2001 - Intact records
63:37
Realmente, no esperaba que fuera a comentar nuevamente un disco de
Marillion, luego de la tremenda decepcion que sigifico para mi
“marillion.com”, anterior esfuerzo de esta legendaria banda inglesa.
Para entender un poco este nuevo disco de Marillion y su gestacion
habria que ir un poco hacia atras.
Luego del fabuloso “Afraid Of Sunlight” (defenestrado por muchos, pero
al fin y al cabo el ultimo GRAN disco del “viejo Marillion”), la banda
paso de estar bajo el manto de EMI a un sello independiente como Castle,
lo cual dado lo sucedido luego no fue ningun consuelo, sino todo lo
contrario.
“This Strange Engine”, significo un disco de ideas recicladas,
disfrazado bajo un feel clasico, con buenos momentos, en general
acusticos, influidos por el trabajo del guitarrista Steve Rothery con su
banda The Wishing Tree. Nada mas que eso, ni nada nuevo bajo el sol.
Aqui creo que comenzo un periodo de crisis de identidad para la banda, a
la cual no tuvieron mejor idea que reaccionar con momentos de antitesis
al “viejo Marillion”: mezclando resaca melodica de discos anteriores con
un poco de sonido alternativo a la Radiohead / Blur / The Verve, quizas
haciendo un poco de justicia, ya que nadie que haya escuchado “Brave” y
los discos de Radiohead, puede negar que la banda de Thom Yorke no fue
influida por la excelente obra conceptual de Hogarth y cia.
Si bien fue un experimento incompleto, presento momentos interesantes
como “Answering Machine”, “Under The Sun”, “A Few Words For The Dying” y
“Cathedral Wall”.
Interesados en terminar su relacion con Castle, y dada la poca
repercusion del album, se pusieron a trabajar en “marillion.com”, que
evidencio terriblemente de una vez por todas esta crisis, donde ser
moderno o no se mezclaba con la ausencia de un productor, dando retazos
incomprensibles bajo el nombre de temas, donde solo los hermosos “Go”, y
“House” se apartaban de la incoherencia generalizada.
Debian dar un salto hacia delante y definir un camino.
Cuando lei por Internet que la banda le preguntaba a sus fans si estaban
dispuestos a pagar por adelantado el nuevo album, habilitandolos a poder
costear la grabacion del CD (cosa que a todas las bandas les sale
dinero), ya que no conseguian concretar un contrato con ninguna
grabadora.
Me parecio una buena idea, muy buena, sobre todo por la relevancia que
le estaban dando a un medio como Internet que, bien usado, aparenta ser
mas directo, efectivo y poderoso que ningun otro.
Con algo de pena y añoranza por los alucinantes momentos que Marillion
supo brindarme en mi adolescencia, decidi a sumarme a la iniciativa,
alentado por el “gancho” de que los nombres de los primeros compradores
iba a aparecer en el CD, asi como que el mismo iba a ser una edicion
especial que no se venderia en disquerias.
Cuando me entere que volvia Dave Meegan a ocupar el rol de productor,
cosa que habia hecho de manera magistral en Brave y Afraid Of Sunlight,
esboce una sonrisa esperanzadora.
No asi cuando supe que el nombre del nuevo CD iba a ser “Anoraknophobia”
(ugh!!), y al ver la tapa del album… en fin, hay cosas peores.
Sin embargo tenia una curiosidad, casi morbosa, por escucharlo y tenerlo
en mis manos, ya que sabia el tipo de critica que iba a hacer si el
disco no me gustaba.
Y Marillion me fallo.
Sacaron uno de sus mejores discos, aunque esto parezca dificil de creer
a esta altura de su larga y sinuosa carrera.
El disco comienza con una melodia de piano bien sombria tocada por Mark
Kelly, introduciendo el poderoso y ganchero “Between You and Me”, que a
los 30 segundos introduce a la banda a pleno en plan “sonico – melodico”
en la linea del U2 mas optimista, convirtiendose en el tema mas cantable
desde “Answering Machine”. Hermosa melodia, en este tema que en cierto
sentido se emparenta con el Marillion tradicional, pero logrando
resultados concretos y efectivos.
