Pasaron por aquí ya
"cajeros"
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PORCUPINE TREE : "THE INCIDENT" (2009)
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Discográfica: Roadrunner
CD 1. THE INCIDENT:
- Occam's Razor (1:55)
- The Blind House (5:47)
- Great Expectations (1:26)
- Kneel and Disconnect (2:03)
- Drawing the Line (4:43)
- The Incident (5:20)
- Your Unpleasant Family (1:48)
- The Yellow Windows of the Evening Train (2:00)
- Time Flies (11:40)
- Degree Zero of Liberty (1:45)
- Octane Twisted (5:03)
- The Séance (2:39)
- Circle of Manias (2:18)
- I Drive the Hearse (6:41)
CD 2:
- Flicker (3:42)
- Bonnie the Cat (5:45)
- Black Dahlia (3:40)
- Remember Me Lover (7:28)
Músicos:
- Steven Wilson / vocals, guitar, piano
- Richard Barbieri / keyboards, synthesizer
- Colin Edwin / bass guitar
- Gavin Harrison / drums
Cada vez parece más complicado reseñar lo nuevo de Porcupine Tree, más que
nada por no repetir elogios. Y es que la capacidad para asombrar y el
talento de Steven Wilson, lejos de tener fin, parecen incluso acentuarse.
Hace tan sólo siete años, resultaba difícil imaginar que una banda como
Porcupine Tree sería capaz de alcanzar sus actuales niveles de popularidad.
Pero ahí están y creciendo día a día, álbum a álbum, hasta el punto que ya
resulta de lo más complicado predecir a que cota será capaz de llegar un
grupo enmarcado en un género que, recordemos, muchos dieron por muerto hace
ya décadas.
Pero lejos de facilitar las cosas, Steven Wilson y los suyos tiran la casa
por la ventana con un álbum confeccionado y construido a imagen y semejanza
de aquellas míticas obras del rock progresivo de los setenta, pero dándole
la vuelta magistralmente y dotándolo de absoluta vigencia en la escena
roquera actual.
"The Incident" consiste en un único tema de casi una hora, dividido en
catorce secciones. Un trabajo íntegro y homogeneo pese a su variedad,
cuidadosamente diseccionado y al mismo tiempo tan natural como espontaneo.
Un trabajo que hay que entender como bloque unitario, donde cada pieza juega
su papel integrador en esos cincuenta y cinco minutos que fluyen sin apenas
darnos cuenta. "The Incident" es, dicho de otro modo, el "A Plague of
Lighthouse Keepers" o el "Supper"s Ready" de la era moderna.
Comparando con las anteriores entregas, estamos ante un álbum en el que
llama la atención un mayor gusto por las piezas acústicas y la melancolía,
se incide en puntuales coqueteos con el rock industrial, así como también se
nota la influencia de la reciente experiencia de "Insurgentes". Un álbum que
mira de reojo hacia atrás, hacia los inicios, desprendiéndose en buena parte
del componente metal y cimentándose en el concepto de obra unitaria, pero
que al mismo tiempo supone un paso firme hacia delante, en la ilimitada
ambición del propio Wilson de llegar más allá y seguir progresando.
Resulta difícil encontrar un trabajo que defina de forma más precisa lo que
es el rock progresivo en el siglo XXI que "The Incident". Es decir, sin
salirse del guión de base y a la vez resultando plenamente contemporaneo. Y
que además lo borden con una obra apasionante, que promete consagrar
definitivamente a la banda principal de Steven Wilson. Eso sin dejar de
recordar que hace tan sólo unos meses, este hombre ya nos deslumbró con ese
otro deleite llamado "Insurgentes".
Por si fuera poco, un segundo CD con cuatro temas en un total de veinte
minutos, a destacar una impresionante "Remember me Lover", complementa la
obra a modo de bonus EP. El tiempo dirá si estamos ante uno de los trabajos
más relevantes de Porcupine Tree, pero lo que sí ya sabemos es que nos
encontramos ante otra monumental obra de una de las bandas fundamentales del
rock de esta década.
