Temas
D Minor Suite
- Solo (5:04)
- Septet (6:03)
- Duet (3:41)
- Trio (3:19)
- Quartet (4:10)
- Sextet (6:52)
- Quintet (6:07)
- Another Septet (5:01)
- Another Duet (2:05)
- Another Solo (2:49)
Integrantes
- Henry Krutzen: saxo tenor, hang, percusión
- Alexandre Johnson: flautas
- Marcílio Onofre: piano
- Markus Stauss: saxo bajo
Colaboradores - Sami Tarik (percusión), Ronedilk Dantas (violín), Edmarcos
Costa (violín), Paulo Franca (viola), Darian Marley (batería), Jean-Luc
Plouvier (piano), Fabio Presgrave (cello), Dudu Campos (percusión), Joni
Johnston (oboe)
Bajo el Joyciano nombre de Finnegans Wake se cobija un ensamble de chamber-rock
formado originalmente en Bélgica en la primera mitad de los 90s y afincado
desde inicios del nuevo milenio en Brasil por causa de la mudanza del músico
Henry Krutzen a dicho país sudamericano. A fines del año 2011, Finnegans Wake
nos brinda su séptimo trabajo fonográfico, titulado "Red". No se trata del
primer disco de la banda que se titula como un color, pues ya tiene discos como
"Blue", "Yellow" y "Green" en su currículum. Pasemos al repertorio de "Red".
"Solo" abre el disco con una solemnidad grisácea donde el solitario violonchelo
expresa una clara densidad emocional en una forma elegante, con un dramatismo
contenido aunque no por ello deja de ser arrolladoramente patente. "Septet"
emerge con una sonoridad más plena, sostenida dentro de un esquema de academia
abstracta y free-jazz: los dibujos aleatorios y mágicos de la flauta y los
saxos se coordinan bizarramente con las irrupciones de las percusiones y las
muy parcas notas del piano. "Duet" se enfila por el mismo sendero pero con un
colorido más escueto: la actitud del saxo es más reflexiva, y de hecho, ofrece
una inspiración para cierto relax después del desconcierto motivado por
"Septet". "Trio", por su parte, desarrolla cadencias y atmósferas exóticas en
base al protagonismo que ejerce el tambor hang dentro de un esquema rítmico que
se instala muy al frente de la idea musical en curso. El flujo telúrico es muy
sutil, pues el grupo se mantiene apartado de cualquier mecanismo melódico
reconocible, concentrándose más en el esqueleto rítmico en sí. "Quartet" es, en
efecto, un cuarteto de cuerdas (dos violines, viola y cello) donde se explora
un cuadro melódico propiamente dicho: la atmósfera emocional es arrolladora,
sostenida sobre un imponente cuadro de disonancias al servicio de una erupción
psicológicamente dramáticamente intensa. "Sextet" ofrece seguidamente un
contrapelo más contenido, menos focalizado en lo romántico y más centrado en lo
misterioso: regresan, así, los recursos de corte free-jazz, así como el rol
protagónico del piano. "Quintet" explora esta misma vía virando el rol
protagónico hacia el cello, el cual utiliza retorcimientos varios para dirigir
el clima de tensión hacia donde se enfila la abstracta idea musical en curso.
Con la dupla de "Another Septet" y "Another Duet", el ensamble decide seguir
ahondando en el clima de misterio que ya se ha hecho predominante, llegando a
instaurar una lógica de hermetismo irrefrenable. También es verdad que en el
caso de "Another Duet" hallamos algunos rezagos mágicos de lirismo, los cuales
sirven para preparar la entrada del tema final, "Another Solo", el cual
consiste en un evocativo solo de flauta que aluda a climas de paz y serenidad.
Finnegans Wake nos brinda con "Red" un disco inquietante, signado por una
hermética aureola de misterio mas no ajeno a la manifestación de tensiones
emocionales a través de su patente diseño cerebral. Este ensamble liderado por
Henry Krutzen supone una delicia garantizada para los eternos seguidores del
chamber-rock.
César Mendoza
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