Temas
- Ring of Eternity (4:35)
- Night Before Revolution (5:25)
- Justice And Faith (4:29)
- Dawn After The War (10:47)
- Long, Long Way To Your Soul (5:34)
- Land Of The Dead (12:08)
- Love Save The World (5:45)
Integrantes
- Toshio Egawa: teclados
- Astushi Hasegawa: bajo
- Kenichi Fujimoto: batería
- Yasuo Sasai: voz
Gerard es una banda veterana cuya trayectoria cuenta ya con casi 30 años de
antigŸedad y que hasta el día de hoy cuenta como una de las referencias más
vitales del progresivo sinfónico después de la era dorada de los 70s, siempre
de la mano del teclista Toshio Egawa. Su CV lo convierte en un recurrente
ejemplo de progresivo sinfónico de los últimos decenios. Aunque en sus primeros
años de existencia Gerard operaba como un cuarteto de
guitarra-bajo-teclados-batería, su esquema instrumental mayormente ha sido la
de power-trío con base de teclados: no hay mayores novedades al respecto en su
álbum 2010 titulado "Ring Of Eternity". Con respecto al disco anterior "Power
Of Infinity", de hace 6 años, la formación sigue contando con el mencionado
líder musical Egawa y el bajista Atsushi Hasegawa, completando ahora al grupo
el baterista Kenichi Fujimoto (experto colaborador en proyectos hard rock y
prog) y el vocalista Yasuo Sasai - tenemos ahora a un power-trío con un
vocalista extra.
El tema homónimo abre el disco con un preludio marcado por efectos de brisas
tormentosas, capas de teclado y adornos percusivos, para luego plasmar un
cuerpo central en 6/8 portador de un dinamismo arrollador que, como suele
suceder en el cosmos musical, se siente electrizantemente emersoniano (entre
"Brain Salad Surgery" y "Emerson, Lake & Powell"). Sigue a continuación 'Night
Before The Revolution', una pieza de gancho más sencillo, como un híbrido de
Asia y Saga que combina la placidez del AOR y el Rick Wakeman más accesible de
obras como "1984": por supuesto, lo bombástico sigue siendo el ingrediente
esencial, con esas abundantes intervenciones de los teclados y esa magnífica
exhibición de potencia a cargo del baterista Fujimoto. Esta misma línea de
trabajo se reitera en 'Justice And Faith', aunque cabe añadir que la labor del
bajista es más exigida aquí en ciertos pasajes. ?No sería este el sonido que
debió desarrollar Asia a fin de concretizar elementos consistentemente
interesantes acordes con los legados progresivos arrastrados por sus miembros
originales? En fin, dejó allí la pregunta. 'Dawn After The War' ocupa los
siguientes 10 BE minutos del disco. Tras un motivo inicial marcado por una
excitante polenta, las principales partes cantadas se explayan sobre un compás
reposado donde las sobrias orquestaciones y solos de teclado generan una
ambientación solemne y reflexiva. La inclusión de algunos interludios
acelerados se presta convenientemente para desarrollar recursos de variación a
través de la explotación de algunas recurrentes ideas melódicas en curso; la
coda mantiene una aureola de distinción progresiva a través de su motto
perpetuo, muy a tono con las orquestas impresionistas del siglo XIX. Un tema
como éste me hace pensar en coincidencias estilísticas con otros artistas tan
dispares como el chileno Jaime Rosas y el ensamble estadounidense Cairo, así
como al Wakeman de "Out There". 'Long, Long Way To Your Soul' mantiene buena
parte de la solemnidad que marcó al opus precedente, aunque su estructura
compositiva traza ciertos puentes con la dimensión accesible de los temas
segundo y tercero. Con sus 12 minutos de duración, 'Land Of The Dead' es el
otro opus del disco: su estrategia es muy semejante a la de 'Dawn After The
War', secciones cantadas lentas circundadas por vitamínicos pasajes
instrumentales, un ambiente solemne expuesto con típico boato sinfónico, un
cuidado matemático por la claridad melódica a través del despliegue de potencia
sónica. En líneas generales, se trata de la pieza con los más logrados pasajes
instrumentales, o al menos, a mí me parece que aquí se hallan las mejores
manifestaciones de refinamiento en los arreglos y la interacción entre los
músicos. El disco se culmina con 'Love Save The World', una balada que comienza
con un preludio espacial basado en capas de teclado y un breve solo de bajo,
antes de pasar a un cuerpo central de talante llamativo, a medio camino entre
el Toto más estilizado y el Asia de la época con John Payne.
En total, tenemos aquí poco menos de 50 minutos de sinfonismo moderno en su más
pura expresión, forjado con los índices de poderío y fastuosidad que Gerard ha
convertido en marca propia. "Ring Of Eternity" no rompe esquemas, mucho menos
indica nuevos caminos de creatividad progresiva, pero eminentemente da cuenta
de un vigor que se resiste solventemente a decaer - el vigor de Gerard.
César Mendoza
|