Valoración: 9/10
Ferran Lizana (rockomic@gmail.com)
Septiembre 2009
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Porcupine Tree, The Incident y la lírica del crepúsculo
Santos G. Monroy
Porcupine Tree es esa banda de insurgentes malditos que quizá fuera mejor no
conocer: músicos de catacumbas prohibidas, autómatas underground, sirenas
agonizantes en mares electromagnéticos. Violinistas olvidados por el público y
la crítica del gran Titanic en que se ha convertido la industria musical.
Porcupine Tree es una araña de hipnótica belleza que teje su red violeta en las
simas de la conciencia. Y allí compone la banda sonora de la película de
fantasmas que todos filmamos con nuestros sueños.
Porque los fantasmas existen. Viven en nosotros, se incrustan como fósiles en
los estratos de la memoria. Están en el recuerdo de una traición, en el
remordimiento de una ingratitud, en la evocación de un despido definitivo. Hay
espectros en el dolor de nuestras insatisfacciones, y en la amargura de cada
desengaño. Y con este material temático, el líder de Porcupine Tree, Steven
Wilson, ha firmado The Incident, una obra de arte consagrada al vértigo vital y
a la remembranza de los momentos traumáticos que cambian nuestras vidas.
The Incident, como concepto musical, es un agujero negro en las tinieblas del
rock que absorbe toda la luz que le rodea. Y Wilson sigue siendo el gafapasta
más listo de la clase, un inventor chiflado de resonancias que se transmutan en
pinceladas de sentimientos antagónicos.
El tiempo dirá si The Incident ocupará en el panorama del rock actual el lugar
que en su momento conquistaron discos míticos y de concepciones análogas, como
The Wall o Thick as a brick. Pero no cabe duda de que esta larga canción de 55
intensos minutos revisa y actualiza gloriosamente, desde un prisma
contemporáneo, el legado de héroes del progresivo como Pink Floyd, Jethro Tull
o King Crimson.
Cuesta manejarse, por tanto, en este vendaval de ideas que mantean al oyente
desde el cielo al infierno, aunque el esfuerzo se ve recompensado con creces.
La escucha se convierte en una experiencia única, y más en tiempos que han
perdido la magia de la música: sonidos que evocan pesadillas tecnológicas, la
violencia de amores insatisfechos, la melancolía de la niñez perdida. Metal,
trash, industrial, pop, noise y electrónica se alían en un trabajo impecable
técnicamente, repleto de arcanos misterios, de códigos cifrados y delicados
arpegios que desprenden una violencia de ultratumba y un lirismo crepuscular.
Hay quien recrimina a Wilson que The Incident apenas aporta algo nuevo al
sonido de Porcupine Tree. Olvidan que, precisamente, el descubrimiento de estas
sonoridades ha sido uno de los grandes acontecimientos musicales de este siglo.
Y que, conociendo a Wilson, esa veta está aún muy lejos de agotarse.
www.santosgmonroy.blogspot.com:::
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No voy a detallar el disco ni a reseñar sobre el concepto de la obra, ya que
otros cajeros lo han hecho excelentemente bien. Simplemente quiero dar mi
impresión.
Es muy raro que me guste una obra de un solo saque. Tiene que conmoverme hasta
el punto de no apartarme del equipo de música unos segundos despues de haber
finalizado el disco. Durante esos preciosos segundos, antes de decidirme por
volver a escucharlo, medito sobre lo que oí, y realmente con "The Incident" me
quedé pasmado con lo que oí. Me gustaron mucho los últimos trabajos ("In
Absentia", "Deadwing" y "Fear of a Blank Planet"), aunque los escuché en forma
fraccionada, aún el EP "Nil Recurring". Pero, repito, con "The Incident" quedé
fascinado. Steve Wilson y su gente hacen una relectura -si cabe la expresión-
de su anterior obra, sin dejar de mirar más allá de lo que actualmente han
logrado. Una visión muy similar a la que usa Robert Fripp con King Crimson.
Lo mismo la calidad de sonido: una pulidez muy fiel en cada instrumento, aún en
las voces. Todos los músicos están extraordinarios; Gavin Harrison, aún con la
mesura que esta obra contiene, sigue derritiendo orejas, sin necesidad de
exhibicionismos como les sucede a otros colegas bateristas.. Hay sinfonismo,
metal, música industrial, algo de baladas, alguna cita a "Animals" (De Pink
Floyd), pero, principalmente, HAY EXCELENTE MÚSICA, de punta a punta..., y ya
estoy repitiendo lo que otros cajeros escribieron..
