Temas
- Avenida
- Luna Urbana
- Entorno
- Plaza Mayor
- Cortada
- Pasacalle y Fugazzetta [ a. Pasacalle b. Fugazzetta ]
- Máscaras
- Ferrocarril
- Ochava
Integrantes
- Luis Colucci: bajo, sintetizador, guitarra eléctrica (2, 6b, 8, 9)
- Damián Lois: flauta
- Eduardo Ferreyra: guitarras
- Ignacio Martínez: batería, percusión
Colaboradores – Agustín Valero: guitarra (1, 6a), Santiago Martínez:
melódica (5)
Tánger demuestra con su tercer disco “Ciudad” que es una banda capaz de
superarse a sí misma a la par de mantener intacta su sólida esencia
artística. La lealtad a su visión musical tan fácil de notar se complementa
con los matices renovadores de forma natural y fluida en estas nueve nuevas
composiciones de Luis Colucci. Las cualidades más robustas de este disco son
su agilidad y su colorido – también es de notar una mayor dosis de
protagonismo de la flauta en comparación con los dos discos precedentes,
aunque lo cierto es que Tánger opera como un ensamble en el sentido más puro
de la palabra.
‘Avenida’ comienza con ruidos callejeros y repetidos bocinazos que marcan el
compás del motivo inicial del tema: una pieza rockera muy enraizada en el
sonido Tánger y que permite abrir el álbum con un atrapante gancho. El
tercer tema, ‘Entorno’, también muestra el prototipo rockero del grupo, con
un acento jazzero más pronunciado, eso sí: es el primer tema del disco en el
que el nuevo guitarrista Eduardo Ferreira hace acto de presencia, y
ciertamente su aporte resulta tan ingenioso como eficaz dentro del sonido
grupal. Las cosas pasan a una serenidad de ensueño y melancolía en ‘Luna
Urbana’, una serenidad solo tenuemente alterada por la presencia de unos
breves riffs y líneas de guitarra eléctrica: es principalmente la flauta la
que lleva adelante la melodía inicial. Mención especial también para la
sección rítmica, que sabe aportar matices oportunos para el ambiente de esta
pieza. Con ‘Plaza Mayor’ entra el interés de parte de Tánger por introducir
lo tanguero dentro de su propuesta, dentro de un contexto de jazz-rock
ejecutado con sobriedad y convicción. ‘Cortada’ también ofrece un aura
tanguera bastante coqueta, con un gancho que se apoya en la candidez del
motivo básico, emitido de forma muy dinámica por la flauta y la guitarra
acústica en una complementación bastante fluida: la presencia de la melódica
añade retazos de color en el contorno de las líneas de flauta. Sus menos de
3 minutos y medio de duración se me hacen muy cortos, en lo personal, pues
me parece una pieza sumamente bella. Con un lánguido goteo comienza el sexto
tema, una vez más, a modo de marcado del compás básico, con un motivo que se
extiende como un retrato de sutilezas introspectivas por tres minutos y tres
cuartos; la presencia de una corriente caudaloso marca el inicio de la
segunda parte – o sea, la Fugazzetta –, haciendo una elaboración breve,
ligeramente más intensa del ambiente inicial, que aterriza en el inicio de
una tormenta. Una vez más tenemos aquí una pieza que se siente muy corta,
debido al aura de misterio que realza su atractivo. ‘Máscaras’ es mi
favorita de todas las piezas eminentemente rockeras de este álbum: todo
suena muy sólido aquí, tanto el aporte de cada instrumento individual como
el bien afiatado bloque grupal. A pesar de portar el prototipo del Tánger
rockero, se siente bastante fresca y refulgente. Con un distante ruido de
ferrocarriles comienza el tema precisamente titulado ‘Ferrocarril’, un
número en el que el grupo aprovecha para dar rienda suelta a su faceta
jazzera con mayor soltura que en cualquier lugar del repertorio precedente.
Por su carácter patentemente intimista, parece como si la inspiración del
tema estuviera más enfocado en la connotación evocativa de un viaje que en
el frenesí mecánico de un ferrocarril en pleno trayecto. Manteniendo el
clima intimista pero subiendo ligeramente la intensidad, ‘Ochava’ emerge
para cerrar el disco reiterando lo jazzero y añadiendo matices tangueros que
ya se habían hecho presentes en otras piezas del disco.
En conclusión, tenemos en “Ciudad” a uno de los discos más interesantes de
la escena rockera sudamericana para este año 2006, un disco que mantiene a
Tánger como un grupo con valía y voz propias dentro del género progresivo y
afines.
César Mendoza
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