Temas
- Time Pieces (10:58)
- Future Awaits (7:07)
- 11 (7:29)
- Autumn (8:02)
- El Diablo Suelto (4:02)
- Coming Down Again (6:12)
- Voice of the Storm - Part 1 (6:06)
- Voice of the Storm - Part 2 (9:49)
Integrantes
- Félix Duque: voz
- Rafael Paz: teclados
- Pedro Misle: bajo
- Mauricio Barroeta: guitarras
- Eduardo Benatar: batería
Cinco años después de su homónimo disco debut y reubicado en Cataluña, el grupo
venezolano RC2 da muestras de coherente madurez estilística con su segunda obra
fonográfica "Future Awaits". Aparte de abandonar su propia sede nacional para
asentarse en la Península Ibérica con casi toda su formación inicial, RC2
también decidió crear el nuevo repertorio con letras en inglés (algo afín a la
banda chilena Aisles, las argentinas Fughu y William Gray, amén de varias
bandas brasileñas). Pero la variante más importante está en la misma música,
que en este caso supone una enriquecedora ampliación de los horizontes sonoros
y una sólida disposición a expandir los esquemas y arreglos de las
composiciones: si "RC2" se basaba en una ágil combinación de prog-metal
melódico y neo-prog, en "Future Awaits" hallamos una actitud más decididamente
ecléctica.
Durando casi 11 minutos, 'Time Pieces' abre el disco con una actitud aguerrida
y un colorido ágil. La pieza nos confronta directamente con los trazos
esenciales de polenta bien distribuida y sensibilidad melódica que siempre han
caracterizado a la banda, pero ya se puede notar de entrada que e l esquema
sonoro de los desarrollos instrumentales porta un ingenio más osado que en el
disco debut. De hecho, los evidentes cambios de motivos y atmósferas están
manejados con una fluidez muy bien lograda, de tal modo que se enfatiza
convenientemente la complementariedad y no tanto el contraste entre los
momentos más extrovertidos y los más líricos. La manera que tiene RC2 de
reciclar sus influencias neo coinciden en cierta medida con la desarrollada por
bandas como In Nomine y Sylvan; además, también se siente la influencia de Yes
en alguna medida. Luego sigue la pieza homónima, la cual establece un punto
intermedio bastante equilibrado entre la dinámica melódica del neo y la energía
sofisticada del prog-metal (más específicamente, el estilo de Dream Theater con
Rudess), añadiendo además algunos aires sobriamente cósmicos en los pasajes
finales. '11' porta un dinamismo más explícito, y ciertamente se trata de una
pieza marchosa y pegadiza, pero para nada simplona. Por el contrario, la
ambientación etérea expresada en los pasajes suaves ofrece una variante
efectiva en medio de los poderosos vuelos instrumentales (a medio camino entre
Arena y DT) que entran a tallar en varios momentos. 'Autumn' prosigue por la
veta establecida en los dos temas anteriores, y en mi humilde opinión, logra
crear una fuerza emocional un poco mayor. Por lo general, dado que el esquema
global del disco ya está bien instalado desde hace varios minutos, 'Autumn'
puede disfrutarse como un culmen para la primera mitad del álbum.
El quinto tema es el instrumental 'El Diablo Suelto', una pieza muy ingeniosa y
peculiar que incorpora una importante dosis de aires folclóricos
(principalmente referidos al joropo venezolano=85 como resulta natural) a su
desarrollo melódico y arquitectura rítmica. La dupla rítmica refleja un
dinamismo impecable y los fraseos precisos de Barroeta en la guitarra eléctrica
exhiben un vigor contagioso. Poco antes de llegar al tercer minuto, la pieza
gira hacia un breve interludio, más relajado, marcado por dulces armonías de
piano. La coda nos devuelve convenientemente al joropo progresivo con el que se
abrió la pieza. 'Coming Down Again' nos lleva hacia un registro totalmente
diferente, un viaje progresivo en clave parcialmente electrónica y desarrollada
sobre una base space-rock modernizada no ajena a ciertos adornos heavy - la
influencia de Porcupine Tree es fácil de notar. El solo de sintetizador que se
desarrolla pasada la marca de los 3 minutos ayuda definitivamente a completar
el carácter de la pieza. Las dos partes de 'Voice Of The Storm' completan los
últimos casi 16 minutos del disco, suponiendo así una expansión ambiciosa y
ampulosa según los más cándidos estándares progresivos (si es que existe algo
así realmente). La primera parte, que dura 6 minutos, es un instrumental basado
en una arquitectura vitalista cuyo vigor reside, una vez más, en el punto
intermedio entre el neo y el prog-metal. La segunda parte tiene un bloque
sonoro menos fastuoso aunque conservando una dosis equivalente de fuerza
expresiva. El brevísimo interludio instrumental que emerge en el séptimo minuto
es una verdadera gozada, y de hecho, sirve para anunciar con bombos y platillos
la lenta sección cantada que clausura la canción: ésta nos recuerda a un
híbrido entre Yes y Pink Floyd. De esta manera concluye este muy buen disco que
es "Future Awaits" - resulta del todo justo que RC2 ya empiece a ser notado más
abiertamente por el público progresivo mundial.
César Mendoza
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