Temas
- El Caminant Nocturn
- Cantics de la Carn
- Riu d’Agost
- Embrujo
- Crisalide
Integrantes
- Joaquim “Max” Suñe: guitarras
- Josep “Kitflus” Mas: pianos y sintetizadores
- Jordi Colomer: bateria y percusion
- Primi Sancho: bajo
Colaborador – El Citu (xiuhet en 2)
Para su cuarto disco de estudio, encontramos a Iceberg exhibiendo un sonido
un poco mas sutiles, menos frontalmente energicos (aunque sin perder la
fuerza expresiva ni la clase tan esenciales para el sonido de Iceberg),
elaborando un repertorio que pone un poco menos de enfasis en lo melodico:
el enfasis esta ahora en el jam, especialmente en lo que se refiere a una
mayor tendencia al lado de libre expresion del jazz fusion a partir de ideas
basicas. Despues de que el disco en vivo “En Directe” documentara las
vibraciones especiales que surgen de las expansivas interacciones entre los
cuatro musicos, me imagino que la gente de Iceberg quiso explorar una linea
de trabajo mas relajante para esta ocasion (solo estoy especulando, por
supuesto).
El tema de entrada, ‘El Caminant Nocturn’, evoca ambientes flotantes, con
esas fluidas complementaciones entre el piano electrico y la guitarra: como
siempre, los solos de guitarra y sintetizador permiten al tema subir su
nivel de intensidad en momentos determinados, mientras que la dupla
Colomer-Sancho se maneja con total soltura. Con un despliegue percusivo a
cargo de Colomer se inicia ‘Cantics de la Carn’, un tema que porta una
severa dosis de colorido latin jazz; aunque en comparacion resulta una pieza
mas energica que su predecesora, aun mantiene un espiritu que tira mas hacia
lo etereo que hacia lo explosivo. Colomer no puede evitar asumir un rol
decididamente protagonico, dadas las particulares exigencias del compas en
clave de samba. La segunda mitad del disco se inicia con ‘Riu d’Agost’, una
bella pieza que se mantiene un poco en la linea exotica del latin jazz,
aunque adoptando un talante mas evocativo. ‘Embrujo’ y ‘Crisalide’, por su
parte, retoman esa cadencia especial que impregnaba los discos anteriores
del grupo, aunque manteniendo una consistencia respecto al repertorio
precedente.
En suma, “Arc-en-ciel” encarna otro gran testimonio de la creatividad e
inmensa calidad tecnica de esta estupenda banda, aunque EMHO no logra
igualar las cuotas de genialidad que tenia “Coses Nostres” (mi disco
favorito de toda su carrera). Este disco tambien supuso el testamento
definitivo de Iceberg, cerrando asi una obra caracterizada por su pirotecnia
mayuscula y magia multicolor.
Cesar Mendoza
[Dedico esta reseña a todos los cajeros hinchas del F.C. Barcelona,
felicitandolos por el logro de un nuevo Campeonato de Liga en la temporada
2004-5]
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