Temas
- Lost in a Lost World
- New Horizons
- For My Lady
- Isn’t Life Strange?
- You and Me
- The Land of Make-Believe
- When You’re a Free Man
- I’m Just a Singer (In a Rock’n’Roll Band)
Integrantes
- Justin Hayward: guitarras electricas y acusticas, mellotron, chamberlain,
piano, percusion, voz, coros
- John Lodge: bajo, guitarra acustica, cello, percusion, voz, coros
- Mike Pinder: piano, mellotron, chamberlain, guitarra acustica, cello,
armonio, celesta, voz, coros
- Ray Thomas: flautas, saxo soprano, flauta dulce, voz, coros
- Graeme Edge: bateria, percusion, mellotron
Este fue el septimo y ultimo disco de la etapa gloriosa de The Moody Blues.
En un efecto similar al que tuvo el “Let It Be” de The Beatles, este disco
alcanzo el No. 1 de ventas de LPs en los Estados Unidos y el No. 2 en el
Reino Unido mientras que el quinteto anunciaba que “Seventh Sojourn” seria
su ultimo disco de estudio, al menos por un tiempo.
La vertiente recurrente de este disco es la de un melodicismo transparente y
bien armado: yendo mas alla de las predominantes aureolas acusticas del “A
Question of Balance” y apartandose un poco de los rezagos psicodelicos que
aun impregnaban buena parte del repertorio del “Every Good Boy Deserves
Favour”, The Moody Blues opta esta vez por mantener el formato de cancion en
un contexto de lirismo progresivo sencillo: pero, eso si, sin llegar a lo
facilon, pues, por el contrario, la banda prefiere la mayor parte de las
veces extender el peso de las lineas melodicas – pocas veces como esta nos
encontramos con el grupo en una posicion tan comoda y confiada mientras van
explayandose en los delineamientos marcados por sus composiciones. Los
ejemplos mas claros de esto estan encarnados en “New Horizons”, “Isn’t Life
Strange?”, “When You’re a Free Man” y “You and Me”: cada una de estas piezas
termina por atrapar completamente el lado emocional del oyente comprometido
(ya sea en la melancolia, el optimismo sobrio o el lamento existencialista),
siendo asi que en los tres primeros temas mencionados el claroscuro se
apodera del ambiente, mientras que “You and Me” nos invita a reflexionar
desde el lado mas positivo de nuestra lucidez. “Isn’t Life Strange?” es tal
vez el aporte mas brillante que John Lodge haya brindado jamas a la banda –
la belleza de su base melodica y la majestuosidad con que el ensamble
combina las orquestaciones de mellotron, flauta y cellos junto con los
punteos de guitarra solista a cargo de Hayward funcionan como el
asentamiento perfecto para las reflexiones vertidas en el canto y las
armonias corales. La belleza ampulosa de esta pieza encuentra un adecuado
contrapunto en la prestancia mas introspectiva de la eterea balada ‘New
Horizons’, la misma que tambien tiene una conveniente dosis de
majestuosidad. ‘When You’re a Free Man’ nos expone, una vez mas, la
pesimista vision del mundo y del ser humano de su autor, sopesada a duras
penas por un halo de esperanza que se sabe utopico: esta cancion cuenta con
magnificos arreglos, pero en lo compositivo no me llama tanto la atencion
como el eficaz tema de entrada ‘Lost in a Lost World’, tambien de su
autoria. ‘Lost...’ anticipa en gran medida la predominancia de brumas
claroscuras que habran de acaecer a lo largo de este disco.
Ray Thomas ofrece un solo aporte con ‘For My Lady’, y dada la belleza de
esta cancion, con ello basta – se trata de un tema de corte folclorico donde
las lineas complementarias de flauta dulce y armonio asientan las atractivas
bases melodicas a ser desarrolladas en el canto. El disco termina con una de
las composiciones mas marchosas y celebradas de John Lodge dentro de la
serie de exitosos singles que The Moody Blues produjo durante su carrera.
‘I’m Just a Singer (In a Rock’n’Roll Band)’ establece una contraparte
frontal ante las inspecciones espirituales de Hayward y la estupefaccion
moral de Pinder – Lodge lamenta el calamitoso estado de la humanidad, pero a
la vez propone a la musica como un vehiculo de genuina esperanza a traves de
su poder de comunicacion y de creacion de ambientes ludicos. No se puede
entender como hay gente que persista en atormentar a sus projimos
enarbolando causas politicas radicales y contaminando el ambiente... pero la
musica puede viajar a traves del mundo tendiendo puentes a traves de los
mares para unir a las personas. Lodge evoca aqui el lado mas optimista del
hippismo a fin de superar el pesimismo latente en su faceta mas
“intelectual”. El hecho de que esta cancion sea precisamente la que cierre
el disco parece simbolico de la necesidad que sentia cada miembro individual
por explorar sus propios caminos musicales, al menos por un tiempo, para
apartarse del aura mistica que rodeaba a la banda desde sus tiempos del “In
Search of the Lost Chord”. Como sea, “Seventh Sojourn” supuso un broche de
oro para la etapa mas notable de este grupo: se trata de un disco bastante
compacto en su estructura interior, ademas de estar lleno de ideas musicales
muy bien desarrolladas y arregladas.
Cesar Mendoza
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