Temas
- Hey! Real Executives Jump From the 50th Floor! (6:00)
- Clanghonktweet (6:39)
- The Family that Oonts Together, Groonts Together (7:41)
- I'm Whining For That Funky Baby Of Mine (6:20)
- Empaté (7:48)
- Friends In High Places (8:00)
- Slowly I Turn… Step By Step… Inch By Inch (12:15)
Integrantes
- Mike Sary: bajo, cintas
- Fenner Castner: batería
- Paul Nevitt: teclados (1-3)
- Dean Zigoris: guitarras (1)
- Artie Bratton: guitarras (2-5,7)
- Reid Jahn: WX7 Wind Synth (2), saxo (4,7)
- Gretchen Wilcox: violín (2)
- Jon Encifer: piano (2)
- Bruce Krohmer: saxo, clarinete (3,5)
- Richard Brooner: trompeta (3,5)
- Howie Gano: grito (3), teclados (5, 6), caja de ritmos (6)
- Bob Ramsey: teclados (5,7)
Siendo un descubrimiento reciente en mi propia biografía melómana, debo decir
que la obra fonográfica de French TV me está complaciendo mucho, aprendiendo
rápidamente a degustar y apreciar cada disco que surge como una tardía novedad
para mí. Uno de los discos que más me impresiona es “Virtue in Futility”, que
data del año 1994: su dosis notable de colorido y su despliegue de creatividad
hallan un perfecto eco en la firmeza con que los músicos arreglan y ejecutan
las ideas musicales que conforman el repertorio de este disco.
‘Hey! Real Executives Jump From the 50th Floor!’ da inicio al disco poniendo
toda la carne orckera en el asador: riffs potentes de guitarras, una batería
poderosa y un órgano cañero abren el cuerpo central con una fuerza digna de
Deep Purple y ELP, permitiendo además el funcionamiento de ciertas cadencias
jazzeras en el despliegue instrumental. Un interludio suave iniciado por un
solo de piano (muy a lo Rachmaninov) y continuado por una secuencia delicada a
lo Happy the Man permite el ingreso de algunos aires gráciles antes de la breve
restauración del motivo central para la coda. Una entrada tan impactante debe
ser difícil de olvidar, pero el disco tiene que continuar, y lo hace variando
completamente de registro: ‘Clanghonktweet’ ofrece una excursión juguetona
hacia ambientaciones y melodías propias del renacimiento y el folklore céltico,
algo así como un tema compuesto al alimón por Jean-Luc Ponty y Kerry Minnear
durante una para en las sesiones del “Free Hand”. Este tema también cuenta con
un interludio divergente, consistente en un motivo lánguido y meditativo, muy
afín al Jan Hammer del “The First Seven Days”. Se trata de un tema bastante
dulce aunque no exento de su buena dosis de extravagancia fácil de notar:
algunas partes de violín suenan bastante ruidosas, y también hay algunos raros
efectos psicodélicos de sintetizador que crean algo de perturbación en medio
del lirismo predominante. ‘The Family that Oonts Together, Groonts Together’
tiene un esquema compositivo muy agradable dentro de su vertiente jazz-rock
fusión: suena casi a una mezcla de Shadowfax y Happy the Man con algunos
matices añadidos de Zappa y Maneige. Los pasajes donde destacan los solos de
trompeta contienen un señorío majestuoso – en general, se trata de una de las
piezas donde más campo hay para el despliegue de una lúcida inteligencia
armónica y “orquestal”, a pesar de no tratarse precisamente de una pieza de
línea sinfónica. ‘I'm Whining For That Funky Baby Of Mine’ exhibe desde sus
primeras milésimas de segundo un enfilamiento hacia vertientes sonoras
desafiantes donde confluyen el free jazz y el avant-prog, algo que parece
emparentar de algún modo a French TV con lo que unos cuantos años después será
Frogg Café. La labor de deconstrucción desarrollada en el delicado intercambio
sostenido por los instrumentistas otorga innegable prestancia al tema, el cual
emerge como un antídoto definitivo contra los amantes innegociables de la
música estructurada. ‘Empaté’ vuelve al tipo de magnificencia sonora que ya
habíamos encontrado en el tema 3, siendo así que esta vez hallamos una efectiva
mezcla de sinfonismo intenso y jazz-fusión colorido, con elementos extra del
estándar crimsoniano: sin duda, debido al patente despliegue de musicalidad y
energía, este pieza conforma otro momento climático de “Virtue in Futility”.
‘Friends In High Places’ es un tema más filudo, dueño de un espartano
dramatismo que brota de las cintas con discursos presidenciales bélicos y una
batería en permanente guardia: el tono amenazante que explora esta pieza tan
cáustica funciona bien como un relato de la inseguridad mundial ante las
incesantes inquietudes surgidas en la política internacional. Los últimos 12
minutos y pico del álbum están ocupados por ‘Slowly I Turn… Step By Step… Inch
By Inch’. El tema comienza con cadencias amables de guitarra y un cálido ritmo
semi-lento, pero esta es tan solo una engañosa cobertura para un tema que cada
vez se irá haciendo más y más explícito en su espíritu tenebrista. El aumento
gradual de la densidad expresiva se hace más notorio a partir del quinto
minuto, que es cuando el guitarreo adquiere más filo y el saxo empieza a
adquirir protagonismo con sus neuróticas líneas; al poco rato las cosas se
intensifican más aún con un crescendo inapelable que conducirá a una sección
ágil donde el vigor sensual del jazz-rock y la vibración grisácea del
avant-prog se conjugan de una forma mágica. Imaginemos una mezcla de Frogg Café
y Thinking Plague y podremos aproximarnos un poco a la imagen que quiero
proyectar con mis palabras. También noto cierto sabor cuasi-crimsoniano en
algunos breves parajes en los que se retoma el tenebrismo urgente que había
imperado en los cinco primeros minutos. Con unos concisos golpes de batería, el
tema termina realmente poco antes de llegar al décimo minuto, pero tras unos
segundos de silencio emerge un breve jam de corte funky con una explícita
extravagancia coral que emula a unos fanfarrones borrachos en una juerga: sin
dejar sus preocupaciones por el arte musical bizarro, la gente de French TV
sabe hacer buen uso del humor.
Para muchos, éste es el disco en el que Franch TV empezó a madurar su propuesta
musical especial dentro del siempre variopinto mundo del rock progresivo.
“Virtue in Futility” me parece, sin duda alguna, una obra muy bien diseñada
dentro de un afán por rescatar y reformular las tendencias específicamente
estadounidenses que se movieron en terrenos afines a los que en Europa fueron
el RIO y el chamber-rock. Recomiendo mucho este disco a los afanosos
coleccionistas progresivos del mundo entero.
César Mendoza
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