Temas
- Núcleos
- La Maga
- Sueños de Panal
- Cósmico V2
- Anhelo
- … (3 Puntos)
- Mundo del Amanecer
- Quintay
- Perdido
- Pirata
- Resquebraja
Integrantes
- Sebastián Aguayo: teclados, guitarra clásica
- Andrés Aguayo: batería, percusión
- Felipe Rivera: guitarras eléctricas, voz
Colaboradores – Edison Atencio (bajo), Priscilla Valenzuela (violín)
Platurno es una joven banda chilena que entra con el pie derecho dentro del
ámbito progresivo: actualmente es un cuarteto, pero para el momento en que
grabaron su disco, aún era un trío con un bajista invitado, y de paso, una
violinista que interviene ocasionalmente para añadir color extra el
repertorio. La oferta musical de Platurno está basada en la convivencia de
space-rock, prog sinfónico moderno y jazz-prog metal a lo Planet X (aunque
también nos puede remitir a sus compatriotas de Australis). Los teclados de
Sebastián Aguayo y la guitarra de Felipe Rivera se reparten muy bien los
espacios que llenan con sus fraseos, riffs y ambientes, mientras que la
batería cumple primordialmente de mantener un persistente dinamismo a través
del desarrollo de las piezas respectivas. En ningún momento recurre Platurno
a ideas musicales de largo aliento, siendo así que solo en dos ocasiones un
tema dura (poco) más de 5’30” – la mayoría de las composiciones se
desarrolla en espacios entre 4’30” y 5’30”.
El tema homónimo da inicio al disco con unas capas oníricas de sintetizador,
muy espaciales, abriendo la puerta para el ingreso de una serie bien armada
de riffs moderadamente pesados en el cuerpo central. ‘La Maga’ tiene algo de
letra, lo cual supone una ocasión para revelar el limitado registro vocal
del guitarrista – en fin, este tema abre y cierra con un motivo en clave
funk-rock, con un intermedio de patente psicodelia desarrollada sobre una
ambientación lánguida. ‘Sueños de Panal’ es un jam lento de esencia cósmica
que busca ciertas afinidades con el Pink Floyd de los primeros 70s, mientras
que ‘Cósmico V2’ hace un balance entre el jazz-rock melódico y el
space-rock. ‘Anhelos’ nos muestra el momento más genuinamente sinfónico del
disco, basado en hipnóticos fraseos del piano, cuyos arpegios cimientan el
camino para el lucimiento de elegantes solos de guitarra. ‘… (3 Puntos)’ es
un breve preludio de sonidos sintetizados de marimba que anteceden a la
llamativa explosión de ‘Mundo del Amanecer’, sin duda, la pieza de mayor
gancho del disco – algo que tiene un tufo innegable a Planet X pero con un
esquema sonoro que coquetea con el neo y la inserción de algunos ornamentos
sinfónicos que imprimen un poco de solemnidad al asunto. ‘Quintay’ nos lleva
a un registro onírico: arpegios de guitarra clásica llenos de serenidad
académica, misteriosas líneas de guitarra eléctrica que emulan ambientes
aéreos, los mismos que son sazonados con algunos trucos percusivos
ocasionales. Lo onírico deja paso a lo evocativo con otro tema suave, esta
vez ‘Perdido’: aunque se trata del otro tema cantado, la parte vocal es
menos relevante que las intervenciones del violín, las cuales dibujan
retazos constantes de romanticismo sobre la base creada por los arpegios de
piano. El disco cierra con la dupla de ‘Pirata’ y ‘Resquebraja’, la cual
redondea la orientación más dura de Platurno, llevándola hacia un cierto
acercamiento al prog-metal.
Tenemos un disco no precisamente espectacular, pero sí lleno de suficiente
diversidad como para mantener la atención del oyente empático – Platurno
sabe trasladar su espíritu entusiasta a sus ideas musicales. Se puede
extrañar una mayor compacidad en su sonido integral, pero se nota que el
grupo tiene recursos para alcanzar su madurez estilística muy pronto.
Platurno es un grupo al cual vale la pena ponerle atención.
César Mendoza
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