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 NUCLEUS: “Solar Plexus” (1971)

Temas

  1. Elements I & II (2:12)
  2. Changing Times (4:44)
  3. Bedrock Deadlock (6:52)
  4. Spirit Level (9:20)
  5. Torso (6:12)
  6. Snakehip’s Dream (15:16)

Integrantes

  • Ian Carr; trompeta, corno flugal
  • Karl Jenkins: oboe, saxo barítono, piano, piano eléctrico
  • Brian Smith: saxos tenor y soprano, flauta
  • Chris Spedding: guitarra
  • Jeff Clyne: bajo, contrabajo
  • John Marshall: batería, percusión

Colaboradores – Kenny Wheeler (trompeta, corno flugal), Harry Beckett (trompeta, corno flugal), Tony Roberts (saxo tenor, clarinete bajo), Ron Matthewson (bajo), Chris Karan (percussion), Keith Winter (sintetizador)

Tercera obra de estudio de Nucleus, y una de las más explícitas al mostrar las inquietudes más experimentales de este combo liderado por el recientemente fallecido Ian Carr: “Solar Plexus” despliega a través de su repertorio una variante más intensa y enérgica del estilo jazz-fusión de Nucleus que nunca antes (léase, los dos primeros discos de estudio). Este material fue compuesto íntegramente por Carr en un tiempo en que Nucleus aún no existía como tal, como

parte de una dotación dada por una institución cultural de Gran Bretaña: pensado inicialmente como un proyecto de música experimental contemporánea, en las manos del ensamble de Nucleus y varios músicos invitados se convierte en una magna obra de jazz-rock que supone uno de los muchos picos creativos originados desde la vertiente Canterbury.

Predominantemente marcado por el despliegue del sintetizador, ‘Elements I & II’

da inicio al disco con una ambientación cósmica que alterna momentos relajados minimalistas con otros más solemnes y bizarros, siendo éstos los que más apelan

a la exploración de atmósferas psicodélicas free form. Cuando ingresa el segundo tema, ‘Changing Times’, el frenesí y la alegría entran a tallar con un esplendor celebratorio: el rol protagónico de la trompeta y el sólido ejercicio

rítmico provisto por el baterista y el percusionista sostienen la robusta armazón de swing e inteligente improvisación que tiene lugar. ‘Bedrock Deadlock’ apunta hacia un ambiente más introspectivo, comenzando con una elegante fanfarria rebosante de sobrio intimismo, y luego evolucionando hacia un desarrollo fusionesco afín a cadencias de tenor Latin-jazz: de este modo, lo

intimista es reemplazado por lo sensual. ‘Spirit Level’ comienza con otra fanfarria, esta vez menos cálida y más misteriosa, como en medio de lo caprichoso y lo aleatorio: bien pronto el clarinete ocupa el protagonismo exclusivo, haciendo flotar sus líneas sobre los ornamentos de contrabajo provistos por Jeff Clyne. Al bordear los 3 ½ minutos, empieza a instalarse el cuerpo central de la pieza, bastante imbuido en atmósferas introspectivas. Los dos motivos fluidamente engarzados en el cuerpo central tienen en común un sutil manejo de texturas y un delicado desarrollo de los arreglos de vientos. El tema concluye con un exultante solo de trompeta que revela un magistral manejo de los espacios. Por alguna razón, este tema me recordó a los momentos más serenos de Keith Tippett. ‘Torso’ abre la segunda mitad del disco con la mayor exhibición de introspección sonora del mismo: dado que este tema rebosa de frescura por todos sus poros, no es de extrañar que concluya con un solo de batería, cortesía del perennemente magistral John Marshall. Apenas concluido dicho solo de batería, surge ‘Snakehip’s Dream’ para completar el último cuarto

de hora del álbum. Esta pieza está afiatada en torno al estándar del jazz-fusión, utilizando un medio tiempo en 10/8 y permitiendo amplios espacios para solos de guitarra, saxo y trompeta en un jam sólidamente articulado. Los últimos minutos sirven para airear la sección de metales en una amalgama estupenda. La breve coda sintetizada cierra el círculo del repertorio.

Personalmente celebro que en este disco de Nucleus ya no contemos con tantas piezas de limitado desarrollo, sino más bien con temas que gozan de suficiente espacio como para que los músicos puedan mostrar al oyente su solvencia técnica

y feeling para explotar convenientemente las ideas musicales en juego. “Solar Plexus” es, en pocas palabras, una gozada del jazz experimental de los 70s. Poco tiene que envidiarle a las máximas obras de Weather Report, Return to Forever o Miles Davis – Nucleus merece un sitio al lado de estos y otros grandes nombres del jazz moderno.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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