Temas
- Concerto For Piano And Electric Ensemble (42:59) [I. Adagio Maestoso -
II. Lento Cantabile - III. Vivo Scherzando - IV. Allegro Moderato]
- The Flight Of The Hipogriff (Part 1) (4:53)
- Dance Of Shiva (6:58)
- The Flight Of The Hipogriff (Part 2) (4:35)
- The Infant [bonus track] (7:12)
Integrantes
- Carlos Franco Vivas: batería, percusión
- César García Forero: guitarras eléctricas, acústica y española
- Jaime Pascual Summers: bajo
- Adriana Nathalie Plaza Engelke: piano de cola
- Carlos Plaza Vega: teclados electrónicos
Músico invitado - Fran Magus (saxos en 5)
Hoy tenemos la privilegiada ocasión de hablar del ensamble hispano-venezolano
Kotebel y su nueva obra magna titulada "Concerto For Piano And Electric
Ensemble". Post-producido y editado durante los últimos meses de 2011 pero
recién lanzado al público a inicios de 2012, este disco prosigue por la senda
de expansión melódica y riqueza cromática desarrollada a través de la genial
tríada de "Fragments Of Light", "Omphalos" y "Ouroboros", a la vez que explora
nuevos matices y recursos de boato musical; es decir, encontramos en "Concerto
For Piano And Electric Ensemble" tanto una conexión con un sello reconocible
dentro del rock sinfónico del nuevo milenio como una vía hacia nuevos senderos
sonoros. Esta compleja obra fue grabada a partir de tomas en vivo en los
Estudios Infinity de Madrid, en los días 17 y 18 de setiembre de 2011. Exige
toda una disciplina mental y toda una intuición emocional el tener en la mente,
con total claridad y distinción, todas las ideas melódicas, atmósferas y
esquemas rítmicos de composiciones tan prolijas y sofisticadas como éstas: pero
tal como se muestra en el fáctum de este álbum, no es imposible. Hay que tener
en cuenta que el "Concerto" del título no es el único concepto musical del
disco; también hay otro titulado "The Flight Of The Hippogriff", además de un
tema que se cuela en medio de las dos partes de este segundo concepto, y un
bonus track registrado en noviembre de 2009.
El "Concerto" del título ocupa los primeros 43 minutos del álbum en una
secuencia de cuatro partes. El "Adagio Maestoso" pone en funcionamiento las
cosas comenzando con una ceremoniosa serie de capas de sintetizador desde donde
emerge, tras un tentativo "preludio dentro del preludio", un excitante cuerpo
en 7/8 en el que el grupo desarrolla una arquitectura ágil y rica en matices. A
continuación, la pieza vira hacia un pasaje lento que porta una alucinante
magia evocativa: en algún momento, la dupla rítmica se focaliza en un swing de
orientación jazzera, lo cual aporta una interesante variante en este pasaje
particular. Poco antes de pasar la barrera del sexto minuto y medio, el grupo
se dispone a regresar a la aureola expansiva, esta vez alimentada con ciertos
aires fusionescos: transitando por momentos extrovertidos y otros
introvertidos, hilando aventuras a través de pasajes de tendencia disonante y
otros más líricos, la banda se da bastante maña para completar el cuadro sonoro
del "Adagio" con una exhibición de esplendor progresivo en su más pura
expresión esencial. El tono sereno que adopta el ensamble en el pasaje final se
siente como el sobrio aterrizaje que concluye un vuelo intenso y multicolor. La
siguiente sección del "Concerto", "Lento Cantabile", se concentra inicialmente
en un aura reflexiva, basada principalmente en las interacciones cristalinas
entre piano y guitarra acústica más la adición de delicadas texturas de
sintetizador. Pero a medida que avanza la sección, el temple se fortalece y la
fuerza expresiva del colorido patente de la composición sale a relucir con un
dinamismo exquisito, tremendamente exquisito, tal vez emparentado con los
legados de Happy The Man y del Keith Emerson más introvertido. La coda redondea
la faena con una retoma de los parajes introspectivos iniciales. "Vivo
Scherzando", la tercera sección, se explaya en atmósferas extrovertidas desde
el punto de arranque, siendo así que los desarrollos atonales de los teclados y
el tenso lirismo de la guitarra eléctrica aportan una dinámica inquieta, la
cual ostenta su espiritualidad arrolladora sin que el grupo pierda una molécula
de su sentido de la elegancia. Esto parece chamber-rock Univers-Zeriense
"retorcido" hasta volverse sinfónico (en paralelo con lo que actualmente hacen
bandas como Ske), y contaminado con razonables cuotas de ornamentos fusionecos
en algunos puntos. El calmado interludio de piano deriva la pieza hacia una
renovadora dimensión reflexiva, lo cual permite a la banda íntegra sopesar la
creación de un ceremonioso clímax que incluye un reprise del primer motivo
central. La cuarta y última sección, "Allegro Moderato", es la más larga, con
sus casi 14 minutos y medio de duración. Su función es la de redondear el
concepto del "Concerto" con una elaboración urgente de la elegancia explosiva
que Kotebel convierte en su "marca registrada" dentro del lenguaje progresivo.
