Temas
- Tevere
- Dubbio II
- Deep Blue
- Piazza Vittorio
- Dubarcord
- Afa II
- Ora Legale
- Dante, at Last
- Aniene
- Statico
Integrantes
- Emanuele Bultrini: guitarras, efectos, flauta, citara, oud
- Federico Nespola: bateria, percusion, sampleos, efectos
- Luca Pietropaoli: trompeta, fiscorno, contrabajo
- Stefano Vicarelli: teclados, sintetizadores, theremin, sampleos
El grupo italiano Fonderia conforma una de las propuestas mas originales e
interesantes de la reciente ola de rock experimental de su pais. Basicamente
su oferta musical se basa en la confluencia de los vuelos sonoros de raiz
psicodelica con las hipnoticas cadencias del acid jazz vanguardista
impregnado de recursos electronicos y ambientes evocativos, una confluencia
armada bajo la atrevida logica del art rock: es por ello que no vemos en
Fonderia un mero ensamble de jazz ni un simple exponente de rock
experimental a secas, sino que se encuadra perfectamente bajo los patrones
habituales del lado mas propiamente evolutivo del progresivo contemporaneo.
Si la musica de Fonderia pudiera compararse a una tecnica pictorica,
podriamos decir que su sonido se basa en la comunion de diversos retazos de
color delicadamente vertidos sobre un lienzo en el cual aparece dibujado un
esquema consistente donde se designa un lugar predeterminado para
practicamente cada golpe de pincel.
Los solistas mas recurrentes son Bultrini y Pietropaoli, incorporandose a
veces el teclista Vicarelli a ese rol protagonico. Por su parte, los
teclados y samplers de Vicarelli y los cimientos ritmicos establecidos por
la bateria de Nespola (la mayor parte de las veces acompañado de secuencias
programadas) crean un oportuno trasfondo sonoro que, lejos de servir como
mero paisaje de fondo para sus demas compañeros, se convierte en un
co-protagonista sutil dentro del entramado sonoro del grupo, creando una
cadencia flotante, casi brumosa. Hay realmente un aire de oscuridad en la
musica de esta banda que contrasta con el despliegue de colorido que se
exhibe en la portada del CD – pero no es una oscuridad tetrica, ni tampoco
una oscuridad densa y mistica propia de un trance en contacto con lo
inexplicable, sino mas bien la oscuridad apacible y poetica de un crepusculo
en el contexto de un atardecer dedicado a una contemplacion interior y una
reflexion serena. Vicarelli ayuda, con sus sintetizadores analogos (Moog,
Theremin) y teclados tan clasicos como el organo Hammond, el piano Fender y
el clavinet, a realzar esa cadencia flotante y evocativa, retrotrayendo al
oyente al magico mundo de la vanguardia setentera. A contrapelo, el uso de
secuencias ritmicas muy a lo hip-hop en algunas piezas muestra que la gente
de Fonderia, lejos de ser meros arqueologos, buscan concienzudamente
incorporar elementos de la vanguardia pop contemporanea dentro de su
ideologia art-jazz-rock.
“Fonderia” es un disco que se deja escuchar muy placidamente, de corrido,
pues el repertorio contenido en el maneja una fluidez casi cristalina a
traves de todos los adornos y cambios ocasionales de ambiente que tienen
lugar. Pero esto no quiere decir que el disco sea insipido o monotono:
ciertamente puede servir como fondo musical para una tertulia, pero su valia
musical esta armada de forma tan ingeniosa que solo una serie repetida de
atentas escuchas puede permitir al oyente sacarle todo el jugo a su
experiencia estetica. La tension elegantemente contenida de ‘Dubbio II’, la
serenidad eterea y texturial de ‘Dubarcord’ y ‘Ora Legale’, los hipnoticos
colores exoticos de corte arabigo/aflamencado de ‘Piazza Vittorio’, los
frondosos soundscapes de ‘Dante, at Last’, el aura casi cosmica de ‘Statico’
- todos estos recursos musicales transitan placidamente como una suave
corriente de un riachuelo en un atardecer primaveral, donde algunos retazos
de disonancias en guitarra electrica y los efectos de sintetizador ayudan a
crear algun conato de “sobresalto” que, a fin de cuentas, no se convierte en
una señal de peligro sino en un inesperado aleteo de un ave cuya presencia
habia pasado inadvertida al paseante meditabundo. La excepcion a esta regla
de placidez engañosamente simplista esta encarnada en una pieza
particularmente inquietante, ‘Afa II’, donde Bultrini despliega una
perturbadora investigacion frippiana en su guitarra sobre un compas jazzero
muy en la onda de los poetas beat de los 50s-60s.
En suma, “Fonderia” es un disco exquisito que da testimonio del talento de
la banda homonima para destilar su talento creativo sin excesivos
aspavientos, escudandose bajo los discretos atavios de la sutileza para
crear una musica envolvente, evocativa, atractiva, apoyada sobre estructuras
firmes, sin por ello negarse a dejar algun espacio para la sorpresa.
Cesar Mendoza
(Reseña dedicada a Giancarlo Gianotti – gracias, amigo)
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