que el disco y el grupo, comienza con un
bloque rockero que destila un punche casi metalero a través de la controlada
cadencia rítmica: a medida que avanza el tema emergen sutilezas pertinentes,
llegando a aterrizar en una sección muy relajada a partir del tercer minuto y
medio. Los últimos minutos regresan al ambiente inicial, destacando un hermoso
solo de teclado. ‘Terapia de Grupo’ tiene un ágil dinamismo funky, con
suficiente gancho como para explayarse bien. ‘Altos Amigos’ tiene un ritmo a
medio tiempo, hasta cierto punto reiterando el ambiente del tema anterior – el
pasaje intermedio con el solo de sitar y la tabla genera un exotismo
interesante, como calentando el ambiente para la sofisticación ampliada que ha
de llenar los últimos minutos de esta pieza. ‘Tribus’ comienza con una
vibración melódica bien definida, organizada al modo de una cruza entre
Satriani y Holdsworth. A mitad de camino entran a tallar una serie de variantes
que van desde una sección lánguidamente psicodélica hasta otra muy intrincada
al puro estilo progresivo. De aquí hasta su conclusión, la pieza organiza un
clímax continuado de complejidad progresiva dentro de un esquema jazz-rock: una
mención especial debe ir para la labor del baterista Gabriel Pedernera, quien
se luce de forma particular aquí. ‘Curvas del Suquía’ mantiene el fuego e
incluso lo intensifica, estableciendo una llamativa confluencia entre músculo y
swing. ‘Plaza del Mercado’ cambia de registro hacia otros más cálidos, basados
en cadencias rítmicas afro-americanas. La presencia del cajón peruano a cargo
de una percusionista invitada refuerza convenientemente este esquema, así como
el trombón de otro invitado. Si bien los fraseos de la guitarra y del
sintetizador portan un aire cosmopolita a lo Return to Forever, el esquema
general de la pieza tiene un aura fusionesca muy bien explayada.
Con el irónico título de ‘Una de Coldplay’, no nos hallamos ante un cover de
esta insípida, formulista y pseudo-existencialista banda que ya está catalogada
por los fans y la prensa complaciente como líder del pop británico actual… no…
Se trata de un exquisito ejercicio de jazz-funky que nos recuerda a los discos
solistas de Stanley Clarke: el rol destacado que ocupa la bajista Brenda Martin
le permite salir al frente con su imponente técnica y su feeling. ‘Ukeleles’
parece a veces un mellizo de ‘Tórax’, pero ciertamente se nota aquí un punche
rockero más pronunciado, en efecto, muy cercano a Planet-X y CAB. ‘El Pájaro’
establece casi un intermedio entre las dos piezas precedentes, combinando lo
aguerrido con lo marchoso: el uso de percusión programada en el intermedio
permite crear una controlada densidad a modo de variante frente al motivo
central, que es bastante directo. Como para mantener la llama sónica encendida
en su total vigor, ‘Martillo Neumático’ reitera la línea de trabajo de ‘Tórax’
y ‘Ukeleles’: sin dejar de matizar el ambiente con algunos pasajes más tirados
al funky, esta pieza lleva al grupo hacia sus esferas más avasallantes. En los
momentos más fastuoso el grupo se pone en un plan bastante cañero, más cerca
del prog-metal estándar que del jazz-rock. Me parece que esta pieza hubiera
podido ser un oportuno cierre, pero el cierre está a cargo de ‘Amor Ausente’,
una pieza enmarcada en un pop-rock romántico con un extra de guitarreos
pesados. La canción en sí tiene suficiente pasión y calor como para resaltar en
un disco de rock mainstream, pero a mí me parece que desentona con el resto del
repertorio. En todo caso, a pesar de esta última observación, “Tórax” es un
trabajo muy valioso dentro de la actual escena jazz-rock sudamericana. Tórax es
una banda muy a tener en cuenta en los círculos de melómanos progresivos.
César Mendoza
[Dedico esta reseña a mis entrañables amigos Lucio y Claudio]
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