No sé si es el mejor trabajo de Porcupine Tree: el tiempo y las sucesivas
escuchas profundizarán o no éste análisis. Pero, lejos, "The Incident" le gana
por goleada a muchos otros trabajos que han aparecido en estos últimos tiempos,
y es una muestra cabal de lo que la música progresiva es en esta época. No solo
conmueve, sino que también despierta una segura y franca admiración en Wilson y
cía.
Imprescindible.
Eduardo Norris
Rafaela, Santa Fe, Argentina
Octubre 2009
P.D.: No quiero hacer un chivo, pero me puso muy contento que una radio de mi
ciudad, MQC Radio (Mas Que Clásicos), comentara y pasara éste disco, algo casi
insólito por estas pampas. Si quieren escucharlo, el programa se llama
justamente, "Más que clásicos", conducido por Fidel Kohn, de lunes a viernes de
15:00 a 19:00 y sábados de 16:00 a 20:00 (Hora de Argentina), pueden hacerlo al
siguiente link: www.mqcradio.com.ar
Allí pasan grandes clásicos de bandas que todos los cajeros conocemos -o no-,
incluyendo Porcupine Tree.
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Roadrunner Records
Calificacion: 9
CD 1:
- "The Incident" - 55:08
- I. "Occam's Razor"
- II. "The Blind House"
- III. "Great Expectations"
- IV. "Kneel and Disconnect"
- V. "Drawing the Line"
- VI. "The Incident"
- VII. "Your Unpleasant Family"
- VIII. "The Yellow Windows of the Evening Train"
- IX. "Time Flies"
- X. "Degree Zero of Liberty"
- XI. "Octane Twisted"
- XII. "The Seance"
- XIII. "Circle of Manias"
- XIV. "I Drive the Hearse"
CD 2:
- "Flicker" - 3:42
- "Bonnie the Cat" - 5:45
- "Black Dahlia" - 3:40
- "Remember Me Lover" 7:28
Duracion total: 92'46''
Musicos:
- Steven Wilson: Voz principal, guitarras, teclados y sintetizador
- Richard Barbieri: Teclados, sintetizador
- Colin Edwin: Bajo
- Gavin Harrison: Bateria y percusion
Grabado desde febrero de 2009.
Genero: Rock y metal progresivo, Rock experimental.
Compuesto y producido por Steven Wilson y Porcupine Tree.
Lo ha vuelto a hacer. O aun mas: Steven Wilson se confirma como el genio del
momento y su banda, Porcupine Tree, como uno de los pilares del actual rock
progresivo a nivel internacional. Y sin discusion. Porque su musica, o mejor
dicho, su estilo puede ser mas o menos discutido, pero la calidad de sus
composiciones estan demasiado por encima de lo que se hace en los tiempos
actuales. Este 'The Incident' es la mejor noticia musical de lo que llevamos
del ano, sin duda. Una joya que sera apreciada en su momento aunque ahora
algunos consideren desmesurados ciertos elogios.
Portal Esquizofrenia
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Discográfica: Roadrunner Records (USA)
Temas: CD 1
- The Incident (55:08)
a. Occami's razor
b. The blind house
c. Kneel and disconnect
d. Drawing the line
e. The incident
f. Your unpleasant family
g. The yellow window of the evening train
h. Time files
i. Degree zero of liberty
j. Octane twisted
k. The Séance
l. Circle of manias
m. I drive the hearse
CD 2
- Flicker (3:42)
- Bonnie the cat (5:45)
- Black Dahila (3:40)
- Remember me lover (7:28)
M=FAsicos:
- Steven Wilson. Voz principal, guitarra acústica, eléctrica, piano ac=
Astico, sintetizadores.
