Temas
- The Madness And The Damage Done, Pt. 1 (5:20)
- Fisheye (5:08)
- Exit Sun, Pt. 1 (8:36)
- Exit Sun, Pt. 2 (0:57)
- HEALTER SKELTER (5:35)
- The Madness And The Damage Done, Pt. 2 (3:24)
- Blackjazz Deathtrance (10:52)
- Omen (8:46)
- 21St Century Schizoid Man (8:41)
Integrantes
- Jorgen Munkeby: voz, guitarras, saxo, sintetizadores adicionales,
programaciones
- Torstein Lofthus: batería
- Tor Egil Kreken: bajo
- Bert Moen: teclados, sintetizadores
- Even Helte Merhansen: guitarras
Colaborador - Grutle Kjellson, de Enslaved (voz adicional en 9)
Shining es el nombre de una banda noruega de metal experimental de fuerte base
black y sólidamente impregnada de factores jazz-rockeros, progresivos e
industriales: a la hora de perfilar y generar su propuesta para el público,
Shining brinda una música cuidadosamente articulada en una arquitectura arisca,
agresiva, incluso atemorizante, pero a la vez comprometida con las pretensiones
de exquisitez propias de un arte que se toma muy en serio a sí mismo. El
baterista de este mismo grupo también toca en Elephant9 (ensamble de jazz-space
rock que también ha aportado una gran obra para este año titulada "Walk The
Nile"), por lo que en las filas de Shining aprovecha para expresar su polenta
personal de una manera en que la definición musical de la otra banda no le
permite. Jorgen Munkeby, desde sus roles de compositor principal, vocalista y
guitarrista-saxofonista, está claramente a cargo de dirigir el sendero
artístico de la banda a través de una foresta oscura y vitalista; él sabe cómo
focalizar su propia visión del rock metalero desde una óptica ecléctica
concentrada en las potencialidades más aventuradas del género progresivo.
"Blackjazz" es el título de su quinto álbum, el mismo que afianza la peculiar
voz experimental que los ha llevado desde sus iniciales texturas de jazz
vanguardista de fuerte presencia acústica ("Where The Ragged People Go", el
primer disco, data de 2001) hasta su actual posición de reyes del metal
experimental en Escandinavia, donde celebran psicopatológicamente el matrimonio
titánico entre el acero demencial y la electrónica tormentosa.
La música de Shining es abrumadoramente cruda en su crueldad pero también
destaca por su musicalidad, no tan difícil de notar una vez que vemos y oímos
más allá de su patente vendaval de torrentes metálicos. La primera entrega de
'The Madness And The Damage Done' refleja un diestro juego de cadencias que
abre espacios de tensión más que oportunos para generar una desafiante
sofisticación a través de la salvaje agresividad rockera en curso, logrando así
concebir una propuesta híper-RIO que pondrá a prueba la tolerancia aventurera
del oyente. Por su parte, 'Fisheye' baja un poco los decibeles de metralla y
ritmo para focalizarse más en lo industrial, siendo el resultado concreto una
mezcla de híper-nineinchnailización y sobre-toolización. Tormentas inteligentes
y torturas eruditas, todo eso y nada más que eso es lo que no irá brindando
Shining con cada nuevo tema que vayamos encontrando en el disco. 'Exit Sun Pt.
1' tiene también aires toolianos, aunque el esquema de trabajo tiene más en
común con las propuestas metaleras experimentales de nombres tales como Behold
The Archtopus y Between The Buried And Me. La breve parte 2 de 'Exit Sun'
completa la idea con un momento de pura expansión industrial, y con ello, nos
preparamos para la frenética odisea jazz-metalera de 'HEALTER SKELTER': este
curioso homenaje al lado más heavy de The Beatles ('Helter Skelter', del "Álbum
Blanco") supone una de las manifestaciones más pulcras del salvaje virtuosismo
y la combativa crueldad musical de Shining. Por su manera tan robusta de
diseñar disonancias descoyuntadas, tal vez sea ésta la pieza que más justifica
el título del álbum. La segunda entrega de 'The Madness And The Damage Done'
comienza con un expectantemente otoñal despliegue de psicodelia crimsoniana (el
hito de la era Wetton no falla en momentos como éste) a través de un filtro
"anekdótico", para al final desembocar en el masivo motivo central de la
primera entrega.
'Blackjazz Deathtrance' ocupa un espacio de casi 11 minutos, el más extenso del
álbum. Desde muchos puntos de vista, esta pieza puede servir como el manifiesto
idóneo sobre la esencia actual y actualizada de Shining: un vendaval sonoro
edificado en base a neuróticos despliegues complejos reelaborados a través de
vórtices progresivos vanguardistas, jazzeros e industriales, con muchos
recursos dadaístas y drásticos cambios de ambiente cómodamente delineados en
medio de las hipérboles death y black metaleras que se van sucediendo. Parece
mentira cuán humanamente imposibles parecen varias de las figuras musicales
establecidas por los incansables guitarreos y pasajes de sintetizador, así como
los desarrollos rítmicos a cargo de Lofthus. 'Omen' cierra el repertorio de
autoría propia con un ejercicio tétrico y surrealista de RIO fluidamente
engarzado dentro del esquema de trabajo recurrente de la banda, muy a lo
"Heresie" en verdad. La sensación que se produce continuamente a través de los
8 BE de duración de esta pieza es la de una agresión en permanente amenaza
íntimamente cercana pero que no se concretiza, y aún así, el temor no se agota
sino que se sostiene firme como una nube gris en un invierno interminable. El
repertorio termina realmente con un cover del incombustible clásico crimsoniano
'21st Century Schizoid Man', un tema que se presta muy fácilmente a ser
versionado por cualquier ensamble metalero experimental. Shining tiene todo
prácticamente servido desde el año 1969 para redefinir el esquema compositivo
original con su metal híper-industrial, ultra-RIO y súper-dadaísta. Este
ejercicio de delirium tremens musical culmina la osada y tanática experiencia
estética que supone escuchar a "Blackjazz".
Este disco de Shining es brutal y motivador a la vez, un diamante oscuro y
maldito que nos puede ayudar a exorcizar los fantasmas más oscuros de nuestra
psique. Pero cuidado=85 !que nos puede dar miedo descubrir lo que veamos en
nosotros mismos! Shining es el rock metalero hecho aquelarre.
César Mendoza
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