Hacia los 3 minutos y pico, un break Beatlesco marcando un contraste,
marca de los ultimos albumes, pero sin quedar fuera de lugar con lo que
esta pasando.
Solito de guitarra a lo “The Edge”, y estamos todos batiendo las palmas
mientras Mark Kelly introduce unos sonidos bastante “dance” y la base
Trewabas - Mosley muestra su potencia habitual.¿Futuro single en
puerta? Ojala.
Primer shock: “Quartz”.
Amigo, amiga... ¿Hace rato que Marillion no le partia la cabeza?
Un riff de teclado cortito e intrigante introduce a una bateria
electronica (reemplazada luego por Ian Mosley), y al bajo de Trewabas
que repite el riff inicial. Sobre esta misteriosa base, una guitarra de
Steve Rothery que solo puede ser definida como semejante a ciertas
mezclas de Pink Floyd con reggae encaradas por Ozric Tentacles (o quiza
como dicen muchos por alli a Massive Attack, yo no estaria tan de
acuerdo).
En este contexto minimalista, Steve Hogarth, realiza una performance
impresionante y venenosa, sobre una de las mejores letras que le he
leido (una suerte de relacion tormentosa y desdeñosa del otro, casi como
si hubiera estado leyendo algunas cosa de “Fugazi”).
Todo va en crescendo, hasta que la banda estalla como hace rato que no
sucedia. Y vaya que lo deja a uno helado. El sonido de la banda es
increible, rico, pulido, efervescente, potente sobre una melodia que los
pinta de cuerpo entero, y sin embargo suena totalmente nueva.
El esquema se repite y “Quartz” sigue creciendo, y uno no sabe hasta
donde van a llegar. Por momentos parece King Crimson, bien raro. El tema
finaliza con el piano solo nuevamente, en una melodia que lo conecta con
el comienzo del disco.
Indudablemente, este disco tiene un productor.
Los decibeles bajan con el bellisimo “Map Of The World”, tambien un
potencial single y quizas lo mas leve del album, con la diferencia que
aqui lo mas flojo tiene un nivel altisimo. Melodicamente me recuerda al
ultimo Rush de temas como “The Color Of Right” o “Between Sun and Moon”.
Segundo shock: “When I Meet God”
Teclado medio dance. Sobre el una guitarra de Rothery rasgueando
cansinamente, mientras Hogarth canta desesperanzado una letra bastante
emotiva y triste sobre el alcohol, el amor y la fe.
Un tema que parece la continuacion del “Drug’s Don’t Work” de The Verve.
El tema va creciendo y aparece por aqui y por alli el violin de
Stephanie Soby - Jones. Por momentos el tema tiene un pequeño break que
parece tornar la cosa un poco mas optimista, pero la banda nos vuelve a
engañar nuevamente, haciendo un uso realmente inteligente de los
puentes.
El tema cambia nuevamente, en uno de los momentos mas extraños y
emotivos que haya compuesto nunca Marillion, con Hogarth en todo su
esplendor y Rothery esbozando una calida melodia a la cual se agrega
Mark Kelly con un sonido y una melodia bien cool.
Sencillo, emotivo y realmente muy rico en sus texturas y vueltas.
“The Fruit Of The Wild Rose”, es una suerte de tecno blues
intrascendente y sensual que sin embargo resulta ser muy divertido y
agradable de escuchar.
Aqui lo logran y hacen de un tema comun algo muy piola. Realmente,
parece mentira que sea la misma banda que un disco atras sonaba tan
desencajada: Pete Trewabas, descuella con unas hermosas lineas de bajo.
Y Rothery y Kelly se divierten a lo loco.
Bien pensado el lugar de este tema que funciona como bisagra para la
ultima parte del disco. De aqui en mas es un golazo tras otro asi que
dejaremos los “shocks”:
“Separated Out” parece haberse inspirado en la pelicula “Freaks”,
clasico de Tod Browning de los años 30, e introduce otro nuevo elemento
en la banda: la utlizacion de fragmentos sonoros de peliculas. Pintando
un clima circense y macabro que se corta abruptamente cuando la banda
comienza a tocar, a toda potencia.
