Temas
- El Llamado (9:11)
- Tribu Tribu (9:20)
- Canto Árabe (9:19)
- Río Madre De Dios (8:55)
- Homenaje Al Mundo Andino (10:55)
- El Blues De La Selva (9:53)
- El Origen (6:21)
- Africana (6:32)
Manongo Mujica: batería, udus, palo de lluvia, semillas, maracas, gong, tambor
de mano, platillos, hojas, ramas, aliento, bombo andino, vasija tibetana,
tambor metálico, voces, arreglo de cuerdas en 4
Colaboradores - Pepita García-Miró (voz, kalimba, semillas), Daniel Mujica
(octobans, cajón, congas), Cristóbal Mujica (rototoms, bombo), Johnny Mora
(cajón, bongós), Eusebio Sirio "Pititi" (cajón), Carlos Espínoza (saxos soprano
y alto, armónica), Peter Wolf (sintetizador Sinclavier), César Vivanco
(flauta), Ánnika Petrozzi (cello), David Pinto (bajo), Ramón Rodríguez
(charango), Lalo Izquierdo (zapateo)
Manongo Mujica es, ante todo, una institución viviente dentro del mundo de los
ritmos y colores percusivos que late en el seno de la fusión moderna peruana.
Músico veterano y sabio investigador del sonido, su larga trayectoria dentro
del ensamble PeruJazz es tan solo un aspecto de sus diversos y constantes
aportes al desarrollo de la vanguardia musical del Perú. "Tribal" es el título
de su disco debut, gestado a lo largo de un puñado de años dedicados a la
investigación de las raíces más puras (que no "puristas", ojo) del sonido,
yendo así a contrapelo de las normas de la industria masiva, más centradas en
crear productos musicales altamente tecnificados y de pegada efímera. El título
del disco sirve para designar de modo directo la intención de Mujica de
explorar en las raíces de los múltiples sonidos creados por los hombres,
reedificándolas por vía de las posibilidades visionarias inspiradas por la
tradición de libres exploraciones de eso que usualmente denominamos "música
fusión". Teniendo en cuenta que las fuentes concretas de inspiración
compositiva de Mujica (y ocasionalmente, de Pepita García-Miró también) son
eclécticas, la variedad queda garantizada para el disfrute de este disco.
'El Llamado' abre el disco con una electrizantemente telúrica orgía percusiva
donde los diversos tambores tribales se hermanan con la batería de Mujica en
una explosiva combinación de júbilo, magia e invocación. Esta gloria
polirrítmica, desarrollada en una secuencia de 9 minutos que pasan casi como
volando, despliega una arquitectura poderosa y entusiasta que funciona a las
mil maravillas a la hora de despertar la atención y el corazón del oyente. Con
los sonidos de la lluvia convocada por el masivo tribalismo del primer tema
abre el segundo, 'Tribu Tribu', el mismo que establece un paisaje cálido y
sobriamente misterioso. El rol protagónico del saxo soprano de Carlos Espinoza
es la clave para el paisaje ensoñador que se abre ante nuestros oídos sobre la
base percusiva instaurada por Mujica. También cabe destacar el inteligente uso
de la kalimba, idóneo para ensalzar la poesía musical del momento. El crescendo
emerge sin romper con el lirismo nuclear de la pieza. 'Canto Árabe' reincide en
lo ensoñador y lo incrementa a través de un clima sonoro controladamente denso,
muy acorde con las tonalidades fuertemente arábigas que empapan el esquema
melódico de la pieza. Con el canto y la kalimba de Pepita más los incesantes
vuelos de la flauta de Vivanco, el tema logra crear un imponente clima de
hechizo y evocación. 'Río Madre De Dios' ofrece una esquema sonoro más
reposado, menos explícitamente exuberante y más tirado hacia la plena
exploración de capas y texturas alusivas a la contemplación y la melancolía.
Mientras los tambores y la kalimba van trazando el latido consistente de la
pieza en cuestión, los cellos y la flauta se unen en el trazado de nubes
flotantes cuya aureola envolvente completa sonoridades conmovedoras.
Con un título tan explícito como 'Homenaje Al Mundo Andino', ya podemos ver de
qué va esta pieza. Basada en una melodía tradicional de la cultura aymara
(predominante en la sierra sur del Perú), Mujica y sus colaboradores de turno
diseñan una excursión estilizada en compases y cadencias propias del peculiar
folklore andino. El peso de los ornamentos jazzeros en este arreglo final hacen
que este 'Homenaje' se vincule íntimamente con la iniciativa expuesta por el
grupo recordado ensamble Wayruro, quien en los 90s recibiera amplios elogios
dentro del ámbito jazzero peruano. Con 'El Blues De La Selva', Mujica nos sigue
invitando a seguir explorando en los parajes más recónditos de la tradición
musical de su país, esta vez combinando los ritmos tribales selváticos con los
síncopas percusivas propias de lo afro-peruano dentro de un híper-estilizado
blues que deja amplio espacio para vuelos instrumentales jazzeros. La sección
multi-percusiva que se explaya brevemente en el interludio enfatiza el
eclecticismo rítmico intencional de la pieza. Tras dos piezas etéreas dominadas
por una musicalidad controlada y otros dos temas dedicados a expresar coloridos
extrovertidos, regresamos a la tribalidad más primitiva con 'El Origen', un
viaje percusivo ejercido plenamente por Mujica. A diferencia de 'El Llamado',
'El Origen' nos lleva hacia climas intimistas propios de la exploración interna
de nuestra alma por reencontrar su nexo primario con los timbres naturales del
suelo que pisamos y sobre el que vivimos nuestra existencia terrenal. Los
últimos 6 BD minutos del disco están ocupados por 'Africana', tema que
convenientemente combina la magia de las celebraciones exteriorizadas con el
carácter místico interior que había inundado el tema inmediatamente precedente,
aunque ciertamente el primero de estos dos elementos es el priorizado. Tal como
se señala en los créditos del disco, 'Africana' es "una danza de alegría", y
como tal, debe cerrar el viaje mental expresado en 'El Origen' con el arribo
hacia la vitalidad optimista que nos vincula a la Madre Tierra. En fin,
"Tribal" es un trayecto musical de primerísima categoría, un hito dentro del
variado y prolífico ámbito de la fusión moderna peruana.
César Mendoza
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