ROBERT BERIAU: “Selfishness: Source of War & Violence” (2008)
Temas
- Agoraphobia
- Terrorism: A Two Actors Play
- Blind Heart
- Last Call for a Change
- The Rats Leave the Sinking Ship
- Selfcontempt Behavior or Social Poverty
- Time Fracture
- Thoughts Are Not Enough
- Homeless… (If Only!)
- Hoping on the Next Generation
Robert Beriau: teclados, piano, guitarras, bajo, flauta, percusiones, flauta,
voz
Colaboradores – Catherine Denis Gagnon (coros en 9), Elad Fish (batería en 4,
6, 8 y 10), Lee Levin (batería en 1)
“Selfishness: Source of War & Violence” es el segundo disco del quebequense
Robert Beriau, músico aficionado que tiene suficiente empuje como para dar
rienda suelta a su melomanía asociada al rock progresivo y el art-rock grabando
discos desde una función de multiinstrumetista – guitarras, teclados, bajo y
flauta son las responsabilidades que asume. Su técnica vocal no es demasiado
eficiente, lo cual sumado a las limitaciones de su registro hace que las partes
cantadas sean las menos atractivas del disco. La producción de sonido también
es un poco irregular, siendo así que las capas de teclado muchas veces suenan
planas y distantes, no logrando por tanto concretar su potencial función de
llenar espacios solventemente. Los solos de guitarra, por otro lado, se
benefician de esta atmósfera pues pueden evocar climas e imágenes hipnóticas
cada vez que emergen.
‘Agoraphobia’ da inicio al disco de una forma inaudita, con una vibración
metalera-industrial donde se intercalan el prog-metal ácido con la psicodelia
floydiana: me da la impresión de que la canción no desarrolla todo su potencial
de fuerza sonora en la sección más aguerrida, pero sí hay un aura más
convincente en la sección lenta. ’Terrorism: A Two Actors Play’ desarrolla más
fehacientemente el aspecto psicodélico, con una instrumentación centrada en un
manejo cósmico de los riffs de guitarra y las múltiples capas de
sintetizadores. ‘Blind Heart’ porta un lirismo cósmico que nos recuerda a una
cruza entre el Pink Floyd de “Wish You Were Here” y Steve Hackett: el atractivo
envolvente de los adornos de teclado, flotantes solos de guitarra y bien
armadas armonías de guitarras acústicas permite a este instrumental de más de 9
½ minutos de duración evitar hacerse anodino. ‘Last Call for a Change’, otro
instrumental, establece una cruza de sinfonismo fastuoso (a lo UK con Yes) y
space-rock de matices melancólicos: la cadencia particular aportada por el
baterista Elad Fish le da una frescura semi-jazzeada al asunto. Se trata de la
primera muestra de genuina robustez sonora en el disco. ‘The Rats Leave the
Sinking Ship’ establece inicialmente un retorno al ambiente de polenta
contenida del primer tema, seguido de una segunda mitad más introvertida.
‘Selfcontempt Behavior or Social Poverty’ suena casi como una versión remozada
del estilo peculiarmente progresivo de Clearlight: sinfonismo espacial de
sensibilidad fusionesca en el que el piano de tonos clasicistas y los
sintetizadores cósmicos elaboran conjuntamente un esquema dinámico y llamativo.
El pasaje marcado por el órgano de fuelles y una amablemente lisérgica guitarra
eléctrica nos puede recordar fácilmente al Tangerine Dream 76-79. ‘Time
Fracture’ es una balada sombría, muy a lo Hammill, en realidad – podría muy
bien haber pertenecido a un disco como “The Silent Corner” u “Over”. La letra
pretende reflejar la impotencia furiosa de un señor ante el asesinato de su
hija, y la música ciertamente pone más énfasis en sentimientos como el
desconcierto y la rabia que en la tristeza. ‘Thoughts Are Not Enough’ es un
instrumental muy a lo space-rock, centrado abiertamente en las pulsaciones
marcadas por el bajo y administrando los aportes hechos por el piano y el
sintetizador; Fish se encarga de darle un matiz sofisticado con sus sabios
redobles de resabio jazzero, mientras que la guitarra solista emerge para
añadir una polenta bien constreñida. ‘Homeless (If Only!)’ comienza con una
clara línea ambiental cósmica hasta aterrizar en el motivo central, una balada
también hammilliana con base de piano. Ahora la cosa parece como más
contemporánea, similar a los aires etéreos que fueron algo dominantes en el
disco “What, Now?”. La última pieza es el instrumental ‘Hoping On the Next
Generation’, el cual completa el círculo de amalgamas de space-rock, sinfonismo
intimista y matices jazz-rock que han sido prioritarios en este repertorio.
Personalmente me parece que la sucesión de motivos no está del todo bien
hilada, pero la arquitectura de esta pieza tiene el suficiente empuje
pretencioso como para conformar un final efectista para este disco.
En suma, “Selfishness: Source of War & Violence” es un disco interesante dentro
del desarrollo actual del movimiento progresivo. Robert Beriau, con su peculiar
visión ecléctica del rock progresivo, contribuye con un peculiar grano de arena
estilizadamente empapado de llovizna sinfónica y atmósferas cósmicas.
César Mendoza
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