Temas
- Evidently Goldfish
- Not the Man
- No Moon in the Water
- Our Oyster
- Smething About Ysabel’s Dance
- Green Fingers
- On the Surface
- A Way Out
Peter Hammill: voz, coros, guitarras, teclados, bajo, programaciones
Colaboradores – David Jackson (saxos en 3 y 6), Stuart Gordon (violin en 1,
4 y 5), John Ellis (guitarras en 1, 4 y 5), Nic Potter (bajos en 3 y 6)
Con este disco Hammill se despedia de una decada y daba la bienvenida a
otra, mostrando que todavia era capaz de escribir buenas canciones, a la par
que mantenia una sensibilidad permeable al pop y al empleo de sintetizadores
de tecnologia digital sin mayores complejos (algo que habra de repetir poco
despues en ‘The Noise’). Aunque quiero dejar claro que este indicio se
refiere mas a la produccion y arreglos de los temas que a la elaboracion del
repertorio mismo. A diferencia de por ejemplo ‘In Foreign Town’ (el caso mas
flagrante que le conozco a Hammill de intencionalidad pop), la inspiracion
de las melodias y armonias en los temas donde aparecen teclados apunta
principalmente a la evocacion de climas emocionales. El asunto comienza con
“Evidently Goldfish”, un tema de base techno-rock con algunos trucos
frippianos de guitarra y retazos de violin incorporados para añadir algo de
tension, en una dosis muy mesurada. Sin ser impresionante, es un efectivo
tema de entrada. Esta misma linea de accion se usa en “Not the Man” y “Green
Surface”, con una actitud un poco mas “light”.
La cuota de densidad se hace presente de manera mas decidida en los temas
sin seccion ritmica. “No Moon in the Water” conforma una hermosa sonata
donde el ensimismamiento y la decepcion se funden en una sola fuerza
emocional; el saxo soprano de Jackson acompaña oportunamente a las
reflexiones vertidas por Hammill. La cosa se pone mas solemne en “Our
Oyster”, dado que ahora Hammill echa una mirada critica hacia los eventos de
la Plaza Central de Tiananmen: curiosamente se exhibe aqui un contraste
interesante entre el tono sombrio de los acordes de teclado que fundan la
base armonica del tema con el manejo sobrio y etereo de las cortinas de
teclado de fondo, lo cual yo interpreto como una fusion de pavor moral con
objetividad contemplativa. Con “Something About Ysabel’s Dance” toda
objetividad desaparece y solo queda una vibracion desnuda en la voz de
Hammill, acompañada por dos guitarras acusticas y un violin flotante de
Gordon, que se sostiene en el aire sin llegar a ser abrumador. Esta
secuencia de tres temas resulta irresistible.
Con todo, es en los dos ultimos temas donde, en mi opinion, Hammill expresa
mejor su capacidad creativa para estimular la imaginacion y la inteligencia
emocional del oyente en el contexto del presente disco. “On the Surface” se
basa en una serie de acordes y cortinas de teclado, las mismas que quedan
realzadas por efectos corales evocativos, mientras que la seccion ritmica
esta constituida por un compas ligeramente complicado, manejado en un tempo
no muy veloz: el resultado se traduce en una cancion a la vez intmista y
misteriosa. Lo intimista persiste y se aumenta con un tema que deja atras
todo misterio: la emotiva y contenidamente desgarradora balada “A Way Out”
maneja en su lirica toda una serie de cliches en torno al adverbio ‘out’
para relatar la angustia, confusion y estupor que suceden a una triste
ruptura amorosa. Los punteos de guitarra me recuerdan un tanto a Dire
Straits, mientras que el espiritu general de este bello tema me remite a los
momentos mas romanticos de la era 81-85 de Hammill. Vaya forma tan intensa
de cerrar el disco, sin que se haya necesitado recurrir a la euforia
explicita de los cierres de ‘A Black Box’ o ‘pH7’, por poner dos ejemplos.
Cesar Mendoza
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