En efecto, varias de las secciones más extrovertidas son las que contienen las
mayores dosis de punche rockero, mas también hay otros momentos introspectivos
que retrotraen nuestras mentes hacia atmósferas antes encontradas en el "Lento
Cantabile". El clímax cerca del final también merece una mención notable, pues
nos impulsa a seguir estimulando la imaginación desde nuestra posición de
oyentes una vez que advertimos que todavía falta que se desarrolle un pasaje
lento para que llegue la verdadera conclusión.
"The Flight Of The Hipogriff" es un concepto que llega en dos partes. La idea
integral es lúcidamente compleja a través de una consistente articulación. La
primera de estas dos partes refleja una estilizada combinación de arquitecturas
Gentle-Giantianas, retazos aguerridamente sombríos de corte chamber-rock y
densas atmósferas jazz-rockeras. Los torturados fraseos de la guitarra son
manejados con infinita elegancia mientras los teclados completan un minucioso
cuadro de orquestaciones bizarras. La segunda parte adopta una actitud más
contenida, siendo así que el factor jazzero que entra a tallar como faceta
dominante en su cuerpo central permite que se instale una calidez absorbente y
cautivante en el bloque sonoro grupal. En medio de estas dos partes de "The
Flight Of The Hipogriff" se sitúa "Dance Of Shiva", una pieza que porta varias
confluencias con las propuestas de RIO modernizado ofrecidas por Yugen y Ske:
desarrollos armónicos inauditos, momentos cargados de inquietante misterio,
parajes percusivos de orientación fusionesca, todo esto y más encontramos en
esta magnífica composición. El disco se termina con el bonus track "The Infant"
que mencionamos en el primer párrafo: el tema ejemplifica esa
multidimensionalidad que Kotebel domina con tanta solvencia a la hora de
renovar la tradición sinfónica, insertando cadencias jazz-rockeras y matices
vanguardistas al meticulosamente calculado desarrollo melódico de turno. La
presencia del saxo a cargo del invitado Fran Mangas ayuda a realzar las
texturas y adornos del sintetizador. Por alguna razón, el esquema sonoro
general de esta pieza me recuerda al encuadre global del álbum "Omphalos".
No termina con el disco la experiencia de "Concerto For Piano And Electric
Ensemble" en sí, pues viene acompañado de un DVD donde aparece el quinteto en
pleno ejecutando la suite dentro del entorno controlado de un estudio: es una
delicia ver a la banda en acción, dando muestras en sus rostros y lenguajes
corporales de la vivacidad y concentración mental ejercidas por cada miembro
del grupo.
Concluyendo, "Concerto For Piano And Electric Ensemble" es una resplandeciente
joya musical de primerísimo nivel, rebosante de imponentes niveles de
inspiración y vigor. Kotebel confirma por enésima vez su enorme valía dentro
del mundillo progresivo persistente en el nuevo milenio, tanto a nivel español
como mundial. ?Evaluación final para esta nueva obra maestra de Kotebel?
Matrícula de honor, y como tal es recomendada, !!recomendadísima!!, como ítem
progresivo en cualquier buena colección.
César Mendoza
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