Temas
- Stoyz (Duel á Vie) (11:33)
a) Rencontre avec la vie
b) Combat pour l'Harmonie
c) Naissance de la Sensibilité
- Do Zé Vé Loy (Terres de Sagesse) (14:16)
- Osmose (en vivo) (CD-Bonus) (4:50)
- Rencontre d'un soir (improvisación) (CD-Bonus) (7:34)
- Message En Breaks (CD-Bonus) (1:41)
- Qu'une meme lumiére guide nos pas (CD-Bonus) (1:21)
Integrantes
- William Grandordy: pianos acústico y eléctrico, sintetizador
- Gérard Blanc: bajo, sintetizadores, voz, piano eléctrico en 4
- Pierre Yves Maury: clarinete, saxofones
- Christian Blanc: batería, percusión, coros
- Frank Louisolo: guitarras
Músicos adicionales - Fabien Giacchi (bajo en 4), Eric Reieuvernet
(sintetizador en 4), Jean Cortes (violín en 4)
Honeyelk es el nombre de una de las bandas más oscuras de la vanguardia
francesa de los 70s, formado por los dos hermanos Blanc (uno
baterista/percusionista, otro teclista/bajista) a mediados de la década
prodigiosa del progresivo: su carrera fonográfica fue muy corta, consistente en
un solo disco editado artesanalmente en una primera edición y recuperado
posteriormente con unos cuantos temas extra tocados en vivo para el formato
digital. Su estilo tiene una sonoridad zeuhl en la base, obviamente tomando a
Magma como referente necesario pero con un dinamismo que tiene más parentesco
con Zao y Potemkine (o sea, explorando el lado más propiamente fusionesco del
zeuhl), aportando también nexos con la línea sinfónica gala (Carpe Diem). La
banda tuvo no solo un repertorio corto sino también una formación muy
inestable, con un Gérard Blanc que alternaba roles de bajista y teclista según
se diera la ocasión (siendo muy competente en las cuatro cuerdas, dicho sea de
paso, un aplicado émulo de Paganotti y Berlin).
El repertorio oficial del álbum dura menos de 26 minutos: los dos temas largos
que se incluyen aquí fueron ejecutados por la formación de quinteto que incluía
a un guitarrista especializado y a un vientista, aunque este segundo es el que
más hace lucir su instrumento con mucha diferencia. 'Stoyz (Duel á Vie)'
comienza con un breve y amable prólogo de piano y base de sintetizador antes de
focalizar su primer motivo cantado en un vitalista ejercicio musical que puede
evocar ciertas reminiscencias con Potemkine y Carpe Diem simultáneamente. Un
segundo motivo se impulsa desde un swing jazzero y desarrolla un interludio
pulsátil de tendencia zeuhl, seguido de un pasaje de piano eléctrico y
clarinete que inaugura una sección melancólica (también cantada) marcada por un
manejo lírico de ambientes etéreos, aunque pronto regresan los momentos de
expresividad extrovertida. Para el cierre, la banda retoma el primer motivo
cantado y se despide con un fade-out que llega demasiado pronto. 'Do Zé Vé Loy
(Terres de Sagesse)' conforma una expresión más contundente de la visión
musical de Honeyelk, jugando con pasajes de tensión en medio de otros
focalizados en dinámicos desarrollo pulsátiles: el trabajo de la dupla rítmica
es patentemente complejo, lo cual repercute en realzar el carácter casi
orquestal que aportan los teclados y el saxo en varios momentos. Hay otros
momentos en los que el grupo se consagra en homenajear a Zao y Potemkine, que
ya mencionamos como referencias predominantes en el sonido de la banda. Cerca
del final, el grupo se complace en exhibir sonoridades medio cósmicas (más
parecidas al krautrock atmosférico) antes de elaborar una hermosa coda
estilizada en la que hace gala de un lirismo bien armado. Una vez más, da la
impresión de que el tema concluye demasiado pronto. El primer bonus track,
'Osmose' es un ejercicio de atmósferas introspectivas, mientras que 'Rencontre
d'un soir' elabora un estupendo jam de corte fusión: para este tema mencionado
en segundo lugar, la banda cuenta con un violinista y un teclista a cargo del
sintetizador. Al grupo se le da muy bien esta estrategia creativa .es una pena
que no la hayan explorado más a menudo. Los dos últimos bonus tracks son muy
breves: un solo de batería y una balada de voz y piano eléctrico,
sucesivamente, completan el legado que Honeyelk aportó al variopinto y
sorprendente mundillo de la vanguardia progresiva francesa. Siendo un misterio
parcial dentro de la historia del progresivo galo, el nombre de Honeyelk
resulta muy recomendable para coleccionistas.
César Mendoza
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