Temas
- Stämma Lite (0:29)
- Lyckliga Titanic (5:12)
- Oh Sa Masalana Jämf=F6rt Med Alman River (2:03)
- F=F6rsta Ikarien (6:39)
- Reptilgärna (2:16)
- Satori (3:28)
- Vegetariskt Impro, Svar Direkt (2:38)
- Frestelsens Cafe (8:14)
- Tung Krupa Tejpraga Tra La La (2:36)
- Andra Ikarien (3:33)
- C4ven Oss Far Tiden Aldras Spasmodskij / Engelbert Humperdinck Blues
- 12)
- Hatman (2:28)
- Tredje Ikarien (5:30)
- OQ (0:19)
Integrantes
- Coste Apetrea: guitarras eléctrica y acústica, bouzouki, voz
- Lars Hollmer: teclados, acordeón, melódica, voz
- Hans Bruniusson: batería, percusión, marimba, voz
- Lars Krantz: bajo, voz
Estupendo retorno de Samla Mammas Manna al mercado discográfico cuando el viejo
milenio estaba pronto a expirar - "Kaka" es, a pesar de las horribles
connotaciones de su nombre, un tremendo ejercicio de progresivo vanguardista
que hace absoluta justicia al peculiar legado musical que Lars Hollmer y co.
nos habían dejado desde los 70s e inicios de los 80s. La formación reunida para
"Kaka" es la misma que años atrás nos regaló joyas como "Maltid" y "Klossa
Knapitatet": en efecto, señores, Costa Apetrea está de regreso en el mundo
cálido, bizarro, burlón y arquitectónico de Samla Mammas Manna. El esquema de
este disco se basa en una fingida ambientación de recital en vivo, mostrada en
preludios e interludios que muestran presentaciones, bullicios, músicos
ensayando, etc.
El primer número del disco es un gracioso intento frustrado de presentar al
grupo por su enrevesado nombre (?cómo no se les ocurrió antes?), tras lo cual
llega un intenso tema como es "Lyckliga Titanic" - su dinamismo es ampliamente
reconocible, aunque también es justo señalar que al grupo se le nota
refortalecido por causa de la vibración un poco más rockera que en este momento
le da Apetrea a su guitarra. El uso de algún pasaje rumbero y otro tanguero
posterior aporta un relevante aumento de la omnipresente sensación de alegría.
Tras otro interludio burlón basado en arengas alcohólicas y conversaciones,
sigue una pieza cálida y ágil titulada "F=F6rsta Ikarien", portadora de un
nivel de colorido muy similar al de "Lyckliga Titanic" pero con una dosis más
controlada de extroversión. Mas si se quiere extroversión en su más pura
expresión, para eso tenemos a "Sartori", pieza inmensamente festiva que bien
podría servir para acompañar a una kermés en las praderas del este de Europa.
"Frestelsens Cafe" preserva el espíritu general del disco llevándolo hacia una
cuota máxima de esplendor sónico. La base compositiva de la pieza, aunque
exigente y variada, no abarca tanta sofisticación estructural como la de los
temas 2 y 4, pero ciertamente constituye una de las más espléndidas
exploraciones en el estándar del jazz-fusión que SMM haya hecho jamás durante
su venerable trayectoria musical. Por si acaso todavía había melómanos
escépticos ante el retorno de los SMM, este tema sería el mejor argumento para
acallar cualquier duda remanente y revigorizar el entusiasmo de los
apreciadores de SMM: ?qué palabras podría usar este humilde reseñador para
elogiar con un mínimo de justicia los alucinantes solos de Apetrea, los
híper-ingeniosos argumentos que Hollmer crea con su piano y demás teclados, y
sobre todo, la robustamente versátil labor de la dupla rítmica? "Andra Ikarien"
encarna pura y simplemente la esencia de SMM, un complicado juego melódico
donde se mezclan lo folklórico y el humor de cabaret. " C4ven Oss Far Tiden
Aldras Spasmodskij / Engelbert Humperdinck Blues" desarrolla otro acostumbrado
prólogo caótico marcado por locos juegos vocales y algunas narraciones,
llegando más allá de los 5 minutos de duración, hasta que "Hatman" instaura un
ritmo rocanrolero que el cuarteto asume con la menor dosis posible de seriedad.
Todo este cachondeo finalmente dadaísta aterriza en "Tredje Ikarien", una pieza
evidentemente filuda que en su sección inicial exhibe recursos de densidad que
no se habían hecho presentes anteriormente en el disco. Más adelante, el tema
aligera un poco su carga sonora para ofrecernos de manera más directa la
calidez históricamente típica de SMM, incluso retomando algunas citas circenses
del segundo tema, ocasión que el grupo aprovecha para completar la polenta
rockera del inicio. El epílogo del disco es una brevísima recapitulación
relajada del motivo central de "Tredje Ikarien", como un ensayo a medias.
En fin, no hay nada de horrendo en "Kaka" salvo su título, el cual, por lo
demás, tiene mucho sentido dentro del incombustible sentido del humor que forma
parte de la mente artística de Samla Mammas Manna. Qué buena noticia fue en su
momento (!!hace ya 10 años!!) que Samla Mammas Manna era capaz de seguir
creando clásicos del progresivo vanguardista. Nunca es mala hora para apreciar
el legado de esta banda sueca a través de cualquiera de sus discos,
especialmente ahora que no contamos con la presencia terrenal del maestro Lars
Hollmer.
César Mendoza
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