Temas
- The Wiki Man [a. Prologue - b. The Wiki Man - c. Competition Watershed - d.
Edit Me Out - e. Car Boot Sale - f. The Wiki Man Reprise] (20:14)
- The Mind"s Eye (8:13)
- Shoot Them Down (6:45)
- Tech Support Guy (5:51)
- Titanic Calls Carpathia [a. The Millpond - b. Titanic Calls Carpathia - c.
Lovell Calls Houston - d. A Lost Soul Calls Antares - e. Fire In Our Fingers -
f. Earth Calling Anyone] (16:31)
Integrantes
- Andy Tillison: teclados, voz
- Jonathan Barrett: bajos, coros
- Luke Machin: guitarras, coros
- Tony Latham: batería, percusión
Colaboradores - Theo Travis (saxos, flauta), Nick Rickwood (batería)
The Tangent hace su aporte a la escena progresiva de 2011 con "COMM".
Compartiendo el bajista de la alineación que grabó "Down And Out In Paris And
London" y contando con un nuevo baterista y un guitarrista permanente, el grupo
logra explotar una línea de continuidad respecto al susodicho disco anterior y
pulir una gema retro-prog de exquisito nivel, alimentada con vigor y motivada
por ambiciones musicales nada tímidas. A pesar de la inconstante disponibilidad
del vientista Theo Travis, sus aportes siguen siendo vitales para el esquema
grupal: de hecho, más que como invitado, él aparece acreditado como un quinto
cuasi-miembro, o más específicamente, alguien que toca en la banda cada vez que
tiene un hueco en su agenda, ya sea para una sesión de grabación, ya para un
concierto. Como anécdota agridulce, cabe señalar que Jonathan Barrett decidió
abandonar las filas de The Tangent a poco de asegurarse la fecha de salida al
mercado de este disco: comprarlo y disfrutarlo será, pues, no solo un disfrute
personal sino un acto de agradecimiento por lo que él ha aportado al grupo.
Disfrutemos ahora de un repaso descriptivo del repertorio de "COMM".
"The Wiki Man" abre el disco con una exhibición de boato progresivo al más puro
estilo ostentoso: una suite de más de 20 minutos de duración y que contiene
seis secciones con sus respectivos títulos autónomos. Este tipo de empresas
musicales es uno dentro del cual Tillison siempre ha sentido cómodo, pues no es
en lo absoluto la primera vez que él y sus compañeros de viaje del momento se
explayan en ideas de largo aliento desarrolladas con un meticuloso manejo de
variaciones de motivos y ambientes. En este caso particular, el espíritu retro
yessiano se impone magníficamente tras unos breves instantes de efectos de
ordenador a fin de instaurar un prólogo frontalmente llamativo sin preámbulos
ni demoras de ningún tipo. La primera sección cantada se instala sobre un
medio-tiempo, ocasionalmente alimentado por un groove funky, en el cual los
momentos contenidos y los agresivos se suceden con impoluta fluidez: hay un
aire muy a lo Beardfish-con-Spock"s Beard en este pasaje, dos grupos con los
cuales The Tangent siempre ha compartido confluencias estilísticas en dosis
inocultables. Más adelante, el swing se intensifica en una suerte de colorida
combinación entre Return To Forever y Gentle Giant con retazos Canterburyanos:
el viaje instrumental en curso incluye una cadena de solos de saxo, piano,
sintetizador y guitarra, cadena que desemboca en un pasaje lánguido marcado por
crepusculares fraseos de piano sazonados con efectivos ornamentos de bajo. Así
las cosas, pasamos a una sección serena donde se respira un aire de expectativa
y melancolía: una mención especial debe ir para los fraseos de la guitarra
acústica, que son, de verdad, muy hermosos. El desarrollo de esta sección está
arreglado con una elegancia consistente que permite a la siguiente sección,
mucho más agresiva y colorida, emerger en el momento dado sin violar la
naturalidad con la cual se ha venido desenvolviendo la sensibilidad musical del
ensamble. En realidad, se trata de una reversión de la sección que se llama
igual que la suite integral con una dosis un poco mayor de polenta rockera,
algo que ayuda a crear un clímax definitivo. Tras este impactante inicio, la
banda tiene que llevar sobre sus espaldas la misión de no dejar que la magia
sonora decaiga, y el primer paso para ello es "The Mind"s Eye". El sonido
global de la primera sección de esta pieza es muy afín al ELP clásico con
algunos matices extra de psicodelia: la musculatura sónica es patente e
imponente. Luego llega uno de los consabidos interludios jazzeros que tanto le
gustan a Tillison: es en estos pasajes donde Travis hace lucir su fineza
performativa al saxo y la flauta, y también hay un sensacional solo de guitarra
shredder a cargo de un electrizante Machin, una intervención no es muy extensa
pero lo suficientemente contundente como para producir un fuerte impacto a la
hora de terminar de redondear el interludio jazz-rockero. El pasaje de cierre
es lento y cálido, proveyendo de un aura ensoñadora a la instrumentación en un
camino sostenido a través de una atmósfera calmada. El final de este tema es
idóneo para abrir la puerta a "Shoot Them Down" y su relajado carácter
intimista: se trata, en efecto, de una balada rockera con sutiles resabios
Floydianos (etapa "Wish YouWere Here"), aunque principalmente tiene parentescos
con el sonido arquetípico de The Flower Kings. Nunca viene mal una ocasión para
la sencillez en medio de esta aventura focalizada en la ideología de la
sofisticación en el lenguaje rockero.
