LATTE E MIELE: “Passio Secundum Mattheum” (1972)
Temas
- Introduzione — 2:18
- Il Giorno degli Azzimi — 2:18
- Ultima Cena — 1:48
- Getzemani — 4:14
- Il Processo — 1:29
- I Testimoni (1a parte) — 6:02
- I Testimoni (2a parte) — 1:48
- Il Pianto — 1:48
- Giuda — 0:43
- Il Re dei Giudei — 1:40
- Il Calvario — 7:04
- Il Dono della Vita — 3:43
- Mese di Maggio (Bonus track) — 4:24
Integrantes
- Marcello Gaincarlo Dellasca: guitarras clásica, acústica y eléctrica, bajo,
violín, voz
- Alfio Vitanza: batería, percusión, flauta, coros
- Oliviero Lacagnina: piano, órgano Hammond, mellotron, celesta, sintetizadores
Moog y Solina, clavicémbalo, órgano de fuelles, coros
He aquí el disco debut de Latte e Miele, un entusiasta y creativo trío de
progresivo sinfónico que ofreció algunos de los momentos más brillantes de esta
vertiente dentro de la escena italiana de los 70s. Con un bloque sonoro afín a
las propuestas que por entonces ya ofrecían simultáneamente Le Orme y PFM,
Latte e Miele ponía ciertamente un énfasis más notable en el aspecto clasicista
del género. En los pasajes acústicos, el estilo parece un adelanto de lo que
luego harán Celeste y Pierrot Lunaire (primer disco). “Passio Secundum Matheum”
es un disco conceptual basado en el susodicho dramático pasaje de la vida del
Mesías en el citado evangelio, y por ello, es casi natural que el clasicismo
sea el facto definitorio en esta obra de Latte e Miele, pues se ajusta
estructuralmente al esquema narrativo en cuestión. Ya un año más tarde, el
grupo logrará gestar un disco más muscular y más armónicamente ecléctico con
“Papillon”, pero ése es un asunto de otra reseña (además, ya existe en LCDM) –
por ahora, nos concentramos en “Passio Secundum Mattheum”.
‘Introduzione’ abre el disco con un tono patentemente majestuoso, desarrollado
en un ambiente envolvente y ensoñador; los dos siguientes temas alternan
pasajes pastorales y enérgicos (un poco a lo ELP) bajo el esquema sinfónico que
desde ya está férreamente instalado. En el caso de ‘Ultima Cena’, no me hubiese
molestado que se hubiese dado un desarrollo más expansivo, pues me parece que
el potencial de fuerza rockera hubiese aportado un clímax realmente interesante
y no simplemente una viñeta entre otras que arman una secuencia. ‘Getzemani’
tiene un swing ágil y sencillo en su esquema rítmico, siendo así que las capas
de sintetizador y mellotron aportan un predominante color onírico al asunto:
con el ingreso del clavicémbalo y un robustecimiento ligeramente mayor del
esquema rítmico, las cosas pasan a una clave un poco más pomposa, no ajena al
estilo de Ekseption. ‘Il Proceso’ tiene un aire declarado a lo ópera-rock,
sirviendo como un preludio a ‘I Testimoni’. Éste comienza con un tenor
sinfónico ceremonioso conservado por las cortinas flotantes de teclado, siendo
así que finalmente el trío pasa a un jam de raigambre jazzera cuyo esquema
rítmico tiene cierto aura Latin merced a la presencia de bongoes junto a la
batería: el jam, marcado por el piano en primer lugar, pasa luego a compartir
la primera línea con la guitarra eléctrica. ‘I Testimoni (Parte 2)’, que abría
el lado B del LP en formato vinilo, es una continuación del jam. ‘Il Pianto’
tiene un hermoso color pastoral, donde el mellotron proporciona una densidad
amable y otoñal; nada de esto nos hace prever el despliegue de fuerza y
contraste entre psicodelia pesada y jazz a la antigua en el breve pero
efectista ‘Giuda’. ‘Il Re dei Giudei’ toma las líneas finales de mellotron de
‘Giuda’ para desarrollar una elegante coda sinfónica. ‘Il Calvario’, con su
espacio de 7 minutos, es el tema más extenso del disco. Comenzando con un breve
arreglo coral dramático, a continuación el órgano de fuelles asume el
protagonismo con su alternancia de colores barrocos y góticos. Una vez que se
arma una sección con el trío entero, la cosa pasa a una ambientación tan
majestuosa como sombría sobre un compás lento y funerario: la guitarra
eléctrica refleja un aire triste, el cual realza el aire de réquiem al que
alude la pieza. Una vez que se detiene la batería, emerge un estilizado pasaje
de guitarra clásica sobre la cual se enuncian las 7 palabras de Cristo en la
cruz. ‘Il Dono Della Vita’ concluye el panorama de solemnidad bajando el tono
de lo sombrío en beneficio de una cadencia más etérea, marcada por
acentuaciones barrocas (incluyendo algunas citas de alguna fuga de Bach).
La edición digital contiene un bonus track, la balada ‘Mese di Maggio’, típica
del espíritu de San Remo. Nada especial ni brillante en verdad, aunque
ciertamente se trata de una canción bien construida, con cierta cualidad
hímnica muy a lo Delirium que, claro está, dadas sus pretensiones de balada
pop, quedan sin explotarse debidamente. “Passio Secundum Mattheum” es buen
punto de inicio artístico para Latte e Miele: no tratándose de su trabajo más
inspirado, con todo resulta un referente de buena factura artística dentro de
la prolífica escena sinfónica italiana.
César Mendoza
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