Hace algunos anyos vivia yo en el exterior y daba mis primeros pasos por
internet. No conocia demasiadas bandas progresivas, solo las clasicas, y ni
siquiera la discografia completa de todas ellas. Mi discoteca se limitaba a
unas pocas decenas de cd, los mismos que antes habia tenido en vinilo primero y
en cassette despues. Creia que el rock sinfonico habia sido muerto y enterrado
a finales de los 70, y que el ultimo intento por reflotar el estilo musical mas
bello habia sido el de Marillion con sus dos primeros albumes (para caer con el
tercero en lo comercial, la historia se repetia). Pero un dia ingrese en una de
esas disquerias monumentales, inmensas, con la pequeña esperanza de encontrar
algo interesante, y grande fue mi sorpresa cuando en la seccion de discos por
paises, tras el cartelito "Italia", vi un cd de Premiata Forneria Marconi,
Ulisse, mezclado entre los de Domenico Modugno y Nicola Di Bari. Lo tome, lo
atesore y corri a la caja a pagarlo. Al llegar a mi casa y escucharlo,
tuve una nueva sorpresa tan grande como mi decepcion. Hasta
ese dia tenia los primeros dos discos de PFM, dos clasicos, dos alhajas, y
escuchar este nuevo cd me provocaba una sensacion de haber sido estafado y
burlado. Intente una segunda oida, pero no pude llegar al final (no por
prejuicios hacia la musica comercial, que los tengo, pero este Ulisse aburriria
hasta a un entusiasta del pop). Ulisse, por el que pague 20 dolares con los
ojos cerrados (guiado por las otrora gloriosas iniciales PFM), termino en una
tienda de compra venta de discos usados a cambio de algunas monedas, porque
conservarlo y almacenarlo cerca de Per un Amico o Storia di un Minuto hubiera
significado un sacrilegio. Sirva esta anecdota como advertencia: no todo lo que
reluce bajo el nombre de PFM, Genesis, Yes, etc, es oro.
marcelo olivera
|