El momento de "Tech Support Guy" es uno de regreso a la vivacidad predominante:
de hecho, su swing y articulación sonoras tienen cercanos parentescos con la
suite inicial, aunque sin un boato tan pronunciado ni, obviamente, la misma
intención de explorar vías sonoras épicas. En poco menos de 6 minutos, esta
pieza exhibe una vibración retro que los conocedores de The Tangent sabemos
reconocer instantáneamente. Los últimos 16 minutos y pico del álbum están
ocupados por otra suite de 6 secciones: "Titanic Calls Carpathia". El comienzo,
marcado por las elegantes florituras de flauta del siempre impecable Travis, es
sombrío y tranquilo, aunque con ese tipo de calma que parece ocultar o contener
por un tiempo limitado alguna suerte de tensión, y de hecho, no tarda en
emerger un breve chispazo luminosidad épica en los últimos instantes de la
instalación del pasaje introductorio. Así las cosas, el ensamble se explaya en
un ágil motivo que alterna parajes sobrios con otros más potentes: los primeros
suenan a una especie de Caravan-con-Gong, mientras que los segundos ya cuentan
con la fastuosidad prototípicamente yessiana. Más adelante, el asunto se torna
más agresivo, al modo de un estándar progresivo psicodélico alimentado con
retazos de tendencia prog-metalera. Más adelante, siguen secciones inundadas de
matices Canterburyanos y jazz-prog en su mayor parte, aunque también hay
algunos momentos más típicos de retro-prog muscular que The Tangent siempre ha
cultivado bajo la sombra inicial de The Flower Kings. Posiblemente, en esta
suite se hallen los mejores solos de sintetizador a cargo de Tillison en todo
el álbum; y qué decir del solo Holdsworthiano que Machin elabora en algún
momento sino que también es genial. Pero sobre todo, cabe destacar el groove
tan imponente y pulcro que Barrett aporta a la estructura rítmica de todas las
secciones - !simplemente brillante! La idea de concluir la suite con un tono
sobrio después de una moderada explosión rockera ayuda bastante a mantener el
magnetismo sereno que la ha venido caracterizando durante la mayor parte de su
desarrollo temático.
Así pues, tenemos en "COMM" un imponente muestrario de rock retro-progresivo
como los que viene acostumbrando a gestar de forma consistente y coherente la
gente de The Tangent a lo largo de su muy variada historia. Al igual que con su
álbum precedente "Down And Out In Paris And London", el formato nuclear de
cuarteto (aunque la presencia invitada de Theo Travis es demasiado recurrente
como para decir que el grupo es simplemente un cuarteto) funciona adecuadamente
a la hora de plasmar la misión progresiva de Tillison en el registro
fonográfico concreto: o sea, The Tangent no necesita replicar las abundantes
alineaciones que ostentaba hasta los tiempos de "Not As Good As The Book". Eso
sí, se nota que este álbum goza de mucha de la inercia proveniente de la magia
sonora de "Down And Out In Paris And London", lo cual no está mal si, como es
el caso, la creatividad para originar ideas compositivas efectivas y la energía
para darles arreglos variados se mantienen en un buen nivel. Pero, por otra
parte, está el peligro del formulismo=85 será una misión destinada para la
gestación del siguiente disco de The Tangent, pues por ahora, todo sigue bien
en estas huestes progresivas del nuevo milenio.
César Mendoza
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