Temas
- Eleanor Rigby
- Dust in the Wind
- Preamble
- Song for America
- In Your Eyes
- Miracles Out of Nowhere
- Hold On
- The Sky is Falling
- Cheyenne Anthem
- Prelude & Introduction
- The Wall
- Need to Know
- Nobody’s Home
Integrantes
- Phil Ehart: bateria
- Billy Greer: bajo, guitarra acustica, coros
- Robbie Steinhardt: violin, viola, voz, coros
- Steve Walsh: teclados, voz, coros
- Rich Williams: guitarras
Con la London Symphony Orchestra – Direccion y arreglos: Larry Baird
Desde finales del año 1996 se estaba gestando subrepticiamente el retorno
del excelso y carismatico violinista Robbie Steinhardt a Kansas, y ‘Always
Never the Same’ fue en efecto el primer registro oficial de este retorno.
Oportunamente, la banda pretende en esta ocasion pasar revista a una buena
parte de sus piezas mas logradas del pasado: con la presencia de todas las
texturas y colores que aporta el apoyo orquestal de la LSO, Kansas puede
explotar con mayor ahinco la naturaleza sinfonica de las viejas piezas
escogidas en este disco, ademas de tres nuevas canciones compuestas por
Walsh. Larry Baird, quien hace ya muchisimos años se encargara de las partes
orquestales del ‘Days of Future Passed’ de The Moody Blues, saca buen
provecho a temas como “Song for America”, “Cheyenne Anthem” y “The Wall”.
Manteniendo un sano balance de fidelidad respecto a la estructura y espiritu
de los temas originales (celebratorio, dramatico, evocativo), la orquesta se
luce en su despliegue sonoro sin opacar la labor de los rockeros. Tal vez
las cosas pudieron tambien mantener el mismo nivel de ambicion en el caso de
“Miracles Out of Nowhere”, pues me parece que en este caso no hay mayores
variantes interesantes respecto a las versiones en vivo que el grupo ha
ejecutado en los ultimos catorce años – me hubiese gustado que el interludio
hubiera sido manejado con mayor fastuosidad, pero de todos modos, el tema
esta tambien manejado con solvencia y la grandilocuencia del caso. Salvo en
los temas 3 y 10, que son meramente orquestales, se nota un dialogo fluido y
consistente entre el grupo y la Sinfonica, desde los primeros golpes de
“Eleanor Rigby”. El nervio con que se maneja este gran tema clasico de The
Beatles pone en evidencia que el grupo esta dispuesto a derrochar su energia
genuina, y no limitarse a ‘seguirle el juego’ a la orquesta.
Hay tambien algunas gratas sorpresas que van mas alla de las expectativas
que un conocedor de Kansas pudiera haber anticipado en primera intencion.
“Hold On” recibe aqui un acento epico del cual carecia en la version
original; los elegantes arreglos de orquesta y el predominio de las labores
de guitarras acusticas y violin permiten a “Hold On” sacar de si su
expresividad testimonial e intimista, llegando en el medio minuto final a
una explosion de euforia ceremoniosa. Este es en mi opinion uno de los
puntos mas altos del disco. Otro momento a destacar es “Nobody’s Home”, cuyo
espiritu melancolico y defraudado original adquiere un aire añadido mas
solemne: los sintetizadores etereos y efectos del final evocan una partida,
cerrando el disco con adecuada pompa y circunstancia. ?Y que se podia
esperar de “Dust in the Wind”, un tema tan manido, versionado en tantos
discos de musica orquestada para ocasiones sociales, incluso por Richard
Claydermann? La idea de Baird fue la de extender el solo intermedio de
violin con una ampliacion de la seccion de cuerdas y toques sutiles de
flautas y oboes, omitiendo las extensiones que suelen venir despues del
ultimo estribillo. Esta idea es en realidad muy sencilla, pero ciertamente
efectiva: a la gente de Kansas le debe haber gustado mucho este arreglo,
pues tal como muestra el DVD ‘Device-Voice-Drum’, lo ponen en practica en
las giras (lo mismo vale para las ultimas tocadas de “Hold On”, como se
acredita en sus labores como teloneros de Yes en el año 2000).
Los temas nuevos resultan efectivos, evitando reducirse a meros rellenos.
“In Your Eyes” es un tema rockero con un compas semi-lento, con una melodia
interesante. “The Sky is Falling” es mas rapido e intenso, con claros
matices blueseados muy estilizados, incluyendo ademas unos extraños pasajes
orquestales en la introduccion y el interludio, ademas de un solo de
guitarra acustica; su estructura tan inusual me resulta atractiva.
Finalmente, “Need to Know” es una conmovedora balada, urgente y vulnerable,
en la cual Walsh desnuda su corazon a traves del canto: otro gran momento
destacable del disco. En el contexto del repertorio general, resulta una
buena idea que la pasion crecientemente desgarrada de este tema encuentre un
sano contraste en la melancolia serena del tema de cierre que viene despues.
El tema 3 consiste en un desarrollo de algunas ideas de Baird, que sirve
para introducirnos a los relatos de “Song for America”, mientras que el tema
10 es un medley de varios motivos de temas añejos de la banda, que abre
finalmente paso a “The Wall”.
En suma, ‘Always Never the Same’ resulta un proyecto de buena factura,
concebido y ejecutado con buen gusto y criterio inteligente.
Cesar Mendoza
(Reseña dedicada a Ivan Melgar Morey)
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