- Richard Barbieri. Piano eléctrico, acústico, sintetizadores
- Colin Edwin. Bajo eléctrico
- Gavin Harrison. Batería y percusiones
Una de las obras más espléndidas de este 2009. Steve Wilson,
de la mano del genio Robert Fripp, nos vuelve a demostrar porque es un
baluarte de la música contemporánea, a pesar de los
comentarios que muchos hacen en su contra. "The incident" es un trabajo
altamente conceptual que se enfoca en la inspiración del líder
porcupiano al tener una expriencia con un accidente mortal que tuvo la mala
fortuna de presenciar en su país natal, según lo manifiesta
Wilson tuvo la sensación, la impresión de haber entrado en
contacto con el alma del fallecido y además considerar que para la
persona que presencia estos hechos hay una excitación
momentánea por lo ocurrido, mientras que para la que lo sufre, es una
experiencia que cambia su vida, la forma de ver las cosas, en sí, su
nueva actitud hacia el porvenir, si es que sobrevive. Wilson hizo esto suyo:
tomo el concepto y lo aplico a su propia existencia -algo sumamente
importante-, las rupturas, los cambios de formación, los amigos
olvidados, los medios de comunicación y hasta una sesión
espiritista en la que se vio involucrado!
Este disco es un ciclo de canciones entretejidas entre sí, la primera
parte con una duración de 55 minutos, con 14 secciones, y la segunda
con solo 4 títulos. Una obra intensa, por momentos intimista, en la
que el cuarteto desarrolla su muy peculiar estilo, de hecho es un concepto
sinfónico no solo por su duración sino por el manejo, a su
manera, del progresivo, es una especie de surrealismo sonoro, cíclico
que te puede llevar a muchas partes.....o a ninguna. En MI PARTICULAR PUNTO
DE VISTA, en una inteligente manera de hacer música, de llevarte a
lugares extraños, obsesivos, pero a la vez discretamente optimistas,
también otorgarte obscuridad, melancolía y hasta cieto grado
taladrar tu estado de ánimo con uno que otro brote depresivo. Es un
recordatorio directo a todos aquellos que creían que los 70=B4s
estaban enterrados el el olvido.
El cuarteto dispone de una amplia gama de opciones en este trabajo, las
cuales van desde el Heavy Metal, Industrial, Space-Rock y Ambiente, las que
manifiestan una música de altas expectativas estéticas, por
momentos amables así como obscuras y lúgubres.
La suite inicia de manera inesperada con directriz Heavy Metal, a manera de intro para continuarse con un brevísimo puente de algunos segundos dado por la guitarra acústica. Escuchamos equalización de sonidos así como ambientación Space-Rock, por momentos algunos sonoridades indusriales, ésta es la filosófica referencia a 'Occam's razor', que se continúa con la sonoridad Heavy Metal mucho más intensa e integrada que al inicio de la suite, hablamos de 'The blind house', en la que un cambio dado por la voz de Wilson muestra la idealización del sondo porcupiano, con discretos coros y sonido de sintetizador que sirve como fondo, otorgando un cierto aire gótico, casi a los 4 minutos, sonido eminentemente percusivo de aire minimalista con orientación indusrial y ambiental. En su transfondo, esta parte de la suite se corresponde a un buen trazo heavy metalero. 'Great expectations', inicia con un dúo entre la voz de Wilson y la guitarra
acústica cuyos acordes preludian la entrada del grupo que nos lleva hacia una extraordinaria sonoridad atmosférica con teclados de fondo,'Kneel and disconnect', se tranforma en un bello pasaje de piano acústico y sonido lejano del sintetizdor acompañando a un Wilson con una voz melancólica hsta cierto punto obscura, coros que acompañan al continuo y extraordinario trabajo del piano cuyos acordes se acompañan del fondo dado por el sintetizador, la continuidad con 'Drawing the line', mágnifica parte de la obra en que los teclados predominan con la voz distante del cantante en una lánguida tonada, a los 1:26, un cambio inesperado hacia Heavy Metal en donde la guitarra eléctrica gira hacia arpegios de alta calidad, por momentos ditorsionados, particularmente se escucha una fuerte influencia de Pink Floyd en ésta parte, el contexto sonoro cambia hacia sonidos industriales y voz en la que Wilson canta como si estuvise contando una historia, que
