Temas
“Hay Fay”
- Merta
- Cocomelastico
- Seppia [a) Sottotitolo b) Frescofresco c) Rusi]
- Bofonchia
“Fay Hay”
- Napier
- La Fioricultura di Tichincinatta
- La Bolla
- Off
Integrantes
- Andrea Beccari: bajo, corno, percusion, voz
- Aldo de Scalzi: teclados, percusion, voz
- Paolo Griguolo: guitarras, voz
- Giorgio Karaghiosoff: flauta, saxos, percusion, voz
Justo en una temporada cuando parecia que comenzaba un declive general en el
movimiento progresivo en varios paises, la escena italiana atisbaba el
alumbramiento de una de sus criaturas mas osadas e ingeniosas, Picchio dal
Pozzo. Formado inicialmente como un cuarteto sin baterista, PdP abordo la
grabacion de su primer disco con una pleyade de colaboradores, con la
intencion conjunta de crear una propuesta donde confluyen elementos tan
dispares como el Canterbury, la psicodelia electronica, el jazz fusion,
disonancias y contrapuntos a lo Bartok, incluso elementos ocasionales de
sensibilidad mediterranea y otros de corte juglaresco, valiendose no solo de
intrincadas ejecuciones instrumentales, sino tambien de juegos vocales tales
como falsetes, coros extravagantes, tarareos delicados y otros mas bien
delirantes... por todo esto es que PdP es considerado por muchos como la
respuesta italiana a Henry Cow, los cultores pioneros del RIO.
El repertorio se divide en dos bloques principales, “Hay Fay” y “Fay Hay”,
repartidos en ambos lados del vinilo original. El disco se inicia con un
motivo formalmente sencillo de arpegios de dos guitarras acusticas,
complementado por unos acordes sostenidos de sintetizador y gotas salpicadas
de glockenspiel, sobre las cuales se explayan unos coros en falsete
burlescos y al poco rato, unos retazos de metales. El siguiente tema sigue
por una vertiente de jazz tradicional a ritmo de 6/4, que otorgan una cierta
calma, pero sin olvidar el tono humoristico. En la tercera pieza, la
alucinante “suite” tripartita “Seppia” la banda explora territorios mas
delirantes (con una evidente herencia del ‘In Praise of Learning’ de Henry
Cow), con un motivo protagonizado por una serie de acordes aleatorios y
disonantes bajo la responsabilidad del sintetizador y la guitarra procesada
con efectos agresivos, sobre los cuales se explayan toques de xilofon y unas
alucinadas cortinas de saxo y tarareos surrealistas, entre orgasmicos y
paranoicos, todo ello bien sostenido por una seccion ritmica solida; el
final abrupto abre paso a una breve secuencia de flauta y xilofon bastante
bartokiano (a lo Gentle Giant), que a pesar de ser menos ruidoso no deja de
ser por ello inquietante. Lo que viene despues, como tercera seccion de
“Seppia”, es otro prodigio de extravagancia inteligentemente llevada: un
pastiche alucinado de sucesivos motivos relajantes, que transitan entre lo
bucolico, lo barroco, y lo academico vanguardista, todo ello en medio de
dosificados recursos vocales extraños y efectos electronicos: los ultimos 50
segundos de efectos, que concluyen con un abrupto interruptor de cierre,
conforma “Bonfochia”.
El lado 2 (“Fay Hay”) comienza con dos temas hermosos y extravagantes a la
vez, donde se condensan las cualidades descritas en el parrafo inicial de
esta reseña. En mi opinion, los temas 5 y 6 conforman el pico creativo de
este disco, asi como las muestras mas fieles y compactas de la propuesta de
PdP. Los dos ultimos temas son sendos nocturnos sostenidos sobre una
cadenciosa y crepuscular base de piano clasico, sobre la cual el saxo
soprano (“la Bolla”) y la flauta (“Off”) sacan a relucir su magia evocativa
en un primer plano: ambos numeros conforman un final sereno que otorga un
cariz adicional de belleza envolvente al variopinto espectro sonoro de PdP.
Balance general: excelente obra maestra del prog italiano, una muestra
atipica pero lo suficientemente exquisita como para dar brillo a cualquier
buena coleccion progresiva.
Cesar Mendoza
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