Temas
- Sacred Dream I
- Power of the Glory
- The Breeze Whispered through My Mind
- Far East Celebration
- La Liberté de l’Esprit
- Patter of the Groovy
- Turn to Solution
- Nostalghia
- Sacred Dream II
- Beginnings
- Umi
Integrantes
- Yoshihisa Shimizu: guitarras, sintetizador (2, 8 , 9), koto, autoharp,
flauta dulce (2)
- Kenichi Oguchi: sintetizadores, órgano
- Toshihiko Tsahashi: piano, sintetizadores
- Kimiyoshi Matsumoto: bajo, pedales bajos
- Haruhiko Yamamoto: batería, percusión, saxo alto (3), sintetizador (3),
piano (6)
Colaboradores – Atsuchi Makiuchi (teclados en 11), Shiro Yajima (flauta en
11)
Tal como indica el título mismo del disco, ésta es la tercera obra
discográfica de Kenso, uno de los ensambles japoneses más destacados dentro
de la faceta jazz-rock del progresivo. Bebiendo de las influencias de Return
to Forever y el Weather Report de inicios de los 80s principalmente, así
como del lirismo cándido propio del jazz-fusión de los 80s, Kenso logra
crear un estilo dinámico y lleno de genuina sensibilidad melódica, siendo
así que las complejas estructuras rítmicas de los temas son manejados con
naturalidad, sin mostrar a plenitud el impecable despliegue técnico que
requiere su concretización. Respecto al detalle de la sensibilidad melódica,
me permito señalar que hay cierta afinidad con la inclusión de cadencias de
tenor extremo oriental en varios de los motivos centrales del repertorio que
también usa Ain Soph, pero a diferencia de estos ilustres compatriotas, la
línea jazzera de Kenso tiene más que ver con la escena norteamericana que
con el Canterbury.
El disco se inicia con dos piezas que cubren fielmente el espectro
estilístico del grupo: ‘Sacred Dream I’ y ‘Power of the Glory’ son sendos
manifiestos de lo que se ha de desarrollar a lo largo del disco. Las cosas
siguen un patrón ya definido en ‘Far East Celebration’ y ‘La Liberté de
l’Esprit’ (este último, uno de los picos del repertorio), mientras que los
interludios ‘The Breeze Whispered through My Mind’ y ‘Patter of the Groovy’
ofrecen sendos pasajes de moderada extravagancia en medio del colorido
mayormente jovial del resto: el primer interludio consiste en un denso juego
de capas de sintetizador complementadas por retazos de saxo, mientras que el
segundo consiste en un juego alternado de acordes de piano y fraseos de
guitarra eléctrica. Más adelante encontraremos otro interludio,
‘Nostalghia’, el cual ofrece una cadencia más gentil y delicada, en base a
un evocativo y exótico juego de arpegios de guitarra acústica sobre el que
se abren unas hermosas orquestaciones de teclado que simulan cuerdas y
maderas – un pieza bellísima. ‘Turn to Solution’ es una de las piezas más
extrovertidas, dando un cierto peso a lo funky dentro del registro habitual
del grupo a la hora de arreglar y ejecutar las composiciones: casi podía
estar en un disco de Jean-Luc Ponty o Herbie Hancock de la misma época.
Otra de las piezas más destacadas del disco, sin duda. ‘Sacred Dream II’
rescata algo de la intensidad de los temas 5 y 7, aunque destila un poco de
serenidad en medio del colorido nuclear de Kenso: hay una cierta semejanza
con Happy the Man. ‘Beginnings’ ofrece un paisaje sonoro más sereno,
introspectivo, permitiendo que la esencia lírica del grupo salga a flote con
un especial brillo majestuoso. La belleza envolvente que inunda el colectivo
de los motivos que se van sucediendo y retomando lo convierte en otro punto
máximo del disco. Podría haber sido un broche de oro adecuado, pero bueno,
‘Umi’ (un tema antiguo de la banda procedente de su disco debut e
interpretada por la formación inmediatamente anterior) es quien cierra el
disco con una aureola de exaltación y jolgorio: una pena que la calidad del
audio se sienta anticlimática.
En fin, tenemos en “Kenso III” una de las obras mejor logradas de la
trayectoria de Kenso. Ciertamente se trata de un ítem valioso para cualquier
aficionado progresivo con afinidades jazzeras, pero en general, resulta
altamente recomendable para quienes gusten de la música portadora de riqueza
melódica, elegancia y pulcritud performativa.
César Mendoza
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