Temas
- The Secret Of The Open Sky (7:00)
- Beyond The Masquerade (4:40)
- Spaceghetti (5:19)
- Ether (5:43)
- Mimosa (16:04)
- Changing Sides (0:33)
- The Land Of No Groove [a) Prologue (3:43) - b) Dusty Plain (3:23) - c)
Jagged Mountain (4:59) - d) Land's End (3:48) - e) Off To Sea (2:36) - f) Sea
Monster Battle (5:29) - g) The Isle Appears (2:17) - h) Convincing The
Islanders (5:01) - i) Sailing Home (3:07) - j) Groove Revolution (4:55)]
- :18)
Integrantes:
- Steve Unruh: guitarras, violín, flauta, voz
- Rob Winslow: bajo
- Barry Farrands: batería, coros
- Fran Turner: guitarras
Resistor es la banda de art-rock ecléctico que dirige Steve Unruh desde el año
2005. Este ensamble se armó de forma muy casual, pero desde el primer día de su
gestación se consagró firmemente al ideal de un rock sólido y polivalente, con
una fuerza vital esencialmente proveniente de la dupla guitarrera. "Rise" es el
segundo de los tres discos que hasta ahora tiene este grupo en su CV.
"The Secret Of The Open Sky" ocupa los primeros 7 minutos del disco con un
despliegue de vigor rockero inapelable, enmarcándose en un estupendo bloque
sonoro donde confluyen el stoner y la psicodelia clásica. Su primer motivo,
haciendo gala de las cadencias especiales que ofrece el compás de 7/8 en su
fluida alternancia con los 4/4, establece una agilidad contundente; su segundo
motivo se retrotrae a una cadencia un tanto más ceremoniosa, conectada con la
densa melancolía que se halla habitualmente en el heavy prog escandinavo, hasta
que llega el momento final con un reprise del filudo motivo inicial. El canto
de Unruh nos puede recordar a un punto intermedio entre Nick D"Virgilio y Andy
Tillison. "Beyond The Masquerade" es una balada rockera que suena a un híbrido
entre Black Crowes y el lado intimista de Salem Hill, con algún toque ligero de
lo que ahora se ha dado por llamarse genéricamente como "indie": un momento de
relax estético antes de remontarnos hacia los excitantes coloridos de folk-rock
céltico desplegados en "Spaceghetti", pieza que ofrece un vitalista recuento de
East Of Eden, Fairport Convention y el lado más fiero de Poco. "Ether" ofrece
un despliegue de heavy prog oportunamente rociado con gotas de rocío tullianas
y crimsonianas durante sus bien articulados viajes instrumentales: el carácter
elegantemente constreñido de las secciones cantadas me recuerdan más bien a
Landberk y al Anekdoten de la etapa "Gravity". "Mimosa" ocupa un largo espacio
de 16 minutos. El cuerpo central tiene un aire relajado, con algo de fusionesco
en el entramado general, aunque en lo esencial se trata de un ejercicio de rock
melódico bastante estilizado, sostenido sobre una base melódica y una
progresión armónica atractivas. En medio se insertar un largo interludio donde
el grupo crea una ambientación equitativamente grisácea y aguerrida,
manteniendo siempre un espíritu de pulcra confluencia entre los cuatro músicos.
A poco de pasada la barrera del duodécimo minuto y medio, el asunto vira hacia
un lento motif bluesero desde el cual el grupo desarrolla, tantea y remata un
poderoso clímax conclusivo para la pieza. A despecho de la sencilla estrategia
compositiva de la pieza, se nota el peso del buen oficio a través de la extensa
duración del tema en cuestión. "Changing Sides" es simple y llanamente medio
minuto del ruido de un vinilo que se pone por el lado B tras la conclusión del
lado A.
Los últimos 39 minutos y pico del álbum están ocupados por la muy ambiciosa
suite "The Land Of No Groove", la cual consta de 10 secciones, cada una de
ellas con un título autónomo dentro de la arquitectura general. "Prologue" da
inicio al asunto con un tono reflexivo y moderadamente potente, donde el canto
de Unruh asume un talante serio; "Dusty Plain" suena a una hendrixización de
East of Eden, con ciertos aires extra a lo Parallel Or 90 Degrees, mientras que
"Jagged Mountain" vira hacia un momento de ensalzado apasionamiento que empieza
con un despliegue de psicodelia exótica sobre una cadencia tribal y desemboca
en un electrizante dinamismo propio de la línea stoner. "Land's End" establece
un momento de calma emocional al modo de una semi-balada sencilla de seguir,
llevadera, mientras que "Off To Sea" sube el nivel de estímulo emocional al
trabajar sobre la base de coquetos colores célticos, los cuales son sucedidos
por un ejercicio de grisácea psicodelia progresiva en "Sea Monster Battle",
tema que explora un sólido groove que saca buen provecho de la exquisita
secuencia de diversas pautas rítmicas y cadencias inusuales, además de la
adición de un momento de pura improvisación y una breve coda de raíz metalera.
"The Isle Appears" retoma la calma emocional de "Land"s End" antes de que
"Convincing The Islanders" establezca una nueva expresión extrovertida con una
presencia rítmicamente dominante del 5/4 y el 6/4. "Sailing Home" brinda un
llamativo ejercicio de funky-rock psicodélico, usando una cadencia controlada
desde la cual el grupo acumula energías con miras al dinamismo contagioso y
vitamínico que ha de revelarse acto seguido en "Groove Revolution", la sección
final que combina la vitalidad de unos Doobie Brothers con la espiritualidad
traviesa de unos Phish.
Como balance general, tenemos aquí un exquisito despliegue de art-rock
abiertamente inspirado en muchos de los hitos más importantes del rock clásico
de los 70s, el progresivo, el jam y la psicodelia, con ocasionales momentos de
actualización sonora: "Rise" muestra los intereses artísticos de Resistor a
flor de piel, sembrando así la semilla de lo que será una labor más
esplendorosa en su siguiente disco "The Secret Island Band Jams"=85 aunque esta
última idea es cuestión de otra reseña.
César Mendoza
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