Imaginemos que tenemos a todas las bandas progresivas japonesas surgidas en los '80 colocadas a lo largo de una linea recta. En un extremo, el del maximo refinamiento y suavidad, tendriamos -por ejemplo- a Mugen y a Vermillion Sands. En el otro, a bandas bombasticas como Gerard o Ars Nova.

Pues bien., Pageant estaria en la mitad de esa linea. Se trata de otra tipica agrupacion nipona con musicos de primer orden y cantante femenina, cuya musica esta colmada de elegancia y buen gusto, pero con mas enfasis "rockero" que los grupos orientados a la musica clasica y menos vertigo y fuerza que las bandas mas explosivas.

"La Mosaique de la Reverie" es un disco excelente, muy sinfonico, con interpretaciones realmente llamativas, emotivas y tecnicamente perfectas -particularmente, la voz de Hiroko Nagai es preciosa y potente-. Las composiciones son bellas, sustentadas en el estilo de canto, los teclados (que a veces recuerdan la forma de tocar de Tony Banks) y la magistral participacion de las guitarras acustica y electrica.

Lo unico objetable que encontre fue la intervencion de un cantante (creo que el guitarrista) en el tema "Un Ciel de Celluloide", cuando el album ya esta en su tramo final. El hombre no sabe cantar (y ademas, en contraposicion a la voz femenina, se nota aun mas). Lo demas, de primer nivel. Gran disco.

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Temas

1. La Mosaïque de la Rêverie
2. Vexation
3. Echo
4. L'Enfer des Poupées
5. Rires dans la Nuit
6. Un Ciel de Celluloide
7. Epilogue

Integrantes

• Hiroko Nagai: voz, teclados
• Ikkou Nakajima: voz, guitarras eléctricas y acústicas
• Kazuhiro Mitayake: flauta, guitarras acústicas
• Noboyuki Nagashima: bajo
• Hideaki Indou: batería Colaborador – Kazuhiko Yamada (bajo en 4)

Pageant fue uno de los ítems más interesantes dentro del progresivo sinfónico japonés de los 80s, resistiéndose a encuadrarse dentro de la moda neo (como sí lo hicieron sus compatriotas de Outer Limits en sus inicios) y apelando a una reformulación leal, y a la vez, creativa de las pretensiones originarias del género. Las alusiones a la música de Camel y Genesis son varias y diversas, así como a la esencia de Renaissance, pero claro, las composiciones y arreglos de las piezas contienen también ese candor melódico tan exótico y especial del Japón. Pageant también fue la antesala a Mr. Sirius, el ensamble que poco después el flautista-guitarrista Kazuhiro Mitayake formaría para profundizar y sofisticar la línea musical ya presente aquí. De hecho, Mitayake fue el último miembro en incorporarse a este combo, y por ello sospecho que su entrada sirvió para macerar la potencialidad sonora de la banda. Para Mr. Sirius, Mitayake se llevaría a la cantante Hiroko Nagai, pero ésa es otra historia. Quedémonos con que la música de Pageant rescata por igual la vertiente sinfónica de Camel y Genesis (en este aspecto me recuerdan a Bellaphon) y el lirismo folk de Renaissance, condensándolas y/o alternándolas según la ocasión, portando una energía vital y un gancho fácil de notar en las secciones más rockeras, con una riqueza melódica tan colorida como cándida.

El tema homónimo, que comienza con ruidos de cajita musical, condensa muy bien las vertientes sinfónica y bucólica del ensamble, siendo así que ‘Vexation’ pone más énfasis en la última vertiente mencionada. Ambas piezas muestran directamente la manera tan inteligente y natural en que el ensamble sabe coordinar la presencia alternada de guitarras acústicas y eléctricas, dejando espacio para que se escurran florituras de flauta por aquí y por allá, así como para que los teclados bombásticos insuflen un aura orquestal al asunto. ‘Echo’ y ‘L’Enfer des Poupées’ son sendas piezas rockeras bastante efectivas en cuanto a gancho se refiere, aunque creo que la segunda adolece de la carencia de polenta en comparación con el explosivo tema que le precede: ‘Echo’ conforma, en verdad, uno de los momentos más logrados dentro de la faceta extrovertida del disco. ‘Rires dans la Nuit’ conforma otro pico del disco, retomando la aureola sinfónica con predominancia bucólica que ya había llenado el estupendo tema 2, pero llevando esta misma línea de trabajo por una senda más majestuosa. El sinfonismo melódico rebrota en la bonita pieza ‘Un Ciel de Celluloid’, en la cual canta el guitarrista Ikkou Nakajima: dado que las guitarras son acústicas, aquí destacan los teclados y el bonito aunque breve solo de flauta que emerge en algún lugar de la mitad. ‘Epilogue’ es la fastuosa balada que da cierre al disco: en ningún otro tema del disco asumen los teclados un rol tan imponente como en éste. Se trata de una pieza bastante bien lograda en su medida pomposidad – para los momentos en que aparecen los pulcros y evocativos solos de flauta, el boato habitual se constriñe un poco para no opacar el lirismo de los mismos. Un final efectivo para un disco que destila cuidadosa elaboración y buen gusto. Recomiendo a Pageant como una pieza valiosa dentro de una colección sinfónica.

César Mendoza