Temas
- Conquistador
- Whaling Stories
- A Salty Dog
- All This and More
- In Held ‘Twas In I
Integrantes
- Gary Brooker: piano y voz
- David Ball: guitarra
- Alan Cartwright: bajo
- Chris Copping: organo y clavicordio
- B. J. Wilson: bateria
- Keith Reid: letras
Tomado de un recital tocado a fines del año 1971 con el acompañamiento de
la Orquesta y Coro Sinfonico de Edmonton, este disco constituye una pieza
fundamental dentro del rock sinfonico, al lado de otras obras cumbre como el
‘Journey to the Center of the Earth’ de Rick Wakeman, o la version en vivo
de ‘The Snow Goose’ de Camel. Ciertamente conforma el momento mas pletorico
en terminos progresivos de Procol Harum, una banda pionera del genero a la
cual no se le ha dado tal vez todo el credito artistico que se merece en los
circulos progresivos, basicamente porque optaron por seguir fieles en medida
casi exclusiva al formato de cancion. Este disco es una muestra muy palpable
de la injusticia de esta desatencion.
La presencia de la orquesta es aprovechada para realzar, e incluso añadir
el fastuosos colores academicos a los temas interpretados en esta ocasion.
Tomemos como primer ejemplo el tema de apertura “Conquistador” (de su disco
debut): aqui adquiere una dimension grandilocuente, ausente en su version
original, merced a los toques arabigos-flamencoides vertidos por las
secciones de cuerdas y maderas. Otro punto fuerte es “Whaling Stories”
(proveniente de ‘Home’), que tambien ve realzado su acento dramatico, el
cual ya estaba presente en su version de estudio, aunque con menor brillo –
aqui aparece con un tono epico enriquecedor, majestuosos pero sin atiborrar
los oidos del oyente.
Los dos siguientes temas aparecen casi identicos a sus versiones originales
del disco ‘A Salty Dog’. En mi opinion, y creo que esta nocion es
mayoritaria, la joya definitiva de este disco esta en el lado B del vinilo,
integrado exclusivamente por la suite “In Held ‘Twas In I”, que a diferencia
de su version original de ‘Shine On Brightly’, sacrifica todo indicio de
psicodelia y exotismo para concentrarse en su lado mas sinfonico y ampuloso,
con resultados enormemente satisfactorios. En las intervenciones orquestales
se nota claramente la influencia de las texturas de Ravel y Debussy, asi
como la elegancia absoluta de Beethoven, atravesando el flujo de las cinco
secciones de esta suite: la seccion final resulta especialmente
arrebatadora, con la presencia electrizante del coro, los metales, el solo
de guitarra, las cortinas de organo y cuerdas... magistral y emotivo a la
vez. Este es sin duda uno de los discos en vivo mas brillantes de la
tradicion del rock sinfonico de los 70’s: en mi opinion, imprescindible.
Cesar Mendoza
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