Temas
- Fool and His Bride (7:36)
- Journey (5:52)
- Lost Boys (7:05)
- Tall Trees (3:56)
- Floating Moon (2:18)
- 3am Meltdown (4:21)
- True Love (5:47)
- Talisman (3:05)
- Screaming Dreams (4:54)
- Everything Must Pass (6:04)
Integrantes
- Jon Field: flautas, percusión, teclados
- Glyn Havard: voz, guitarra adicional
- Dave Sturt: bajos, percusión, teclados
Colaboradores - Tim Stone (guitarras), Theo Travis (saxos), Chris Ingham
(piano), Jeff Davenport (batería), Lottie Field (vientos de madera), Sam Ryde
(piano), Carol Bellingham (coros), Gowan Turnbull (saxos, clarinete
contrabajo), Brian Imig (remiclud)
Jade Warrior es un grupo en constante actividad, siendo así que la dupla de Jon
Field y Dave Sturt ha estado consistentemente focalizada en la creación de
abundante material musical, siempre bajo la sombra del mainstream y al margen
de las efímeras reglas sobre lo comercial y lo comercializable. Tras la espiral
creativa que se desarrolló entre "Breathing The Storm" y "Distant Echoes", los
redescubrimientos de viejo material 70ero que se plasmaron en "Eclipse" y
"Fifth Element" mantuvieron al grupo activamente presente en los catálogos
fonográficos a través de los 90s, pero recién en 2008 pudimos contar con
material estrictamente nuevo de Jade Warrior. Con el cantante-guitarrista Glyn
Havard volviendo a la banda, el veterano trío resultante se sintió cómodo con
la idea de retomar estrategias creativas de su primera etapa (la de los discos
editados por el sello Vertigo). Aquí tenemos un disco donde casi todos los
temas son cantados, con una suma preeminencia de sonidos y atmósferas propias
del jazz-rock y el blues, aunque también se hace notar a millas de distancia
esa cualidad evocativa y ensoñadora que Jade Warrior ha ido cultivando desde
fines de los 70s. No esperemos un disco al estilo de los de Island Records, ni
tampoco amplias excursiones espirituales como las de "Distant Echoes" o
"Breathing The Storm": "Now" es una celebración de lo que significa que Havard
retorne al grupo, ahora es el tiempo de echar una mirada refrescante al primero
de los numerosos pasados por los que ha transcurrido la carrera musical de la
banda.
'Fool and His Bride' abre el disco con una genuina ambientación de jazz-rock
flotante, ampliamente empapada de aires fusionescos y refinada con una aureola
psicodélica: la perennemente grácil flauta de Field traza colores cautivantes
desde el punto de partida, mientras que la lenta cadencia del tema proporciona
la base para su magia global. También hay un tremendo solo de saxo a cargo de
un finísimo Theo Travis, invitado de lujo para este tema y un par más
posteriormente. La canción termina con unos juguetones cánticos que
simultáneamente abren la puerta para la emergencia de 'Journey', tema que
realza la línea fusión con el empleo de elementos derivados de la bossa nova
tanto en la cadencia rítmica como en los fraseos de la guitarra acústica
solista - sin duda, un guiño a "Way Of The Sun", uno de los discos que formó
parte de la tetralogía que la banda registró para Island Records. 'Lost Boys'
se pasea por un terreno un poco menos misterioso, más convencional, si se
quiere: suena a una especie de jazz-pop melódico sazonado con llamativos
guitarreos blueseros en torno a los cuales flota comedidamente la flauta de
Field. 'Tall Trees' genera texturas de tipo new age, estableciendo un esquema
sonoro donde lo minimalista alcanza una máxima estilización; esto se perpetúa
eficazmente en 'Floating Moon', tema que emana envolventes aires exóticos.
Cuando unas etéreas escalas de flauta abren '3am Meltdown', parece que
volveremos a la gracia otoñal de "Waves" o "Kites", pero la sorpresa es que
esta canción se orienta hacia un ejercicio de rock psicodélico pesado muy en
línea con lo 70ero. 'True Love', que viene inmediatamente después, usa también
guitarreos pesados en algunos pasajes a fin de levantar el calor latente a
través de su medio ritmo. Un poco más adelante, 'Screaming Dreams' retoma la
dinámica pesada, siempre bajo las coordenadas de refinamiento contemplativo
propias de Jade Warrior. Es como si estas tres canciones establecieran una
recuperación de las exploraciones sonoras más crudas que se plasmaron en los
distantes primeros tres discos del grupo El octavo tema es 'Talisman', una muy
bonita balada en clave de blues lento: una pena que solo dure 3 minutos, o por
lo menos, a mí me resulta un poco breve. El disco culmina con 'Everything Must
Pass', el cual hace buen uso de una base rítmica inspirada en síncopas tribales
para el desarrollo de un cuerpo central enfocado en el estándar del World
Music. Se trata de una pieza muy atractiva para operar como cierre del disco,
mas hubiera sido más razonable crear una mayor fastuosidad desde su seno a fin
de que se creara un clímax más efectista. En mi balance general, los aspectos
más resaltantes de "Now" se encarnan en la secuencia de los tres primeros
temas.
"Now" es un bonito testimonio del ímpetu que comparten Jon Field y Dave Sturt
por preservar la trayectoria musical de Jade Warrior y darle un nuevo rumbo en
este nuevo paso de su creciente veteranía. Aunque no hallo en este disco tantas
aristas creativas como para que genere en mí un impacto como el que me
produjeron "Breathing The Storm" o "Distant Echoes" en su momento, se trata de
un disco de buena factura, con una estructura inteligente y un buen empleo de
las ideas melódicas en curso.
César Mendoza
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