Retomando la influencia sonora de U2, la banda hace un tema que retoma
levemente el “espiritu Marillion” de critica social acompañado de
melodias juguetonas contrastando con la potencia rockera a lo largo de
todo el tema. Muy, muy bueno.
Segun Hogarth, “This Is The 21st. Century”, es EL TEMA por el cual hacer
el disco valio la pena.
Practicamente tecno – ambient, es un tema que seguramente hara
preguntarse a mas de uno si realmente es Marillion, asi como es una de
las mejores canciones del disco. Un trabajo sublime, psicodelico y
sombrio de Steve Rothery nos va llevando por el tema hasta que empieza a
cantar Hogarth, otra letra que se encuentra entre las mejores que ha
escrito, cuya conclusion es sencillamente brillante. El contexto es
bastante austero y las intervenciones de Kelly en teclados mas alla de
la base, son sutiles, asi como las del guitarrista. Es un tema sensual.
Nuevamente este termino. Marillion hace rato que desea sonar “sensual”,
no se si por que al señor Hogarth le gusta ser considerado sexy o por
que esta es una asignatura pendiente en la trayectoria de la banda.
Lo que logran en este tema es algo muy fino, indudablemente es un disco
hecho de sensaciones y texturas, cosa que hace perdonar que de manera
algo monotona vayan creciendo hasta desembocar en el final instrumental
que es realmente impresionante, no por el despliegue tecnico que logran
que es minimo sino por el clima generado, que es impresionante. Lo que
logran entre Rothery y Mosley mete miedo.
El disco finaliza con “If My Herat Were A Ball It Would Roll Uphill”,
nombre rebuscado que esconde otro tema muy especial.
Comienza pareciendo recrear el comienzo de ambiente fiestero de “Garden
Party” en joda, hasta que un riff de Steve Rothery le da un tono tenso y
amenazador que introduce a la banda en uno de los comienzos mas furiosos
que jamas hayan compuesto.
El tema es realmente raro, dificil de definir. Musicalmente intenso e
interesante.
Un muy buen riff de Rothery apoyado por Pete Trewabas, llevando ambos
junto a Mosley el tema delante de manera excelente. Una melodia casi
infantil de Kelly le da un toque casi psicodelico al tema.
El tema cambia de clima abruptamente (y de tiempo) a los cinco minutos,
en una seccion de lo mas misteriosa, que parece asemejarse a un sueño
por la cual, de manera fantasmal se escuchan voces y pequeños toques que
le dan un tono muy extraño. Redoble mediante Mosley y Hogarth llevan la
delantera hasta que la banda estalla para terminar el tema. Excelente
final para un disco que no deja de sorprender a medida que mas se lo
escucha.
La diferencia con los tres discos anteriores es tan grande que realmente
se hace un poco dificil describir temas tan cambiantes. Son todos
largos, entre cinco y once minutos, durando lo que su desarrollo impone
y no mas que eso.
Todos los temas tienen secciones contrastantes en su interior y sin
embargo suenan cohesivos y coherentes.
La banda nombra a Dave Meegan como el sexto Marillion, e indudablemente
logra lo que nadie, ni ellos, ha logrado desde que Chris Kimsey estuvo
tras los controles: darle coherencia a los temas y dotar a la banda de
un sonido propio y potente. Ojala que en los proximos discos cuenten con
el ya que la diferencia es abismal.
Todos suenan MUY bien y descuellan como hace rato que no hacian llevando
tecnica y experimentacion a nuevos niveles dentro de lo que siempre
hicieron.
Parece que el apoyo de los fans significo mucho para Marillion, y eso se
nota durante todo el disco, ya que es el mejor disco de la banda desde
“Afraid Of Sunlight”, sino es que lo supera.
El diseño del librito es excelente y su nombre y arte de tapa se pueden
justificar quizas por la explicacion dada por Hogarth, pero hasta por
ahi nomas.
Quien busque algo “tradicional” o “progresivo” en el sentido comun del
termino, no lo va a encontrar aqui. Quien busque un disco desafiante,
fino, experimental, vaya corriendo. Escuchenlo, disfrutenlo, debatanlo.
Marillion se rehizo a si mismo. No se si es progresivo, pero me gusta.
Pablo Daniel Bujan Matas.
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