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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 MIDAS: “Beyond the Clean Air” (1988)

Temas

  1. Sham Noctiluca
  2. The Slough of Despond
  3. Mortuary
  4. Beyond the Clean Air
  5. Green Forest [Bonus track]

Integrantes

  • Kazuo Katayama: batería, percusión acústica y electrónica
  • Eishyo Lynn: piano, sintetizadores
  • Katsuaki Mishima; bajo
  • Eigo Utoh: voz, violín

Midas se contaba entre las bandas más notables dentro del revival prog japonés que tuvo lugar en los 80s. Su estilo estaba claramente definido como un punto de encuentro entre las esencias estilizadas del progresivo sinfónico (Yes, UK, Camel) y la ágil dinámica del neo- prog, con una cierta preferencia por la primera vertiente. Es justo advertir que el sonido global de la banda porta variantes exóticas en las melodías y cadencias, lo que le permite generar algo de originalidad a través de las influencias. El hecho de que el violín asuma el rol principal la mayor parte del tiempo hace que Midas realce las posibilidades sinfónicas del departamento de teclados, a fin de que los solos de Utoh brillen cada vez que salen a tallar. En perspectiva, "Beyond the Clean Air" no iguala el poder transmitido por su posterior tercer disco "Third Operation" (EMHO, su álbum más destacado), pero a fin de cuentas, tenemos aquí un poderoso debut que deberá resultar atractivo para cualquier genuino amante del sinfonismo, en especial por su riqueza melódica y su predominancia de ambientes extrovertidos.

'Sham Noctulica' da inicio al disco con una espléndida introducción lenta, algo así como una mezcla entre el 'Danger Money' de UK y el 'Eleventh Earl of Mar' de Genesis, con una cercanía a la vibración siniestra del primero. El desarrollo de la pieza vira hacia un excitante y colorido despliegue de sonoridades sinfónicas, donde la interacción entre los estupendos solos de sintetizador y las elegantes intrusiones del violín se asientan sobre una sólida sección rítmica. ‘Sham Noctulica’ es una garantía de buena primera impresión. A continuación viene 'The Slough of Despond', que ocupa el siguiente cuarto de hora con un ejercicio más pomposo de melodías y ambientes sinfónicos bajo un esquema que recurrentemente coquetea con el neo. Dado que en este tema sale a relucir una presencia más llamativa de los teclados, Eishyo Lynn aprovecha para dar rienda suelta a sus influencias wakemanianas y jobsonianas, combinando el clasicismo juguetón del “Yes-man” y las texturas cósmicas del versátil “UK-man”. La inclusión de algunas líneas célticas en algunos de los motivos ayuda a la pieza a mantener su clima entusiasta de manera consistente y fluida. Los elementos que siguen después son un interludio de piano con base romántica, una progresión en clave de vals y un motivo a lo Camel-con-Pendragon elaborado sobre un complejo juego de cambios rítmicos, todos ellos en una procesión bien amalgamada. 'Mortuary', a pesar de las alusiones funerarias de su título, mantiene el vivaz vigor general del repertorio bien encendido. Su exótica línea melódica principal incluye algunos pasajes tangueros bastante traviesos: aunque suene inverosímil, la cosa es que el truco funciona bastante bien. Se trata del tema más corto del álbum, pero no es el más simple, puesto que contiene suficientes variantes y giros como para resultar musicalmente exigente.

El repertorio oficial concluye con los 18 ¾ minutos del tema homónimo, una auténtica maratón que puede muy bien representar certeramente un emblema de lo que significa la esencia progresiva de Midas desde lo más íntimo de su ser. Comienza con un melancólico trío de piano, violín y madera sintetizada, como si se exorcizara a viejos fantasmas de musas barrocas. La primera sección cantada tiene el típico esquema de una balada progresiva, al modo de una confluencia entre Curved Air y el Yes 77-78. Cuando las cosas se tornan más veloces, se genera una vibración trepidante, creando así un perfecto pretexto para la emisión de explosivos solos de violín y sintetizador. Después, las cosas viran hacia ambientes más calmados, trasladándose hacia esferas más cósmicas: de este modo abre un puente a la sección conclusiva, consistente en retomas de motivos precedentes y su coda subsiguiente, donde se alternan lo climático y lo melancólico. 'Green Forest' es un bonus bastante bueno: en cuanto a su ambiente y atmósferas, tiene un parentesco muy cercano con los temas 2 y 4. En todo caso, Utoh fuerza su voz hacia falsetes que pueden tal vez enervar a algún que otro oyente: definitivamente, para voces extravagantes, es fácil adivinar que muchos preferirán al de los primeros discos de Outer Limits. “Beyond the Clean Air”, como un todo, es toda una joya del sinfonismo moderno en los ochentas, ello a pesar de que los sonidos de los teclados suenan un tanto desfasados. Midas es un ítem de presencia obligatoria en las listas y catálogos de los coleccionistas progresivos.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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