Temas
- # 1 (7:22)
- # 2 (7:11)
- # 3 (7:28)
- # 4 (8:23)
Integrantes
- Herrman Hamann: guitarra y sintetizador
- Giancarlo Rebagliatti: bajo
- Josué Vílchez: batería
Jacko Wacko es uno de los proyectos más recientes del polifacético músico
peruano Herrmann Hamann, cuya afiliación a diversos proyectos de rock y música
electrónica así como a sus propias iniciativas individuales le han llevado a
hacerse de un buen nombre como figura particularmente creativa dentro de la
vanguardia de su país. En el caso específico de Jacko Wacko, tenemos a un
energético power-trío consagrado a explorar sonoridades nocturnamente opresivas
y tanáticamente brumosas, centradas en la transmisión de oscuras inquietudes
que parecen a punto de explotar en una ebullición fatal. Bajo la confluencia de
las coordenadas del krautrock guitarra-céntrico, stoner doom y post-metal.
Durando poco más de media hora, "Jacko Wacko" contiene cuatro piezas sin título
definido. El primer tema comienza frontalmente con un dinamismo pesadamente
opresivo, apabullante en su oscura espiritualidad: el motivo minimalista es
manejado con soltura y buen pulso, incluso adornado por algunos momentos donde
la tensión ejerce una relativa pausa. La tensión psicodélica en curso refleja
fiereza, a la par que una siniestra majestuosidad. Una capa cósmica de
sintetizador tiende un puente hacia el segundo tema, el cual profundiza en la
inquietud oscurantista que forma parte de la esencia nuclear de la banda. La
pieza comienza en clave afín a los estándares post-metaleros, haciendo que la
languidez exterior se erija en la manifestación de un horror latente desde
rincones tanáticos del universo. La inserción de palabras del difunto "rey del
pop" Michael Jackson donde trata de explicar a un entrevistador que él no es un
loco es una idea muy simpática, especialmente si se interpreta como una
metáfora del intento de negar la oscuridad innegable. El tercer tema es el más
extrovertido del álbum: el grupo explora una dinámica grácil a lo Hawkwind
aunque hay que tener en cuenta que esta vitalidad no implica para nada
renunciar a la lógica de tensión y oscuridad que el grupo ostenta como su
leitmotiv crucial. El cuarto tema regresa a los fundamentos del segundo, un
viaje lánguido que parece traducir al lenguaje sónico imágenes de nieblas
absorbentes y negros velos cósmicos que se proyectan hacia la fatal inmensidad
de un agujero negro. Los fraseos de la guitarra, estratégicamente localizados,
añaden una retorcida muscularidad al asunto. Este ejercicio de post-metal con
tufillos de doom cierra eficazmente el círculo estilístico del álbum.
Es bueno saber que la vertiente psicodélica del rock sigue rindiendo tan buenos
frutos en las escenas underground de varios países, y en el caso del Perú, Jack
Wacko encarna una de las propuestas más vitales e interesantes dentro de esta
vertiente. Vale realmente la pena apoyar a esta nueva entidad.
César Mendoza
|