Temas
- Félicité Thösz [ CBkmah - 2:39 ; CBlss - 1:11 ; Dzoï - 2:27 ; NŸms - 1:51
; Teha - 5:15 ; Waahrz - 4:03 ; DŸhl - 1:19 ; Tsaï! - 3:41 ; Öhst - 4:53 ;
Zahrr - 0:49] (28:06)
- Les Hommes Sont Venus (4:18)
Integrantes
- Christian Vander: batería, voz, glockenspiel, piano, teclado
- Stella Vander: voz, pandereta
- Isabelle Feuillebois: voz, campanas
- Hervé Aknin: voz
- Benoït Alziary: vibráfono
- James MacGaw: guitarra
- Bruno Ruder: piano, teclado
- Philippe Bussonet: bajo
Colaboradores en 2 - Sandrine Destefanis, Marcus Linon y Sylvie Fisichella
(voces)
Magma es un nombre que se impone por sí solo con cada disco nuevo que saca al
mercado, y este año 2012 es el momento de "Félicité Thösz", obra que sucede a "
CBmehntehtt-Ré" (de 2009). Si este penúltimo disco era una especie de
culminación de la leyenda kobaïana en sus aspectos más típicamente tensos y
oscurantistas, el rol de "Félicité Thösz" es el de reconstruir el esquema
visionario de Magma bajo una luz más optimista, como celebrando el nacimiento
de una nueva luz. La acentuación de elementos jazzeros en la labor de la dupla
rítmica y el empleo de matices "angelicales" en la mayor parte de los arreglos
colares son inequívocos indicios de ello. El repertorio del álbum no es muy
largo, ni siquiera llega a los 40 minutos de duración: en total, tenemos aquí
la suite homónima de 28 minutos y una pieza autónoma de 4 minutos y pico. La
suite ya ha sido presentada en concierto antes de la grabación del disco, como
por ejemplo, en la gira que realizó Magma en los EE.UU. a fines de 2010.
" CBkmah" abre la suite homónima con una ceremoniosidad tranquila pero
obviamente imponente, mientras que " CBlss" y la dupla de "Dzoï" y "NŸms" se
encargan de enriquecer el swing en curso, a la par que crean espacios para el
reforzamiento de las intervenciones corales. El momento de "NŸms" es cálido,
incluso entrañable, lo cual prepara el terreno para que "Teha" lleve el tenor
predominantemente evocativo de la suite hacia una instancia épica que es, a la
vez, ensoñadora y contundente: Stella Vander se luce enormemente en esta
sección, un elemento vital para la luminosidad sónica encapsulada en ella. Con
"Waahrz", la suite hace una parada para reformular su propia vibración
contemplativa bajo el comando de unos estilizados efluvios de piano que fluyen
en el éter con extrema pulcritud. La dupla de "DŸhl" y "Tsaï!" vehiculiza la
recapitulación de la fuerza expresiva del ensamble, capitalizándola con un
vigor muy dinámico que se ajusta perfectamente a la musculatura y complejidad
rítmica de la instrumentación así como a la variedad de ambientes "teatrales".
El estándar de Magma se muestra en su más pura esencia. Así las cosas, "Öhst"
se pone a cargo de elevar la temperatura sónica hasta niveles explosivamente
climáticos, no rompiendo con el aura contemplativa sino dándole una
magnificencia robustecida. "Zahrr" es el breve epílogo que aporta un aire de
oscuridad emocional para cerrar la suite de una forma inesperada, tal vez
extravagante, pero también coherente a su manera. El disco concluye con "Les
Hommes Sont Venus", una cantata típicamente kobaïana con tintes renacentistas:
sobre una armazón de sintetizador y glockenspiel, una nutrida coral genera un
colorido muy vitalista al asunto sin hacerse flagrantemente imponente a fin de
no destruir el relajado clima general de la composición. Se trata de un hermoso
broche de oro lírico para un álbum que refleja fielmente la incombustible
grandeza de la visión musical de Vander y sus secuaces: Magma es capaz de
seguir generando grandiosos motivos de felicidad melómana a los conocedores y
apreciadores de la esencia originaria del género progresivo.
César Mendoza
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