Temas
- Fist of Fury (5:10)
- The Cunning Madrigal (4:20)
- Prelude to Concealment (2:23)
- Wooden Horse Pathos (3:57)
- The Split Gate (6:57)
- Rebellion (4:04)
- The Stairs for Dreaming (2:27)
- Echoes From Romano (5:27)
- The Daughter of a Recluse (2:10)
- A Way of Living as Taro (2:40)
- Doppelganger in the Night (1:14)
- Isolated Jiro (4:14)
- The Understanding (1:01)
- A Grim Diary (5:53)
- Amalgamation of Self and Others (1:36)
Integrantes
- Yoshihisa Shimizu; guitarras, sintetizador, bouzuki, otros instrumentos
nicos
- Kenichi Oguchi: órganos, sintetizadores
- Kenichi Mitsuda: piano, acordeón, sintetizadores
- Shunji Saegusa: bajos
- Masayki Muraishi: batería, batería electrónica
Colaboradora – Keiko Kawashima (canto)
Hace muy poco tiempo que he adquirido este disco de Kenso: con un título tan
largo como “Fabulis Mirabilibus De Bombycosi Scriptis”, porta una sonoridad tan
densa y agresiva como la que unos pocos años después el mismo grupo
desarrollará en su disco de 2006 “Utsuroi Yuku Mono”. El hecho de conocer ambos
discos en orden cronológicamente inverso no afecta el hecho de haberlos
disfrutado con entusiasmo – Kenso definitivamente ha sabido reformular
creativamente su ya afianzado sendero musical con el brote de sonidos más
patentemente enérgicos sin renunciar al esencial refinamiento de este ensamble
japonés.
Los guitarreos zeppelinianos con que se inicia el primer tema hayan apropiados
eco y expansión en la vibrante dupla rítmica: con la entrada de los dobles
teclados las cosas adquieren una dosis extra de psicodelia, incluso llegando a
tantear el terreno del prog-jazz-metal de un LTE. Con este puñetazo furioso nos
podemos asustar pensando que nos han empaquetado el CD equivocado. Con las
líricas ambientaciones de ‘The Cunning Madrigal’ las cosas vuelven a la
situación normal dentro del mundo musical de Kenso, aunque cabe señalar que los
fraseos jazzeros de la guitarra portan una rara densidad en ciertos pasajes.
Las sonoridades power no tardan en emerger en los momentos más vivaces de la
pieza. ‘Prelude to Concealment’ ofrece una bizarra combinación de Gentle Giant
y jazz-rock pesado: a pesar de no durar mucho, este tema deja huella en la
memoria del oyente, sobre todo por la sorpresiva inclusión de una coda
fusionesca de corte arábigo. La energía es recogida en el muy estilizado y
melódico ‘Wooden Horse Pathos’, así como en el dinámico ‘Rebellion’ (muy a lo
Return to Forever). Entre ambos temas, el lirismo exótico de ‘The Split Gate’
es simplemente arrebatador, un oasis de la tradicional magia kensoniana que
permite a la banda mantener la conciencia sobre sus raíces más allá de sus
inquietas aventuras sonoras. Es una pieza muy bella y también muy entrañable, y
eso que no se trata de una pieza que calificaríamos como tremendamente
comercial. ‘The Stairs for Dreaming’ es una breve pieza con base en el bouzuki
(siempre hallamos cosas como ésta en los discos de Yoshihisa Shimizu y co.).
Los aires del Asia Menor están “a la orden del día”, lo cual ayuda mucho en la
transición a ‘Echoes from Romano’, pieza cuyo preludio tiene una evocativa
raigambre exótica: la sección principal torna hacia un jazz-rock con acentos
sinfónicos: en algunos momentos, un acordeón que se las apaña muy bien para
ocupar un rol importante en medio de los ágiles fraseos de guitarra y las ricas
capas y orquestaciones de teclados.
‘The Daughter of a Recluse’ es una pieza serena que maneja de manera
magistralmente delicada una serie de fugas y contramelodías, casi haciendo un
replanteamiento “dulcificado” del chamber-rock. De esta manera se abre el
camino para un tema cándido como ‘A Way of Living as Taro’, que más parece de
Ain Soph que de Kenso. El undécimo tema es básicamente un solo de guitarra a lo
Hendrix (menos ruidoso) que escala hacia un clímax disonante a modo de prólogo
para el duodécimo tema, un ejercicio de jazz-rock controladamente tenso, no
precisamente frenético, con guiños disonantes a la música vanguardista mas sin
apelar a artilugios siniestros. El décimo tercer tema nos devuelve a ambientes
evocativos, atravesados por una dulce nostalgia… una sensación que no dura
mucho pues ‘A Grim Diary’ trae un vigor jazz-funky inspirado por Holdsworth,
Brand-X y Happy the Man. El disco concluye con un epílogo etéreo, armado a
partir de una experimentación desencajada cuya sonoridad distante le impide ser
chocante – un final extraño, y a la vez pertinente para un disco especial
dentro de la trayectoria de Kenso.
César Mendoza
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