Pendragon representa lo que yo concibo como esencia del sentimiento
sinfonico-progresivo en una de las vertientes centrales del genero, la del
entrelazamiento de los patrones del rock con diafanas armonias y melodias
tonales construidas mediante el sinfonismo artesanal de teclados y guitarras
en funcion de transmitir sentimientos. Sin alardes de composicion,
estructura, ni con supuestos vanguardismos o no vanguarsismos tonales, mas
alla de accesibilidad o hermetismo, oscuridades o claridades, no queriendo
decir con esto que el disco no posee virtudes estrictamente tecnicas, que
las tiene y muchas. La aclaracion es a proposito de tanto critico por alli
que identifica a la oscuridad como exigente de una excelencia y complejidad
musical superior a la claridad, juicio para mi absurdo y arbitrario.
De primera oida me produjo todo lo que tiene que producirme un disco de rock
sinfonico-progresivo, dentro de su particular estilo tan pegado a la
articulacion de armonias y melodias pletoricas de claridad, esas que son
pura luz aun desde un dejo melancolico, heredero de la tradicion genesiana,
floydena y camelida. Aqui se presentan a la altura de su mejor trabajo que
para mi era "Masquerade Overture" de 1996. Un disco donde Barret decide
parecerse a si mismo a la vez que atreverse a algunas busquedas diferentes,
a pura construccion artesanal como es su estilo, sin alardeos de
espectacularidad, pero con su corazon despellejado puesto en cada nota o
arreglo, donde trasmite esa increible sensacion de bonhomia, pura sencillez
y humanidad que contrasta con la arrogancia, la sobreactuacion, la frialdad
y la altivez que suelen rondarnos.
Hay innovaciones al estilo que no son drasticas pero si logran un eficaz
efecto renovador. Es tan un disco de Barret y sus guitarras, que Nolan esta
bastante "relegado" a un plano de protagonismo menor que en sus discos
anteriores, dedicado aqui fundamentalmente a ejecutar armonias de fondo y
colchones, aunque no por ello dejen de brillar sus dosificadas
intervenciones en motivos melodicos tipo cajita musical. Los climas
habituales de la banda se enriquecen con arreglos corales con reminiscencias
orientales o misticas muy bien insertados, con sobriedad y mesura en varias
partes del desarrollo del disco. Aparece mas variedad de sonidos en las
guitarras, en unas partes luciendo mayor dureza con riffs mas picantes y en
otras metiendo arreglos acusticos que van de toques flamenco a jazzies. Todo
esto a nivel de condimento y no de plato principal pero con buen resultado
en el sabor. Lo que si en este disco Believe si se puede notar en algunos
temas es una "Arenizacion" del sonido, pero que tampoco llega a asimilar
ambas propuestas para nada, se trata de que aqui Barrey y sus amigos,
especialmente el bajista Gee y el baterista Smith se han cargado bastante
mas las pilas que en otros trabajos.
El comienzo con "Believe" me predispuso muy bien para todo el disco desde la
pimera oida, un tema de poco menos de 3 minutos, se le podria llamar una
intro que desarrolla varias cosas en ese corto tiempo para de alguna manera
crear un clima que se rompe con el arranque del tema 2. Clima de sintes
ambientales irrumpen creando magnificencia de fondo, aparecen unos coros
misticos, con aires orientales donde una voz femenina vocaliza frases o
fonemas en tonos altos. El bello tema culmina con la voz distorsionada de
Barret y unos guitarrazos con efectos que quedan flotando en el silencio
para que se oiga una frase "and now everybody to the dance floor" y arranque
el riff a todo vapor del impecable "No place for the innocent". De pronto la
sensacion pasa de aquella fuga mistica celestial a una escena netamente
urbana, como estar viajando en un automovil tipo cabriolet a toda velocidad
por una avenida con la cara al viento. Una sensacion de aventura emotiva que
de la mano de las guitarras picantes lleva este hermoso track a buen puerto.
Es notable como me recuerda por momentos a Rush, sobre todo el final
instrumental con un solo de guitarra sobre una base de riffs poderosos. El
siguiente "The Wisdom of Solomon" intenta convocar unos aires orientales,
tras esa guitarra electrica de notas largas que parece contarnos un
sentimiento en cada estirada, de pronto lo oriental enfila para el lado del
sabor flamenco dominado por las guitarras acusticas y un ritmo contagioso,
sencillo pero con gracia. Asi llegamos a la suite "The wishing well" que es
el verdadero plato fuerte del disco. La parte a "For your Journey" es un
relato del propio Barret bajo fondo de sintetizadores muy apropiados para
transmitir una especie de confesion intima. La seccion b "By the sowest" es
el climax del disco, memorable tema que ingresa a ocupar un lugar entre mis
preferidos de la banda, comparable a "Paintbox" por lo delicioso de las
melodias y la emotividad desplegada. Me trae reminiscencias del Arena de
"Songs from the lions Cage" o "Pride" pero no por algo en especial, es una
sensacion muy personal. La continuidad con la parte c "We talked"
proporciona una sorpresa muy positiva para mi gusto: Barret aprieta los
dientes y exhibe unos arrestos rockeros, aparecen voces extrañas, Fudge
Smith y Peter Gee cuando los pensaba cercanos ya de jubilarse
definitivamente de tibios y pacatos, se animan a dar algunos roscazos y le
meten ritmos rapidos e intensos a la cosa, lo que nos hacen dudar si nos
equivocamos de disco. El segmento final "Two roads" es vivaz y distendido,
como una especie de balada rapida siempre con las guitarras de portagonistas
casi excluyentes, incluido un extenso solo que cierra el tema.
El disco se completa con "Learning Curve" que sobresale por un sabor "latin
jazzie ", algunos ritmos variados sobre los que se insertan en el final las
melodias de guitarra tipicas de Barret. Muy agradable. La conclusion con
"The edge of the world" se construye sobre formas reposadas y francas
melodias, tal vez remita a los climas mas pinkfloydeanos de "The window of
life". Es un bello final intimista, apela a una especie de sinceramiento
interior, muy reflexivo, a manera de conclusion o balance de sentimientos.
En definitiva, un disco honesto y valioso en plena epoca de expectativas
devaluadas y cansancios del gusto, y me pone bien haberlo disfrutado. Eso
si, no hago ningun tipo de recomendacion ni de consejo, apenas puedo con mi
propio gusto como para vaticinar el gusto de los demas, que cada uno se haga
cargo de su propia experiencia si es que le interesa, pero obviamente que mi
vision de gusto y juicio evaluativo es abismalmente opuesta a la de Ferran
Lizana por ejemplo quien a mi parecer, sin fundamento alguno y con
argumentos de una inconsistencia flagrante -como lo explica el razonamiento
preciso y lucido del mensaje del cajero Hernan Bertagni- discrimina a esta
banda por el solo hecho de no sentirse identificado con el estilo. Respecto
a otras expresiones y bandas puedo tener mayores coincidencias con las
opiniones de Lizana (que me temo deben ser accidentales) aunque lo curioso
es que si tuviera que calificarlo como critico de rock sinfonico-progresivo
le pondria la misma nota que el le pone a "Believe" : 3,50.
Saludos
JULIO
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