Temas
- Choosing A Farmer Part (Part 4) (7:13)
- To The Power Of Five (8:30)
- Twenty Eight (2:53)
- Dreams (10:10)
- Sequential (7:18)
- Full Of Stars (10:51)
- A Little Robot Juice (4:31)
- Slowdown (8:17)
Integrantes
- Michael Holmes: guitarras, teclados, bajos, pedales bajos, secuenciador
- Paul Cook: batería
Colaboradores - Niall Hayden (batería en 1), Tony Wright (saxo en 1)
The Lens es el nombre de un ensamble de space-rock que existió en el
underground londinense a fines de los 70s, siendo en aquel entonces una
discreta alternativa de rock artístico en medio del imperio del punk y el
entusiasta nacimiento de lo que después sería llamado new wave. Siendo el
guitarrista Mike Holmes y el teclista Martin Orford los líderes creativos de
este ensamble, no es de extrañar que el grupo pasara rápidamente al olvido tras
su disolución, pues solo había publicado un casete durante su existencia, y
sobre todo, quedó opacado por la sombra de IQ, uno de los grupos más vitalistas
y resistentes (hasta la fecha) del así denominado movimiento neo-prog. Casi
como jugando, Holmes y Orford decidieron hace varios años regrabar material de
The Lens en un tiempo que el último de ellos estaba preparando su primer disco
solista: esa decisión se plasmó en " A Word In Your Eye". Ahora con Orford
apartado de IQ y del negocio musical en general, el proyecto apalabrado de
seguir regrabando viejos temas de The Lens quedó abandonado, pero no las ganas
de Holmes de seguir adelante con The Lens. Así pues, "Regeneration", segundo
disco de The Lens, recoge nuevas composiciones de Holmes que reflejan lo que él
considera el modo en que The Lens hubiera sido de no haberse dado el
surgimiento y auge de IQ.
'Choosing A Farmer Part (Part 4)' abre el disco con un torrente de dinamismo
etéreo, tan refinado como magnético: comenzando con un crescendo flotante que
lentamente va asentando la ambientación ensoñadora a la cual se aspira, a poco
de pasada la barrera de los 2 minutos se instala el cuerpo central en base a
una aureola reflexiva que combina la prestancia del Pink Floyd de "Wish You
Were Here" y la melancolía estilizada del Pink Floyd de "The Division Bell".
Una entrada lenta, sí, pero con suficiente carisma como para resultar una
poderosa experiencia melómana. Mayores dosis de vitaminas progresivas hay en el
siguiente tema, 'To The Power Of Five', el cual se nutre bastante de las
herencias del Genesis 76-78, el Eloy 77-79 y el Camel 78-79 para filtrarlos a
través del factor neo, un factor del cual Mike Holmes en persona es uno de sus
más auténticos pioneros - esto es, sinfonismo moderno iluminado por vibraciones
coloridas que dinamizan los momentos de sofisticación rítmica en 5/4. Las ideas
melódicas básicas de esta pieza no hubieran estorbado en el "The Seventh House"
de IQ, o en alguno de los primeros discos de Jadis, y ante todo, convierten a
esta pieza como un clímax del álbum. La secuencia de 'Twenty Eight' y 'Dreams'
impone un giro crucialmente electrónico al asunto: 'Twenty Eight' opera como un
preludio plácidamente minimalista que tiene mucho del Vangelis de la segunda
mitad de los 70s y los pasajes más relajados de los dos primeros discos de Jean
Michel Jarre; una vez afianzado el clima de contemplación cósmica, 'Dreams'
instala un vigoroso ejercicio de space-rock donde la intrepidez inherente de la
persistente cadencia rítmica articula el cimiento adecuado para el despliegue
contundente de parafernalia de sintetizadores y guitarreos elegantemente
precisos, al modo de una versión semi-trance de un híbrido entre el Hawkwind
post-70ero, el Ozric Tentacles de los últimos 10 años y el Jean Michel Jarre de
"Revolutions". 'Sequential' sigue por esta onda, realzando incluso el elemento
tecno-pop por encima del trance, lo cual hace que la remembranza jarreiana se
incremente: la atmósfera electrónicamente hipnótica intensifica su tono amable,
es hora de relajar la mente después de que algo tan marchoso como 'Dreams'
impusiera su ritmo tan contagioso.
'Full Of Stars' es otra de las piezas esenciales de este álbum: su fastuosidad
es inapelable como irresistible es el modo tan impolutamente fluido en que los
diversos motivos se hilan dentro del engranaje general de la composición. Aquí
tenemos un sólido híbrido de sinfonismo de viaje escuela, neo y psicodelia
progresiva que confirma por enésima vez de dónde viene buena parte del nervio
que inunda los mejores discos de IQ. Algunas de las ideas melódicas aquí
vertidas son restos desechados de lo que era el bosquejo general de las
canciones 'Nostalgia' y 'Falling Apart At The Seams', finalmente registradas en
el "Are You Sitting Comfortably?" de IQ. 'A Little Robot Juice' se mete
claramente en terreno introspectivo, con una sencilla base melódica que se
puede definir como una retoma del sendero de Oldfield en sus días de "The Songs
Of Distant Earth" dentro de un esquema space-rockero muy suavizado que, una vez
más, nos remite al estándar del Pink Floyd post-Waters. A pesar de ser una
composición sencilla que no ocupa demasiado tiempo, 'A Little Robot Juice'
influye determinantemente en la ambientación plasmada y desarrollada por la
pieza de clausura, 'Slowdown', la cual elabora un curioso híbrido entre el lado
más relajante de Ozric Tentacles y un "remozamiento electrónico" del post-rock
nostálgico a lo Explosions In The Sky. La introspección se vuelve envolvente y
romántica, creando así un simpático final evocativo para un disco que nos ha
traído toda una serie de agradables sorpresas progresivas: la verdad que parece
increíble cómo un proyecto de simple resurrección momentánea de viejos sueños
rockeros atrapados en las cavernas del olvido y el subsuelo de la adolescencia
pasada pudo rehacerse con tanto vigor hasta el punto de convertir en esos
sueños en una realidad perfectamente tangible para la escena progresiva del
nuevo milenio. The Lens es un manifiesto de esto mismo que acabo de señalar,
"Regeneration" es el disco que lo pone en claro sin paliativos.
César Mendoza
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