de hecho la es ('The incident'), por momento se conjuga el sintetizador, la voz distorsionada y Ambiente, la guitarra eléctrica denota con sus arpegios intensidad y angustia, la que se refleja en la voz, por segundos se escuchan murmullos y unos extraordinarios sonidos electrónicos y equalización vocal así como coros que acompañan a la guitarra eléctrica para cambiar hacia una acústica ('Your unplasant family') y voz así como equalización de la misma, para desplazarse hacia un rock metálico, rítmico con arpegios de guitarra eléctrica de magnífica calidad, la entrada de un teclado de corte fúnebre, coros y ruidismo discreto, provocan un extraño sentimiento de tristeza y/o nostalgia, es así como se manifiesta 'The yellow windows of the evening train'. Los enérgicos acordes de guitarra acúsica dan paso a 'Time files', Wilson a la voz, para cambiar a los 1:28 a acordes de guitarra acústica y dejar paso al grupo en donde sobresale
la guitarra eléctrica y el sintetizador de fondo hacia una sonido más heavy con elegantes arpegios, la guitarra acústica vuelve a hacerse presente junto a las ambientaciones sonoras, pasados los 5 minutos, magnífico trabajo del batería Harrison junto a la ambientación que desencadenan en excelentes arpegios de eléctrica, a los 8:06, se retoma la estructura musical del inicio de esta parte dela suite.'Degree zero of liberty', es un reprise de la primera parte de esta suite, la guitarra eléctrica se conjuga con el sintetizador en una corta intervención. La continuidad se manifiesta con dúo de guitarra acústica y eléctrica, respectivamente, voz de Wilson en una atmósfera amable, hasta cieto punto etérea, proyección poterior a un rock metalero acompañado de coros y excelente trabajo de Harrison en la batería, a los 3:12 sintetizador y voces equalizadas en un ritmo frenético que manifiesta cierta ansiedad por lo ocurrido. Casi al final
sonidos industriales ('Octane twisted'). 'The séance', es la continuación en la misma escala: guitarra acústica, voz melancólica, sonido de viento distante, una muy breve pero excelentemente estructurada parte de la Obra, sintetizador espléndido, al final rockeros acordes de guitarra acústica, entrada del grupo en proyección metálica ('Circle of manias'), excelentes contratiempos del baterista, voces distantes y sonido de sintetizador, enérgicos riffs de la guitarra, machacones que le dan un toque magnífico. El punto final 'I drive the hearse', es una bellísima pieza, con aire bucólico, discreta balada que si para algunos no forma parte del contexto total de la suite, nos regala un aire de redención, de sentimentalismo, al final arpegios de guitarra que se comparten con ambientaciones del sintetizador
El CD 2 constituido por 4 piezas es una directa manifestación de la influencia floydiana, en la que se conjugan los mismos elementos antes descritos como son el Space-Rock, Heavy Metal, Ambientaciones, etc, tanto 'Flicker', 'Bonnie the cat','Black Daliha' y 'Remember me lover', comparten mismas conjunciones sonoras, tanto líricas como musicales y bien pudieron haber formado parte de otro proyecto de Wilson y el grupo, es decir, no haberse hecho presentes en este disco.
Independientemente de lo que diga, creo que estamos ante una de las obras más importantes, si no la más importante, del grupo. Un álbumn de fina estética que se desplaza entre distintos sub-géneros musicales para conjugarse en un todo, un trabajo de altas expectativas artísticas, surrealismo llevado al plano musical, música que comparte momentos reflexivos, trágicos, grandilocuentes, redentores, intimístas y sobre todo, altamente creativos. Un disco que debe escucharse serenamente, varias veces para comprender su alcance, que nos transporta hacia la realidad de La Vida, Los Actos, Los Momentos Idos en contraste con la vertiginosidad tecnológica de nuestros días, quizas en la época del Ipod o del MP3 esto no pueda lograrse, pero sí debemos recordar que Porcupine Tree y Steven Wilson no son The Flower Kings, el actual Marillion, Neal Morse y su banda, no, Porcupine Tree y su líder son algo aparte.
Addendum: Destacadísimo el trabajo de Richard Barbieri.
Imprescindible.
A 14 de septiembre del 2009
Desde Xalapa, capital del Edo. de Veracruz en México.
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