Temas
- Country and Eastern Music
- No Fear
- I Remember Me
- Earth (Still Our Only Home)
- Topeka
- Steppings Tones
- Night
- Full Moon Boogie
- Giving in Gently / I Wonder
Integrantes
- Jerry Goodman; violines, viola, guitarras, voz
- Jan Hammer: piano, sintetizadores, batería, percusión, voz
Tratando de expandir un poco más la mutua química musical que funcionaba
cuando eran socios de John McLaughlin en la primera etapa de Mahavishnu
Orchestra, Jerry Goodman y Jan Hammer decidieron hacer a dúo su primera
labor artística tras su experiencia en el antes mencionado combo. “Like
Children” es el esplendoroso resultado de este continuo contacto entre dos
verdaderos genios musicales, hermanados en una dupla capaz de gestar este
disco coherentemente unificado en su multiplicidad de espectros sonoros.
Ellos dos solos se bastan para completar el espectro sonoro del material al
añadir guitarras y batería a sus usuales roles de violinista y teclista.
Belleza e intensidad son los dos rasgos más prominentes y recurrentes en
este repertorio aquí contenido. La intensidad emerge de golpe y porrazo con
el tema de apertura ‘Country and Eastern Music’, una muestra de energía
rockera pletórica de entusiasmo y reciclada a través de un filtro de
sofisticación de base jazzera: las alusiones del título remiten a los
tenues, aunque fáciles de notar, elementos de la música country y ciertos
quiebres melódicos tópicos del folklore hindú, pero básicamente es lo
roquero lo que se mantiene como color principal. Acto seguido ‘No Fear’
viene una exploración de sintetizadores que dura poco más de tres minutos,
la misma que se traduce en un cuadro dibujado con los pinceles de las
secuencias, efectos y texturas varias. ‘I Remember Me’ es un nocturno tan
hermoso como envolvente, en el cual Hammer exhibe su maestría y buen gusto
para crear ambientes emocionales con sencillas orquestaciones de teclado,
mientras que Goodman hace lo propio con su exquisitez a la hora de desplegar
sus hipnóticos solos; dichos solos encuentran en los solos adicionales de
Hammer un complemento 100 % idóneo, ayudando a conservar la aureola
romántica e incluso realzándola de manera majestuosa. Se trata de una pieza
realmente bellísima, que desborda encanto por todos sus poros sónicos: sus
tres minutos y tres cuartos se sienten realmente muy cortos, dado el
efectivo magnetismo encarnado en ella, un magnetismo que atrapa la mente del
oyente para bucear en su indefinido mar de solemnidad. La solemnidad da un
gran paso al costado para que surja un clima de diversión frontal: la
aureola funky de ‘Earth (Still Our Only Home)’ permite al dúo acercarse al
lado más netamente optimista del jazz-fusión, al estilo de lo que hace
Weather Report en las partes más relajadas de su repertorio. En ‘Topeka’ y
‘Steppings Tones’ (dos temas que, en mi opinión, ameritaban un arreglo más
expandido) el dúo extiende su línea de trabajo promovida en sus tiempos como
miembros de Mahavishnu Orchestra, yendo por su faceta más lírica – de hecho,
el segundo de estos temas mencionados formó parte del repertorio de
Mahavishnu durante un tiempo antes de la reforma forzada por su gran crisis
de 1973. ‘Night’ nos devuelve al arrebato emocional envolvente ya consumado
en ‘I Remember Me’, pero esta vez elaborando con mayor fruición lo cósmico:
más que romanticismo, hallamos aquí una apelación a la reflexión solitaria
en las alturas máximas de la espiritualidad. Eso hasta llegar al minuto 4: a
partir de ahí, la sección rítmica emerge con un fuego tribal de corte
jazz-fusión, como anunciando algún tipo de celebración, gestando así un
cierre excitante para esta pieza. A modo de eficaz contraste, ‘Full Moon
Boogie’ nos pone los pies sobre la tierra de nuevo con su vibración
funky-rockera bien construida. La dupla de cierre ‘Giving in Gently / I
Wonder’ retoma la cadencia lírica de ‘Steppings Tones’ para cerrar el disco
con un ánimo calmado y sutilmente optimista.
En fin, solo me queda concluir que “Like Children” es todo un derroche de
imaginación y buen oficio en el contexto de una oferta de jazz-rock abierta
a una variedad que nunca se pierde en el gratuito diletantismo: Jerry
Goodman y Jan Hammer supieron cómo proporcionar una unidad integral al
cúmulo de ideas comunes que vertieron en este discazo, y ésta es la razón
principal por la que lo considero un disco hermoso y especial.
César Mendoza
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