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LA LISTA DE CORREO HISPANO-PARLANTE SOBRE ROCK PROGRESIVO Y SINFÓNICO 
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 INDEX: “Index” (1999)

Temas

  1. Quaterna Réquiem
  2. Caverna
  3. Serenata
  4. Ciclos das Mares
  5. O Setimo Selo
  6. Index

Integrantes

  • Jones Junior: guitarras eléctricas y acústicas
  • Eliane Pisetta: órgano, piano, sintetizadores
  • Fabricio Santalucía: bajo
  • Otaviano Koury: batería, percusión

Con su disco homónimo de 1999, Index debutó en la industria fonográfica. Este ensamble instrumental brasileño fue formado por el guitarrista Jones Junior, quien antaño formara parte de la primera alineación de Quaterna Réquiem. De hecho, el primer tema de este disco se llama como el grupo antes mencionado, lo cual me hace sospechar que se trataba de una pieza que él compuso en los 80s y que originalmente formaba parte del repertorio de Elisa Wiermann y compañía. Como sea, hay una segunda curiosidad, y es que el tema que cierra este disco se llama como la presente banda – o sea, este material comienza con una alusión al pasado y termina con una mención al presente. Como yo ya conozco los dos discos siguientes de Index, me inicié en la escucha de este disco debut con ciertas expectativas respecto al estilo del grupo: un sinfonismo preciosista que maneja con pulcritud y sobriedad tanto las partes rockeras melódicas como las influencias recibidas por la música académica, una confluencia de influencias procedentes de los Yes y Camel clásicos junto a las de sus compatriotas Bacamarte y Quantum. Los seis temas son de mediano y/o largo desarrollo en los cuales se combinan el dinamismo con el control. Dicho y hecho, esto es lo que me encontré en este bonito disco debut, una exhibición de atractivas ideas melódicas, casi siempre portadoras de un aura solemne, encuadradas bajo el esquema estandarizado del sinfonismo de vieja escuela.

En fin, vamos al repertorio mismo. ‘Quaterna Réquiem’ comienza con un motivo de piano lento sobre el cual flota un hermoso arreglo de teclado, solemne y romántico. Este preludio tiene una segunda sección en la cual la guitarra clásica edifica un pasaje de corte barroco, también solemne pero de un talante más sereno; este pasaje sirve como un puente hacia el arribo de todo el ensamble hacia la sección central, una buena articulación de elementos yeseros y camelianos elaborada con buen gusto y entusiasmo explícito. ‘Caverna’ tiene una estructura semejante pero mantiene una tendencia más inclinada hacia el realce de los contrastes. Las transiciones entre los ambientes introspectivos insertos en los pasajes lentos y los más pomposos de los pasajes rápidos se manejan de manera bastante fluida a lo largo del desarrollo de la pieza. ‘Serenata’ comienza con eso precisamente, una serenata académica de guitarra clásica. El sobrio dueto de piano y guitarra eléctrica que se arma inmediatamente después erige un clima reflexivo que, casi inadvertidamente, aterriza en un pasaje más extrovertido (moderadamente) que se desarrolla en los últimos minutos. ‘Ciclos das Mares’ ahonda en la tendencia clasicista que juega un rol tan importante en las composiciones y arreglos de este material: las orquestaciones de teclado en la introducción tienen una cadencia muy a lo Bach. La guitarra clásica sigue a continuación enarbolando un motivo donde se funden el ritmo de la zarabanda barroca y ciertas sutiles cadencias provenientes del folklore criollo brasileño. Ya con la banda en pleno, las delicadas polifonías armadas por el sintetizador y la guitarra conforman el núcleo del exquisito motivo central. Si las tres piezas anteriores se habían concentrado en la complejidad controlada, esta vez en ‘Ciclos das Mares’ nos hallamos con una manifestación de pura belleza envolvente en su serenidad. Los fraseos de guitarra casi gilmourianos ayudan a realzar el carácter sosegado de la pieza. ‘O Setimo Selo’ es la pieza más larga y marchosa del disco: la mayor parte de su espacio de 9’50” está ocupada por un jam ágil y llamativo. ‘Index’ cierra el disco con una aureola extrovertida similar a la del tema precedente: tras un comienzo signado por lo solemne sigue un jam en el cual el Mini-Moog hace notar sus florituras muy a lo Bardens, mientras que la guitarra hace lo propio apelando a las huellas de Howe y Gilmour. La verdad que estos dos temas solo les falta añadir un violín para reforzar su parentesco con el estilo plasmado en el primer disco de Quaterna Réquiem. De hecho, me parece que ‘Index’, a despecho de su efectista clímax abrupto, se hubiera podido beneficiar de un arreglo un poco más expansivo a fin de sacar adelante todo su potencial integral. De todas maneras, el balance general de este repertorio es bastante positivo por razón de su propia inherente riqueza melódica. Index se revela con este álbum debut como un eficiente exponente del rock sinfónico desde la vereda sudamericana del mercado internacional. Ya con sus dos siguientes discos el grupo tenderá a una mayor solidez de su ensamble, mas queda bien claro en este disco que todos los ingredientes musicales están presentes desde ya.

César Mendoza

Creada en 1997. ©José Manuel Iñesta. Alojada en el Depto. de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universidad de Alicante, España.

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