Temas
- Oxymoron - 10:33
- Immer Lustig - 15:37
- Baby Cake Walk - 10:57
- Ooga Booga - 11:11
Integrantes
- Uli Trepte: bajo, canto
- Mani Neumeier: batería, percusión, canto, efectos especiales
- Ax Genrich: guitarra
Tercer disco de Guru Guru y último con la formación íntegra que grabó el disco
debut “UFO”, “KänGuru” muestra a un trío un poco menos denso y más interesado
en explorar diversas facetas y cadencias del rock desde su ópitca
innegociablemente experimental. En todo caso, vale advertir que en etse momento
específico de su trayectoria musical, Guru Guru ya estaba enfilado hacia una
estrategia más enfocada de su peculiar visión krautrock, y de hecho, el trío
empieza ya a equilibrar ciertas afinidades con otras bandas igualmente inmersas
en la lógica del jam como Agitation Free, Amon Düül II y Ash Ra Tempel.
’Oxymoron’ tiene un sello irremediablemente bluesero en el jam básico marcado
por el riff recurrente. Durante el desarrollo de la pieza, los solos de
guitarra, los adornos de bajo y el entramado rítmico planteado y replanteado
continuamente por el incansable Mani Neumeier dan buena cuenta del núcleo
esencial de la banda, a medio camino entre el jazz-rock, la experimentación
lisérgica del ”Ummagumma” floydiano y la psicodelia pesada hendrixiana, y
sensible a la ambientación opresivamente industrial de la gran urbe germana.
Mientras tanto, los momentáneos pasajes cantados le dan una impronta un poco
burlona al asunto. Se trata de un apertura bastante atractiva, pero en realidad
será más adelante cuando nos topemos más claramente con la intensidad propia de
Guru Guru en su periodo cumbre. ’Immer Lustig’ es la pieza más larga del disco,
con su cuarto de hora más medio minuto de duración. El tema comienza con un
discurso y una marcha militar, la misma que pronto deriva en un blues-rock
psicodélico bastante áspero. Su gancho hace que el abrupto paso a otra sección
se sienta un tanto apresurado, pero ciertamente la sección que sigue tiene una
vibración bastante magnética, con esa confluencia de swing a lo funk y
psicodelia pesada que logra gestar un jam tan atractivo como envolvente. La
guitarra de Genrich es el pilar decisivo para este jam, pues sus variantes de
garra (e incluso momentos de escondite) marcan el desarrollo del mismo. Luego
pasamos a una sección cósmica armada sobre guitarreos recortados (a lo
rockabilly) que terminan atravesados por capas de ecos lisérgicos. Lo cósmico
se perpetúa y ahonda en una nueva sección donde una nueva serie de efectos se
explaya sobre un sincopado esquema rítmico. El rock se hace presente con toda
su fuerza en el jam semi-zeppeliniano que emerge al minuto 12 ½, orquestando un
dinamismo muy efectivo que llena el ambiente con genuina polenta: el fabuloso
solo de guitarra supone una exquisita guinda en la cima del pastel. ‘Baby Cake
Walk’ da inicio a la segunda mitad del disco recogiendo la vibración explosiva
con la que había concluido el tema precedente, comenzando con un filudo jam
pesado que fluye sólidamente a través de cadencias llamativas y un despliegue
de pura urgencia rockera. Por supuesto, Guru Guru no cae en el simplismo, sino
que aprovecha cada idea básica para expandirla en su respectivo clímax
consistente. A llegar el quinto minuto, el trío gira hacia torrentes más
etéreos, haciendo que la energía se recicle por otras vías de experimentación
rockera en un breve interludio. Terminado dicho interludio, el grupo elabora un
nuevo crescendo que comienza con una pauta rítmica marcadamente sincopada que
termina produciendo una escalada hacia un frenesí patentemente pesado y
sutilmente controlado, en camino hacia una coda entusiasta. ‘Ooga Booga’
comienza con un extrovertido manejo del compás en 5/4 en su prólogo, preparando
el camino para una sección fusionesca en 6/8 de inspiración arábiga (incluyendo
armazones de percusiones exóticas). El momentum rockero que sigue a
continuación recoge esta ambientación y la transforma en un viaje intenso de
múltiples solos de guitarra superpuestos en una exhibición de densa magia,
firmemente apoyada sobre la bien cimentada base rítmica de Tripte y Neumeier.
Me atrevería a jurar que esta sección es la hora cumbre de Guru Guru por
siempre jamás… en fin… La siguiente sección es menos sublime y más marchosa,
con una incendiaria psicodelia funky que nos recuerda al último Hendrix. Como
para experimentar con ambientes más decididamente misteriosos, el tema cierra
con un pasaje ceremonioso a medio tiempo que reitera la típica densidad
esencial de la banda, cerrado por una coda cacofónica que empieza
arquitectónicamente estructurada y concluye con un caos climático, y también un
poco perturbador.
!Vaya manera de cerrar una etapa musical! Para muchos, la serie de los tres
primeros discos de Guru Guru es la mejor y más consistente, y yo estoy con la
mayoría. “KänGuru” es una gema krautrock que EMHO no debería faltar en ninguna
buena colección progresiva.
César Mendoza
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